Lucy + retrato Scarlett Johansson


-Scarlett pierde el rumbo entre pretensiones vacías.-

-Mi retrato de Scarlett Johnasson, más aquí -

A veces el mundo del cine se comporta de forma extraña. Se hace una película con todos los gastos que ello implica y se lanza a las taquillas, pero no todo son rosas. Los resultados pueden asegurar su continuidad o su éxito y permitirles crecer a partir de ahí. Ejemplos de este extraño fenómeno son 'The Amazing  Spiderman 2', la que es a fecha de hoy la mejor película de Spiderman recaudó más de setecientos millones de dólares y Sony la consideró tal fracaso que su continuación se ha puesto en duda, siendo retrasada. Por el contrario tenemos a las Tortugas Ninjas de Michael Bay, que en cuanto recaudaron sesenta y cinco millones ya se firmó la secuela.

-Hay caras que lo dicen todo-


 Más reciente es el fracaso en taquilla de la esperadísima 'Sin City: una dama por la que matar' que se ha visto acribillada a balazos por la combinación de 'If i stay' -con Chloë Moretz- y la nueva joya de Marvel 'Los guardianes de la galaxia'. Ante este panorama a uno no le sorprende que la última entrega en la que participa Scarlett Johansson,- cuyo contenido, argumento y aportación al cine son inexistentes- 'Lucy' haya recaudado más de doscientos millones, solo le deja a uno la idea de que el mundo está patas arriba.



'Lucy' es esa película que recrea la historia de una chica llamada Lucy, cuyo novio convierte a traición en la repartidora de sus trapicheos. Esta chica, que es como otra cualquiera,  vive su vida tratando de preocuparse hacia dónde va y en qué se convierte. 



Estudiar, trabajar, coger el metro, salir de fiesta y un largo etcétera construyen la vida de esta perfecta don nadie. Pero su vida descrita como muy normal te prepara para que su conversión resulte más impactante. Lo mismo pasa con la propia Scarlett que roza la sobreactuación cuando Lucy aún es normal, para que, al verse transformada, su renovada identidad nos resulte aún más chocante. Este contraste facilón y forzado ya debería servir para categorizar lo que estamos viendo, pero al ser Scarlett entrañable para este servidor, decidí quedarme en la sala de cine hasta el final. Error.



Lucy entrega el maletín que su novio le ha esposado a la muñeca, y acaba rodeada de mafiosos asiáticos, que tan pronto hablan entre sí en Koreano como en Mandarín -como en cualquier cosa que el público no esté destinada a entender, casi parece que los subtítulos fueran un exceso. Está bien, no los ponen porque la protagonista no les entiende, pero eso ya lo veo con la cara sobreexcitada de Scarlett- Esta serie de catastróficas desdichas acaba por hacer de nuestra protagonista una mula de carga, junto a otras víctimas de esta fórmula enviadas todas a partes diferentes del mundo.

-Las drogas son muy malas, sobretodo si las asimilas en el techo-


 En el caso de Lucy, la bolsa que sus captores han guardado dentro de sí con una extraña bolsa de droga azul -sacada del maletín del principio- cuyo origen, composición y propósito nunca son revelados, acaba por estallar dentro de Lucy provocando así una metamorfosis brutal. Brutal para ella y fatal para el espectador.



 Tras sufrir una serie de extrañas convulsiones en las que Lucy tan pronto levita, como juega al corro de la patata con sus cadenas -niños no toméis drogas- convierten a Lucy en una máquina de matar que no tiene piedad con nada ni nadie y que ha aprendido a usar armas y ejecutar cualquier técnica de combate sin esfuerzo ninguno. Imaginad que una Barbie se convierte de pronto en Chuck Norris.


-Lucy en modo Badass-


Nada más escapar de sus captores, Lucy lo primero que hace es asesinar gratuitamente a un taxista por no saber su idioma y matar a un paciente de hospital en un quirófano para que la atiendan a ella y le saquen la droga del cuerpo. Durante esta extraña secuencia, Scarlett Johansson llama a su madre y le confiesa que ha desbloqueado partes de su cerebro y que ahora tiene una nueva visión de su entorno y de sí misma. Ha desbloqueado su memoria hasta tal punto como para decirle a su madre, y cito, "(Mamá) recuerdo el sabor de tu leche en mi boca" o perlitas del estilo que es capaz de sentir su propio cerebro o las cosas que la rodean y la madre se queda tan tranquila. Lo más que llega a decir es que la escucha mal y que la llamada se está cortando. Bien jugado mamá, bien jugado.



La película entera se debate en una retahíla de escenas sobreexplicativas con una dudosa base científica que no nos llevan a ninguna parte más que a sobrexplicar cosas que están por pasar y que de por sí se hubieran entendido bien. Lo malo es que el director y escritor Luc Besson -director de iconos como 'El quinto elemento' o 'León el profesional' dos imprescindibles le pese a quien le pese- se recrea tanto en la sobreexplicación que, además de aburrir se permite tomarse la licencia de añadir a esta película ya coja de por sí, una crítica social muy pobre y muy mal traída, que no hace más que causar una sensación desagradable de prepotencia que no para de subir y subir.


-Recordatorio: no, más, drogas-


Después de todo, solo nos queda aclarar las cosas. 'Lucy' no es una película sobre la reivindicación de una heroína integrándose en el género de acción, esa mentira se aplicaría mejor a Natalie Portman en 'León el profesional'. 'Lucy' es solo una hora y media de pretensiones pseudocientíficas, que creen que por sonar complejas, son complejas



 Scarlett Johansson apunta una derrota enorme en su carrera y Morgan Freeman aporta normalidad y clase a esta película. Sobrecargada de personajes secundarios, no saben si hacer un homenaje al 'Oldboy' original o tratar de ser la nueva jungla de cristal, quedándose en un muy confuso popurrí de todo lo anteriormente citado. Mejor volver a ver 'Los guardianes de la galaxia' por triste que eso suene.



NOTA: 2,2

Jorge Tomillo Soto-Jove



1 comentario:

  1. Ésta película es muy buena, yo he disfrutado mucho verla, la historia a mi me encanta se me hace muy interesante, "Lucy" me puso en que pensar, Se imaginan si eso pasara? Sería genial que alguien pudiera usar ese 100% del cerebro.

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