Hace poco asistí al estreno de ‘Wonder Woman’
en España y, además del polémico corte de algo más de un minuto —que se rumorea
que es una especie de protesta contra un tráiler del Rey Arturo impuesto por Warner
Bros.— vi lo que nunca pensé que vería en un cine: el tráiler de estreno de una
serie de Tv. Sin subtítulo ni doblaje alguno, eso sí.
‘G.L.O.W.’ es la nueva gran apuesta de
Netflix, esta vez basada en un programa de televisión real con el mismo nombre.
El original ocurrió en 1986 y duró un puñado de temporadas, pero además de
algún nombre y reminiscencias de la estética del original, la producción de
Netflix tiene poco o nada que ver. Y si lo tiene yo no he sido capaz de verlo y
me retractaré abiertamente cuando lo averigue. Tampoco estamos ante el
documental que recogió el origen de esta historia entre 2011 y 2012. Netflix
nos trae directamente un home made en toda regla, tanto que a ratos resulta
algo molesto.
‘G.L.O.W.’ parte de un clásico americano,
la chica de Los Ángeles que quiere ser actriz, pero que va asumiendo poco a
poco que, como muchas otras, sólo es una más del montón. Va de casting en
casting, de decepción en decepción y ya poco o nada le queda por perder cuando,
de carambola se encuentra haciendo una audición para un programa de lucha libre
en la Tv por cable.
Para nuestra protagonista esta será la oportunidad a la que
aferrarse o morir, casi literalmente. Primero fueron los héroes, luego los
villanos y ahora está de moda presentar personajes patéticos.
Es mucho más
fácil identificarse con una persona que realmente pueda parecer que es uno más
en la fila, que con una sonrisa del millón de dólares que encima se presente
como hecho a sí mismo. El caso es que el casting sale adelante y nuestra chica,
junto a otras muy especiales, acaba consiguiendo el puesto contra todo
pronóstico. Si de algo va ‘G.L.O.W.’
es de tópicos, tanto del cine y la tele como de la propia lucha libre.
En este
caso Ruth es a todas luces la underdog de la serie; ese personaje carismático
y que a todo el mundo gusta, pero que la narrativa disfruta torturando con saña
y malaje hasta que consigue sus objetivos, y todos se sienten mucho más
satisfechos. Lo malo es que, como todo en la propia serie, este uso de los
tópicos no termina de calar tan hondo como lo que la ficción nos trata de
mostrar —o demostrar—.
‘G.L.O.W.’ es un extraño caso de uso
constante de topicazos, pero no se puede negar su funcionabilidad. Como siempre
invita Netflix; yo he caído y me he visto la temporada entera del tirón, y no
me arrepiento, pero la sensación de plenitud no es total. Lo que veo en
pantalla y lo que siento no van de la mano. Uno de los mayores méritos de ‘G.L.O.W.’ —uno de los sellos de la casa—
es el reparto. Todas las chicas que ganan un personaje con cierto peso en la
serie —salir más de un episodio— son una bendición. Funcionan bien y hacen que
te quieras interesar mucho más por su historia, pero a la serie le importan un
comino.
Sus personajes secundarios están para rellenar minutos y balancear la
carga narrativa entre la línea principal, entre Ruth y Debbie, y el resto, que
no se le va a dar verdadero calado.
Un claro ejemplo es la chica loba. Cuando
Netflix abrió un poco la ventana hacia su personaje, yo me quedé embobado. Luego,
cuando vi que era un alivio cómico más —dentro de una serie de por sí de
comedia— me sentí traicionado y ‘G.L.O.W.’
perdió de golpe y porrazo el sesenta por ciento de mi atención o más.
Y no es
que fuera únicamente por esta chica, fue por todas las que no eran las
protagonistas. La mayor parte no saldrá media hora si juntamos todas sus
escenas y sus historias tienen tan poca profundidad que casi parece un chiste,
una tomadura de pelo. Lo que sí que tengo que reconocer es que el que duren
media hora los capítulos y que haya diez, es mucho mejor que los cincuenta
minutos y trece capítulos. Punto para la coherencia.
Veremos
los tópicos bien y mal utilizados y el no saber decidirse entre ser una
comedia, o un drama, o una comedia con drama, o un drama con chistes. Nunca
queda claro, para cuando parece que van a tirar en una dirección y definir bien
su tono —mientras ahondan un poco en cada chica, muy poco—, sacan un ramalazo
de algo nuevo, o esperan a que el final de capítulo les de la elipsis necesaria
para suprimir esa sensación de responsabilidad.
Por
otro lado está la propia lucha libre; —además de los cameos varios a los largo de la serie— que en casi toda la trama es poco más que
una anécdota. Para cuando la vemos no es tan impresionante o bien
planteada/ejecutada como podría verse. Tampoco pido que se presenten
malabarismos varios y llaveos en el aire, —o que traten de ser ‘The Wrestler’— básicamente por no romper
la coherencia con el estilo de la época, pero sí esperaba más técnicamente.
‘G.L.O.W.’ es la serie de lucha libre
donde de diez capítulos, tendremos lucha en el primero, el último y escenas
sueltas cortas en el resto. Aunque yo ya pensaba que no venía a ver una serie
de lucha libre, sí que me parecería mejor que se dejase de promocionar como
tal. Como datos curiosos recalcar: la aparición de Johnny Nitro/John Morrison/Johnny
Mundo, llamadlo según la generación de lucha libre que hayáis conocido (que en
la vida real se llama John Hennigan y los más frikis lo conocerán por sus
apariciones en los versus del canal Bat in the sun) y la triste dedicatoria al
fallecimiento de Chavo Guerrero Sr. Con eso se ganaron mi cariño.
Pero
para mi, pese a que la he disfrutado tanto como fan de la lucha libre como en
general, ‘G.L.O.W.’ es demasiado
parecida al funcionamiento de cómo era en un principio ‘Orange is the new black’. Sólo que ‘G.L.O.W.’ es mucho más
conservadora y arriesga menos, por mucho que se venda como la gran serie de
lucha libre femenina. Y, encima, me imagino cómo, en futuras temporadas, irán
expandiendo a sus personajes con cuenta gotas. El modelo de negocio de Netflix
funciona como un engranaje bien engrasado, pero no siempre.
‘G.L.O.W.’ es una serie que se ve muy
bien y muy rápido, pero eso también se puede hacer con un Big Mac. No estoy
diciendo que sea mala, pero tampoco me ha parecido brillante o algo remarcable
por encima de la media. Básicamente porque, sí las oportunidades estaban ahí,
pero se han esquivado deliberadamente para presentar un producto más formal y
apto para ser empaquetado y vendido para una audiencia mucho más masiva. Al fin
y al cabo, como a algunos les está costando asimilar con sus recientes
cancelaciones, Netflix no es una hermanita de la caridad.
Nota: 6,8
Jorge Tomillo Soto-Jove
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ResponderEliminardich vu mua ho hang
mua ho hang
dich vu mua ho
Ship Chứng Từ Đi Dominica