-75 años después, Superman reconstruye sus orígenes a puñetazo limpio.-
-Mi retrato de Henry Cavill-
Hace 75 años nació el padre de todos los superhéroes, el más poderoso hombre de ficción jamás creado; nació Superman. Hay símbolos distintivos que todo el mundo reconoce. Cuando aparece una red sobre un fondo rojo, identificamos a Spiderman sin que nos lo pregunten. Si vemos un hombre musculado con la piel verde, reconoceremos a Hulk. Y si contemplamos un hombre vestido de azul con una capa roja, solo con eso sabremos que es Superman.
Ante el fracaso estrepitoso de 'Superman Returns', que intentaba
relanzar la saga de Christopher Reeve, y ante el super éxito de 'Los vengadores' por parte de Marvel,
obtenemos ahora una respuesta. 'El hombre
de acero' tiene por misión poner de nuevo a DC en la competición,
construyendo un puente a 2015 para derrotar a 'Los vengadores 2'.

Tras una apoteósica batalla en
Krypton, la película pierde fuelle de forma irracional. Todo el ritmo que
pudiera haber tomado la odisea/prólogo de Russell Crowe, palidece bajo un
desorden argumental tan agobiante como confuso. Se pretende dar a la historia
una aire de complejidad y sofisticación que realmente no tiene. Desordenar una
historia con bajezas no la hace más completa.
Yo pensaba que teniendo como
productor a Christopher Nolan -padre de la mejor trilogía de Batman y de
superhéroes de la historia- y como director a Zack Snyder, director amante de
las escenas en slowmotion, presente en películas como '300' o 'Watchmen' -esta
segunda una digna rival para 'Batman el
caballero oscuro' como mejor película de superhéroes de todos los tiempos- nada
podría fallar. Esperaba que saliera una película que te hiciera plantearte cuestiones
de calado moral bastante hondo, no una película que malconstruyera
sentimentalismos incompletos en un personaje que nunca los tuvo -al menos en lo
que al cine respecta-.
Si bien es cierto que se trata de la primera vez que Superman
duda o padece angustia, ello no es necesariamente bueno si no se hace bien. Y,
en mi opinión, en esta historia únicamente han intentado introducir elementos
que funcionaron en otras ocasiones esperando que encajasen bien una vez más.
Como ejemplo podríamos referir la innecesaria detención de Superman -esposado
incluso-, que se asemeja bastante a la captura del Joker en 'Batman el Caballero Oscuro'; o las
batallas destruyeciudades, que salieron con fortuna en 'Los Vengadores', pero que aquí dejan con sabor a poco. Hay
moralina en este Superman con la ropa interior por dentro, sí, pero no es para
nada compleja.

En resumen, esta película tiene
muchos puntos positivos. La BSO, pese a que casi ninguna de las mejores piezas
es composición de Hans Zimmer -a quien se atribuirá el mérito igualmente- es lo
mejor que tiene este nuevo hombre de acero. Su dirección y composición
argumental opacan los increíbles efectos especiales, mal distribuidos en la
trama, así como los momentos límite, que o van todos de golpe o no van. En
contraste con la sentida actuación de Cavill está la soporífera y poco lucida
actuación de Amy Adams, que no vale gran cosa como Lois Lane, personaje
insoportable por su exagerado don de la ubicuidad. No se sabe cómo, pero
siempre está en el ojo del huracán para ser la víctima que Superman ha de
rescatar.
Destacar algunas curiosidades
para acabar. Toda la peli parece un homenaje a J.J. Abrams, ya que está plagada
de esos fogonazos de luz que el director de 'Super
8' adora. Durante la batalla, en la mitad de la cinta, Henry Cavill se
enreda con la capa. Russell Crowe necesitó cuatro meses de gimnasio para bajar
de peso. Amy Adams ya había intentado ser Lois Lane sin éxito. El filme está
plagado -casualmente- de referencias fálicas que no es preciso rebuscar para
encontrar. Mejor dejar sin comentar el extraño papel de Kevin Costner -que,
pretendiendo ser una figura paternal y moralizante con su conservadurismo,
sucumbe en un llamamiento de atención al público tan innecesario como victimísta-
o estaríamos varias semanas hablando de 'El
hombre de acero'.
BANDA SONORA ORIGINAL (BSO)
NOTA: 7,2
Jorge Tomillo Soto-Jove
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