Vampire Academy


-Harry Potter con vampiros-

En una de esas  ocasiones en las que un servidor tiene el placer de ver una película en pantalla grande,- acompañado de una dosis generosa de palomitas y coca-cola-, es imposible evadirse de ver los trailers -a menos que se haga como un amigo mío; que se tapaba los ojos durante su proyección- y entre cantidades ingentes de molesta publicidad, a veces una o dos películas atraen la atención de este humilde espectador.


-Imagen resumen de la peli-


De esta forma 'Vampire Academy' llegó a mis ojos, y esperando ver una mala reinterpretación de 'La saga Crepúsculo' me topé con el despertar de mi curiosidad. Esta nueva saga de vampiros adolescentes resaltaba por deshacerse del tono sombrío e innecesario, y mal justificado, exceso de drama. Así pues, acometí la tarea de ver, analizar y juzgar 'Vampire Academy', el reencuentro de los vampiros con el cine adolescente.



La historia comienza con dos adolescente en fuga: una chica morena llamada Rose Hathaway, que cerca de cumplir los dieciocho años y aparentar los treinta, se ha coronado a sí misma como la defensora de la segunda protagonista; Vasilisa Dragomir. Vasilisa Dragomir o Lissa, chica rubia de unos diecisiete años, con apariencia de haber pasado los treinta y tantos, llega a la conclusión -con su amiga Rose- de que estarán ambas más seguras fuera de la academia en la que estudian que dentro.


-Todo muy casual-


Toda esta sensación de paranoia viene de que Lissa es miembro de la realeza, concretamente la última de su nombre ya que sus padres murieron en un accidente de tráfico. El quid de la cuestión viene dentro de ese mismo coche. Rose, su amiga del alma, también estaba en ese coche. El hecho de haber sido las únicas supervivientes les da un vínculo que solo ellas dos podrían desarrollar, pues ambas son vampiresas.


-Bienvenidos a Hogwarts-


Las diferencias que existen entre ellas es lo que las hace estar tan unidas, Rose es vampiresa, pero de género Dhampir. En el momento de la película en el que explican las direrencias de clases es casi el único donde el público tiene que prestar un mínimo de atención, el resto, serán palomitas mascadas envueltas en un halo ineludible de predictibilidad. Pues bien, Rose es una Dhampir, o una versión de vampiro que casi no es un vampiro.



 No tiene ninguna característica vampírica, excepto las propias de una heroína: fuerza y resistencia. Rose ni si quiera es sensible a la luz del día ni tiene colmillos propios y no tiene tampoco por qué beber sangre. Por estas características más humanas que vampíricas, el resto de vampiros -con todas las de la ley- consideran a los Dhampir una especie de clase baja (casi como los 'sangre sucia' en Harry Potter, solo que aquí los llaman 'puta de sangre' ) Los otros vampiros, se llaman Moroi.

-Super casual y super adolescente todo-


 Tienen todos los rasgos de los vampiros clásicos con unas ligeras diferencias; la luz del sol les hace daño, si, pero no les mata, es más una ligera molestia. Necesitan beber sangre, pero tienen su propio circuito de donantes humanos voluntarios de los que comer cuando sea necesario. Además tienen poderes mágicos.



Aquí la peli se lía un poco, tan pronto te dicen que hay magias comunes como lanzar fuego/agua o manipular el aire como que cada uno tiene sus magias concretas, va cambiando a conveniencia del guión. El problema es que el clasismo se debilita cuando descubres que los Moroi, la élite vampírica, necesita a los Dhampir como guardianes -y además los entrenan para ello- pues físicamente los Moroi son débiles y usar la magia los vuelve aún más débiles y vulnerables.


-Las amigas ya no se hacen selfies, se donan sangre-


Por eso, tras el accidente, Rose encarrila su vida para proteger y servir a su mejor amiga, la Princesa Vasilisa, de los malos de turno. No podía haber cuento sin malos. Existe otra rama principal de vampiros, que son los oficialmente malvados. Estos son los Strigois, vampiros en toda regla del término; asesinos, aciagos bebedores de sangre y fuertes como golems. Su única debilidad es que se les clave una estaca de plata en el corazón.

-Las chicas y amigos se van de compras-


Con todos estos elementos sobre el tablero, se construye esta historia de aventuras que bien dirigida debiera haber durado dos horas y cuarto como poco. Ante la sensación general que denota su dirección; ni el equipo creativo se la tomaba demasiado en serio. La historia, por supuesto, está basada en una serie de seis libros que llegarán al cine -supone este servidor- si la primera entrega no fracasa demasiado.

-Eso ¿es Hogwarts?
-No.
-Pero..
-Shhh.

Uno de los errores esta saga, es que roza continuamente el plagio. Bebe tanto de elementos de Harry Potter, que no es capaz casi de contar una historia propia. Es como si hubieran tomado Hogwarts, a Voldemort, los magos puros de raza contra los 'sangre sucia' nacidos de humanos no mágicos y la estructura completa, y lo hubieran descontextualizado todo. Harry Potter, si algo hacía bien -al menos las tres primeras películas y las dos últimas- era recrear perfectamente un universo de magia paralelo al nuestro y que resultase creíble. Las historias de Potter se sostenían porque eran fieles a sí mismas y no trataban de abarcar demasiado.



El problema de 'Vampire Academy' es que se nos presenta como una típica comedia americana en el trailer y luego intenta ser, al tiempo, una historia de vampiros, una historia de magia y una historia de reencuentro adolescente. Trata todo el tiempo de situar la historia en un plano cultural actual con referencias pop por todas partes, mientras traslada la pobre historia a un plano antiguo y puramente europeo con una base rusa injustificada.




'Vampire Academy' es nada más ni menos, que una historiera de instituto. Está plagada de pinceladas incoherentes de un mundo mágico que no acaba de cuajar en el tono general de una película, que no llega a creerse su propia historia.

-Drama everywhere-


 Haciendo así aguas cada vez que intenta sentar las bases de cualquier trama o concepto. Es una peli para niños, adolescentes crédulos y poco más.

NOTA: 5,1

Jorge Tomillo Soto-Jove


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