-Hilarante exceso de monería-
Tenemos hoy en Popcoken la continuación de 'Gru mi
villano favorito'. Pese a que coincidiera en taquilla con el estreno de 'Star Trek 2' -con bastante retraso,
siendo el blockbuster que es- de la cual lo más interesante es la
interpretación de Benedict Cumberbacht (se ha coronado al rediseñar a Sherlock
Holmes en la carismática serie, de una hora y media de duración por capítulo, 'Sherlock', y que apareció en 'El Hobbit parte II: la desolación de Smaug') .
De tan popular que se está volviendo, a un servidor le ha causado cierto
desagrado, aunque, no parece que fuese a ser ningún lastre para 'Gru 2'. Decidido a olvidar debates absurdamente largos sobre si 'Star Trek' o 'Star Wars', me propuse buscar el siguiente estreno más interesante.
Así es cómo hoy he llegado hasta aquí.
Nada más comenzar, olvidándonos
rápidamente de J.J. Abrams y sus haces de luz hirientes a la vista, así como de
su innecesaria sensiblería (claro ejemplo es la decepcionante 'Super 8'), nos metemos con premura en
un cuidadísimo -y caro- diseño. Todos los detalles están mejor que nunca.
Universal Pictures ha dado en el clavo y lo ha mejorado. El apartado gráfico
está mejor que en la primera parte y bastante mejor que en las últimas entregas
de Pixar (como 'Brave', de la que
solo brillaba el pelo de su protagonista y palidecía TODO lo demás).
Es cierto
que, posiblemente, 'Monstruos University'
-la primera precuela de Pixar- haya conseguido un mejor acabado, pero repite
los errores de 'Brave' (buen acabado,
trama floja), mezclándolos con una historia de supuesto redescubrimiento
personal que más bien parece 'American
Pie' para niños.
Un misterioso villano entra en
escena atacando un secreto fuerte ruso, que no debía de ser tan secreto, y roba
todo lo que en él encuentra, incluido el propio centro. Entrados en esta
situación de sumo riesgo internacional, la agencia anti villanos -a falta de un
héroe a mano- decide mandar a la pelirroja novata -de quien hablaré más
adelante-
-Hazme caso ¡QUE ESTOY MU' LOCA!-
a secuestrar a Gru, villano de fama internacional que ha fundado una
familia moderna con tres niñas que son toda una ricura -menos la mayor, que es
una sosa- y que reúne el perfil, mejor que cualquier agente en nómina, para dar
el callo contra el mal. Tan importante no sería... Gru acepta y se marcha con
las mismas manifestando cierta prepotencia, que queda bien.
A estas alturas, gran parte de
los niños del público, tanto como yo mismo, no saben bien qué hacer. Dejando a
un lado la larga lista de referencias a escenas de cine paródicas y los guiños
a ciertos grupos musicales, ni los niños ni yo sabemos cuándo reírnos. ¿Motivo?:
una estructura narrativa adulterada por la popularidad sobreexplotada de los "minions".
Si no apareciesen, la película duraría la mitad o menos.
Tienen tantos gags
individuales que llega a resultar fatigosa. Cada cinco minutos hay una escena
suya que, algunas veces, no tiene nada que ver con la trama. Está bien colocar
momentos de humor con alta frecuencia, pero romper la estructura así, para
meter clips de minuto y medio o tres minutos que perfectamente se podían haber
presentado como cortos promocionales -algunos ya fueron usados así, de modo que
varios chistes están manoseados- o, simplemente, como cortos para las copias en
formato domestico, parece, cuando menos, precipitado.
Sin embargo, Universal ha
explotado el efecto de ternura y bonhomía que desarrollaron los "minions"
en la primera parte, con su forma de hablar y su enternecedor aspecto, hasta la
extenuación. En ciertos momentos, llegan a parecer los protagonistas de la
cinta; tanto es así, que se ha anunciado una película ÚNICAMENTE protagonizada
por ellos (recemos porque Gru no muera como Rayman, bajo unos personajillos
presuntamente adorables que acaben por robarle el sitio).
Durante toda la trama, las niñas
nos presentan el dilema de vivir con un padre soltero y la necesidad de una
figura femenina en la familia. Los cálculos salen solos. La nueva incorporación
a la saga viene doblada por la enchufada Patricia Conde, que realiza un trabajo
pésimo de doblaje con Lucy. Nos hace verla descoordinada en todo momento, tanto
en el movimiento de sus labios como con las emociones que el personaje expresa
pero su voz no refleja. Este defecto -falta de profesionalidad- hace que el
desarrollo del personaje resulte poco creíble, pantanoso y cansino, siendo casi
al final donde terminamos acostumbrándonos a la voz de Lucy.
Como curiosidades, destacar la
presencia de ciertas caracterizaciones de personajes que otro expectador más
extremista podría calificar como racistas. ¿Tenemos que incluir un personaje
mexicano en la trama?. Muy bien, hagamos que, además de ser un súper malvado
sin escrúpulos, lleve la bandera de México tatuada en el pecho vista a través
de una máscara de lucha libre mexicana, y que tenga un restaurante de nachos y
comida mexicana. Todos estos clichés, sin necesidad de ahondar en el físico del
personaje.
Para acabar, repasar el conjunto
de 'Gru mi villano favorito 2'.
Tenemos una aventura mal balanceada por unas rupturas de ritmo que no vienen al
caso y que terminan por cansar. Esta oda a la familia disfuncional trata de
hacernos pensar sobre los niños adoptados y las necesidades que pudieran
surgirles a medida que van haciéndose mayores, y cómo algunos padres, como Gru,
tienen que acostumbrarse a que su hija salga con un chico muy mexicano,
conteniendo sus ganas de asesinarlo por robarle a su niña.
Acabamos por
entender que, tarde o temprano, todos tenemos a alguien especial con quien
aprender a sobrellevar nuestros problemas. Siempre habrá una persona diferente
con quien todo lo que hagamos nos parecerá más liviano. Así, incluso ser un
villano y un héroe al mismo tiempo llega a parecer algo fácil. Se es familia no
necesariamente por la sangre, sino por los lazos que creamos unos entre otros.
Eso nadie te lo podrá quitar. Gracias a Gru, sus pesaditos "minions"
y sus niñas -menos a la mayor- por esta valiosa lección.
Nota: 5,8
Jorge Tomillo Soto-jove
Jorge Tomillo Soto-jove
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