El amanecer del planeta de los simios.


-Segunda primera parte, sin James Franco-

En 1968 se estrenaba en las salas de cine la película 'El planeta de los simios', protagonizada por Charlton Heston. El guión original fue descartado por parecerse demasiado a la novela en la que se basaba, escrita por Pierre Boulle. Su producción suponía un desafío económico demasiado elevado para la productora en aquella época. Aún con el recorte, la película fue todo un éxito, marcando un hito en la historia del cine que nunca podría pasarse por alto al revisar las películas más influyentes de todos los tiempos, por no hablar ya del género de ciencia ficción. 



Su éxito se debe a las mismas directrices que 'Psicosis' de Alfred Hitchcock: su impacto visual resultaba tan perturbador que se ganó su sitio en la historia desde ese momento. Los problemas llegaron después.



Cuando una franquicia se vuelve exitosa se sacan secuelas para volver a alcanzar ese éxito comercial y, por lo tanto, se descuida todo lo que no sea hacer dinero. En las siguientes cuatro secuelas, cada una más fácil de olvidar y difícil de digerir que la anterior, la franquicia ha ido muriendo ante la mano negra de la codicia.



Incluso se intentó con una serie de televisión que fue cancelada en su primera temporada -y con una de dibujos que consiguió un mínimo éxito-. Hasta se encargó reflotar el proyecto a un Tim Burton que ya venía haciendo aguas, pero que encajaba perfectamente con la idea de estas secuelas: vender, vender y vender.


- Tim 'el sobrevalorado' Burton-

Que es prácticamente lo único que preocupaba entonces a Burton y lo único que le preocupa ahora. Por mucho que quiera seguir perpetuando esa imagen caduca de incomprendido, que deja de funcionar cuando se llega a tener más de cuarenta años.


-Burton Intentado reflotar lo irreflotable-


Tras el fracaso que supuso el reinicio liderado por Burton -cuyas secuelas, ya planeadas, se cancelaron debido a su estrepitoso resultado en crítica- todos pensábamos ya que la franquicia descansaba a varios metros bajo tierra, hasta que 'El origen del planeta de los simios', capitaneada por James Franco, golpeara fuertemente la taquilla en 2011. El problema seguía siendo el mismo, ceder la calidad artística de la original de 1968 al más descerebrado de los instintos comerciales bajo el pretexto de una saga de precuelas, cuyo verdadero objetivo es el de siempre; dinero, dinero y más dinero.



Así pues, con todo en contra y todo a favor para volverse una película prescindible más, un servidor fue al cine a ver la película que rellenaba esta insulsa semana de verano cinematográfico. El entretenimiento no está asegurado -en esta época- para un público mínimamente exigente.



 Nada más comenzar, el espectador encuentra en una contraposición la mayor virtud de la cinta y el mayor error de todos: su intención. Al arrancar la película, una rápida y mal contada escena de crédito resume el final de la anterior película y conecta con la que estamos viendo. Hace, así, que diez años del argumento transcurran en dos minutos, hasta que nos encontramos de lleno con la mejor escena de la cinta.



 Los ojos de César, simio líder de la revolución, miran fijamente a la cámara mientras esta se aleja con discreción. El plano se va ampliando y, además de la pintura de guerra en el rostro del simio, somos capaces de escuchar su fuerte y profundo respirar, entremezclado con el caer de la lluvia y la aparición discreta de -uno tras otro- todo un grupo de simios armados. La contraposición de estas dos escenas es exactamente lo que define a esta franquicia. 'El amanecer del planeta de los simios' es, por ahora, la cinta de esta saga que tiene mejor acabado y mayor presencia -logro que consigue con gran mérito, si asumimos su predecibilidad-.



 Al igual que hiciera 'X-Men dias del futuro pasado', esta entrega de la revolución simia asume que, para impresionar a un público que lo ha visto todo en el campo de los efectos especiales, no se le puede sorprender con otra nueva dosis de efectos especiales genéricos. No servirá esta vez el destruir una ciudad gigante o mundos enteros. Lo que realmente plantea esta idea es focalizar los esfuerzos digitales en puntos concretos, sin tratar de abarcar tanta opulencia visual repetitiva.



En esta entrega, los humanos pretenden sobrevivir y los simios quieren evolucionar en paz. Habrá un choque de intereses, pero eso no llevará a un conflicto directo. Nos conducirá a una interacción entre las dos facciones, desarrollando ambas sus miedos y sus puntos fuertes. Incluso se pueden llegar a obtener varias lecturas sociales y políticas del desarrollo de la trama y sus personajes. Pero todo esto se ve eclipsado por la desvinculación casi completa respecto de la primera parte: 'El origen del planeta de los simios'.


-'Ape not kill Ape'-

No es únicamente que no se justifique dónde fue James Franco, es que ni siquiera se explica cómo la humanidad superó la última década. La mayor explicación que se ofreció estaba basada en una serie de web-episodios (cada uno autoconclusivo) donde se perfilaba que el virus mataba a mucha gente y que era muy malo para los humanos. Uno llega a tener la confusa sensación de que se encuentra ante una segunda parte que debiera ser la tercera, como si faltase una película en el medio.



 O bien como si 'El amanecer del planeta de los simios' fuese un nuevo reinicio-precuela de esta saga -de la que no es necesario destacar el trabajo de Andy Serkis bajo las mallas del diseño 3D-.




En definitiva 'El amanecer del planeta de los simios' es más una mejor primera parte que una secuela. De seguir dando saltos así en la línea temporal, los dos mil años que viajó Charlton Heston para dar con los simios en el futuro se le pasarán a esta generación en poco tiempo.


-Gary Oldman pasaba por allí, sin pena ni gloria y con otro doblador-

La película se balancea entre un acabado visual imponente que vuelve a traer esos sentimientos perturbadores a la mente del espectador, quien, al tiempo, es introducido en el conflicto con buenas intenciones consumidas nuevamente -pero en menor medida esta vez- por el deseo comercial. 

Nota: 7,7

Jorge Tomillo Soto-Jove


RECOMENDACIÓN: SI SE QUIERE VER LA PELI NO VER EL TRAILER.

No hay comentarios:

Publicar un comentario