Por qué ya no pongo notas (Opinión) | POPCOKEN

 


Bueno, este día tenía que llegar. Al fin y al cabo este es un tema que me ha picado siempre en la coronilla, ahí donde se quedan los pensamientos incómodos o esa cosa que ibas a comprar y... qué rabia, se fue. Además, me han preguntado bastante más de lo que quisiera el por qué de la ausencia de un valor numérico al pie de un texto de mil o mil quinientas palabras. Así que ¿por qué deje de poner notas?

Llevo escribiendo reviews desde agosto de 2012, de aquella lo hacía como colaborador para un periódico local de aquí y, entre otras cosas (como las mil palabras por artículo) de esa época viene también el asignarle una puntuación al pie a cada review. Era un reclamo sencillo, una forma absoluta y concreta de darle un valor concreto a "una opinión". Un artículo de crítica al final puede dar lugar a confusión para muchas personas, y una nota es esa palmadita a la espalda que confirma que te han leído tu mensaje de whatsapp.


Pronto se fue haciendo un hueco y ganando popularidad. Para mi era una forma de validación a lo que decía en mis textos y, para la mayor, parte una forma de leer en diagonal o saltar directamente a la nota, para compararla así con sus propias expectativas. Hice tops y usé la herramienta cuanto pude, pero mi discurso fue cambiando y ganando filo con los años. Pasando de ser sinopsis ampliadas, a una verdadera forma de expresar qué ofrece esa obra según mi prisma subjetivo.

En ese momento, las notas empezaron a ser una forma amarga de categorizar una experiencia y un discurso. Una película, una serie, o cualquier tipo de obra que haya dejado un poso en uno, puede traducirse en una crítica. Y la nota... invalida esa forma de expresarse. La nota supedita una experiencia a un top competitivo que presupone que todas las obras y experiencias juegan según un mismo canon o liga, donde no se aceptan como validos a los demás, y eso es un error. 

Una crítica no es una forma de excluir a los demás de participar en la conversación. Mis textos no podían ser murallas para callar bocas, ni excusas para levantar la frente un poco más alta que el puñado de personas que pudieran leerme.

La nota se empezó a sentir como un obstáculo para lo que yo quería comunicar, proyectando una imagen de persona dictando a los demás, que estaba totalmente alejada de mi intención. Cuando yo veo algo y creo que puedo decir cosas sobre lo que he sentido trato de buscar las mejores herramientas aprendidas de ver, de leer a otros y de estudiar el medio. Pero ese aprendizaje tiene que sumar al colectivo, no separar personas en clases inventadas por complejos de pene.


 Yo puedo tener la sensación de que mi nota refuerza lo que he dicho y cómo lo he dicho, pero quien me lee va a coger un artículo, que no tiene nada que ver, y pensar/decir: Si esta tenía un 6 ¿cómo le das a esto otro un 8? y yo siempre he tratado de explicar que 'Interstellar' o 'Moana' (por decir dos ejemplos) no se tienen que regir por ese canon, por esa liga donde, por alguna razón, todos tienen que competir, destrozando a quien quede debajo.


Así que las retiré y sí, bajaron las visitas. Era muy fácil consumir la review en base a la nota. Lo he hecho yo, lo has hecho tú y lo haremos todos. Pero la nota es un cierre que se percibe como punta de lanza de la idea, llegando a sustituirla por completo y anulando el discurso, la intención y todo el aprendizaje. Por eso yo quiero que me leáis, por que quiero haceros parte de ese momento en el tiempo que mi cabeza vomita (siempre sin guion, por cierto) en este blog venido a más.

Mi opinión no debería negar las demás sobre una misma obra, ni percibirse como tal. En el momento en que el mundo interior de una persona choca contra esa obra/producto se genera una realidad única y temporal, venida de todo lo que ese alguien lleve dentro. Mi opinión debe ser consumida y/o respetada por méritos propios, venidos de lo que a ti te transmita mi texto y no del título de crítico, ni de un valor numérico absoluto que cierre la conversación con un matasellos.

Ahora espero poderos comunicar mi visión y percepción de aquello que consumo y llama mi atención. Por que no hay nada como esa maravilla de sensación de que te llene una obra o medio. Esa chispa dentro que te hace querer contarle al mundo que has visto una película y que te ha transportado, durante dos horas, a un sitio que quedará para siempre grabado en tu memoria. Un sitio que, en diez, quince o cincuenta años recordarás y pondrá tus pelos de punta. 

O uno que despierte sensaciones amargas, pero no es menos porque alguien que se anuncie como crítico diga que es una pasada. La opinión del crítico debería alejarse de los totalitarismos y lanzar huecos que tú rellenas con tu gusto, forma de ser, humor, etc. Es ahí, en esa complementación cuando todo lo que haya dicho, con florituras o técnica cobra vida y fuerza. Es ahí cuando merece la pena seguir escribiendo aquí cada semana, porque una buena crítica lleva a estudio y debate, a despertar una emoción. Lleva a ser parte de la experiencia y así debería ser. Bueno, al menos así lo vivo yo y mientras tanto seguiré soñando con que, alguien, algún día diga de mi con orgullo "ahí va el chico de Phill" mientras me recuerda con una sonrisa.


Gracias a todos los que estáis ahí cada semana para leerme y apoyarme, y gracias a los que llegan y me leen. Gracias a todos. Más la próxima semana.

PD: Ya puedes dejar de preguntar, Robert. 

Jorge Tomillo Soto-Jove

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