-Un eco de lo que podría haber sido.-
En
2005 Stephenie Meyer publicó un libro que iba a marcar a toda una generación. Era
el inicio de la saga de vampiros más popular de este milenio, por exagerado que
suene. Miles y miles de libros vendidos convirtieron esta historia escrita en
algo más. En 2008 se estrenó en los cines de todo el mundo 'La saga Crepúsculo'.
Una de las escenas más famosas es aquella en
que los dos protagonistas se observan en un principio, cada uno a un lado del
comedor del instituto, ocultando las ganas de conocer lo que tienen enfrente y
de descubrir los misterios que el otro oculta. Edward Cullen (Robert Pattinson;
'Agua para elefantes', 'Harry Potter y el cáliz de fuego' y 'Recuérdame') y Bella Swan (Kristen
Stewart; 'The Runaways', 'Blancanieves y la leyenda del Cazador'
y 'The Messengers') se enamoran
perdidamente, pese a todas las contradicciones que esto implica para sus respectivas
especies -vampiros y humanos- , pero no todo será fácil para ellos. El elemento
de distorsión en esta historia será un joven llamado Jacob Black -hombre lobo
de condición- (Taylor Lautner; 'Sin
salida', 'Historias de San Valentín'
y 'Doce fuera de casa') que
establecerá un triangulo amoroso entre los tres, siendo Bella el centro del
mismo.
Este
panorama se ve muy lejano al retomar 'Amanecer'
en esta segunda parte. El método 'Harry Potter' ha funcionado a la perfección.
Escogieron a un grupo de actores muy jóvenes que han ido creciendo y madurando
con el paso de los años, dando a sus personajes cierto realismo físico y
coherencia que ellos, quizá por el hecho de ser tan jóvenes, no saben imprimirle
con su calidad actoral. Sobrevolamos las arboledas tan clásicas de la saga. Los
paisajes se han convertido en signo identificativo de estas películas y no es
de extrañar. Su espectacularidad salta a la vista y es indiscutible, aunque esto
no es solamente una baza estética, es también una carga para el equipo creativo.
En la mayor parte de las escenas de vampiros corriendo por el bosque, sus
cuerpos aparecen descoordinados por la velocidad a la que corren. Este defecto
visual lo arrastra la saga en todas las cintas. Tras los créditos basados en la
temática de la nieve y la sangre, vuelve la historia: Bella estrena sus ojos
rojos -sharingan-., los poderes vampíricos se van explicando a lo largo de la cinta, unas
veces de forma coherente y otras de una forma que peca de fantástica y hace
perder el interés con facilidad, ya que suena demasiado tópica.
Tras
intentar adaptarse a su nueva forma de ser, tratará de poner las cosas en orden
visitando a su hija recién nacida. Este,
en concreto, es uno de los errores más graves de la última entrega de la serie.
La niña nace bajo una condición especial: cuando su madre se queda encinta aún
es humana, pero durante el parto se ve obligada a convertirse en vampiresa para
poder soportar un dolor fuera de lo común. Por esta suerte de características,
la hija de Bella y Edward nace medio humana y medio vampiro.
Por ello pierde
por el camino la inmortalidad, pero también la mortalidad. Su crecimiento es
más rápido que el de un humano normal, pero sigue siendo vampiresa y mortal.
Para tratar de recrear este proceso de supercrecimiento, el equipo de 'Amanecer parte II' decide utilizar la
tecnología digital. Los precedentes traicionan nuevamente la saga: los efectos
especiales son tan primitivos que la niña parece un maniquí desubicado de
tiempo y lugar, su rostro nunca llega a parecerse en nada al de un bebé normal.
-Enserio, ABERRACIÓN-
Como
detalle curioso, remarcar que Robert Pattinson reconoció en una entrevista que
las escenas de sexo le parecían ridículas debido a que, pese a tener una fuerte
carga de erotismo, era preciso adaptarlas para un público menor, quitándole así
casi todo su interés y realismo para mostrar el encuentro sexual bajo todos los
tópicos idílicos posibles.
La
condición de la niña será el pilar argumental del último capítulo de 'La saga Crepúsculo'. Los vampiros
ajenos a la familia Cullen creen que la niña es inmortal y eso es un crimen
para ellos, porque los niños vampiros no controlan sus impulsos asesinos y
permanecen siempre en ese estado. Con su existencia puesta bajo amenaza, la
familia Cullen pide favores a viejos amigos que se unen con cuentagotas a la
batalla final. En cierto punto de la historia, de manera repentina, los
vampiros van desvelando poseer determinados superpoderes más apropiados para 'La patrulla X' o para 'Spiderman'. Algunos pueden controlar
los elementos, otros arrebatar los sentidos como hiciera Saga en el anime 'Los Caballeros del Zodiaco', incluso atacar
con corrientes eléctricas o causar dolor a distancia -como hace el personaje de
Dakota Fanning-.
-Dakota Fanning como una Sith Vampiresa con poderes más-
El tono romántico-realista en que se habían balanceado todas
las entregas desaparece bajo la premisa del enfrentamiento Cullen-Vulturi,
donde unos quieren defenderse de un delito que no cometieron y otros parecen
simplemente desear un enfrentamiento a toda costa.
Para
los fans del libro original, 'Amanecer
Parte II' ofrece muchas razones para salir a disgusto debido a la inventiva
de los guionistas. No siempre aciertan al añadir modificaciones, en tanto que
algunas veces dan profundidad y otras hacen pender la historia de un hilo.
Para
los fans de las películas, debe destacarse que los efectos especiales siguen
tan bajos de presupuesto como el primer día, llegando a verse ridículos en
demasiadas escenas, circunstancia muy extraña en una saga de películas con
recaudaciones multimillonarias -de récord- a lo largo de todo el planeta. ¿Era demasiado
pedir una inversión importante de capital como se hiciera con Harry Potter? Al
parecer, sí. Para todos, que quede claro: este es el final de la saga. Unos se
alegrarán y otros llorarán, pero lo que es seguro es que decimos adiós a una de
las sagas más populares de esta última década, guste reconocerlo o no.
Nota: 5,1
Jorge Tomillo Soto-Jove
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