-La guerra fría de la moda-
El
pasado 14 de agosto se estrenó a nivel internacional ‘Operación U.N.C.L.E.’ (‘The
man from U.N.C.L.E.’), una adaptación de la serie televisiva que se
emitiera entre 1964 y 1968, y que Warner Bros ha logrado estrenar pese a una
odisea de dificultades. Su nombre viene dado por un acrónimo de United Network Command for Law and
Enforcement (Comando de Red Unida para la Ley y la Ejecución), que también
hace referencia al protagonista americano; un agente del tío Sam, en pocas
palabras. Un chiste con poca gracia.
La
idea original de esta adaptación viene del año 2011, pero en 2012, debido a
limitaciones de presupuesto –la Warner lo quería mantener por debajo de sesenta
millones-, el que iba a ser director, Steven Soderbergh, se bajó del barco.
Pese a las limitaciones impuestas, la Warner volvió a insistir en la producción
de ‘Operación U.N.C.L.E.’ en 2013,
esta vez con Guy Ritchie en la silla del director. El director de películas
como ‘Snatch’, ‘RocNRolla’ o ‘Sherlock Holmes’ (con Robert Downey
Jr.), se quedaría finalmente con el puesto.
Mucho más difícil fue para la productora
encontrar a un hombre que aceptara ser Napoleón Solo, el co-protagonista espía
americano. En un principio George Clooney casi fue Napoleón, pero acabó por
dejarlo debido a problemas de salud. Después de Clooney tantearon el papel del
espía la siguiente lista de actores: Joseph Gordon-Levitt, Ryan Gosling,
Channing Tatum, Alexander Skarsgård, Ewan McGregor, Robert Pattinson, Matt
Damon, Christian Bale, Michael Fassbender, Bradley Cooper, Leonardo DiCaprio,
Joel Kinnaman, Russell Crowe, Chris Pine, Ryan Reynolds, y Jon Hamm.
Rumores o
no, dieciséis nombres después también Tom Cruise renunció al papel para
involucrarse de lleno en ‘Misión
Imposible V: Nación Secreta’, jugada que, vista a día de hoy, fue una buena
decisión. Finalmente, Henry Cavill (‘Superman:
El hombre de acero’) se alzó con el papel.
Toda
la anterior parrafada sirve para un propósito concreto: explicar que, cuando se
está viendo la película, pese a llegar a disfrutarla, uno se queda con una
extraña sensación. Una de esas sensaciones que dejan las películas que
arrastran una producción tortuosa y accidentada (como puede ser el caso de ‘Ant-Man’ o ‘Jurassic Park III’ ).
Todo parece estar bien en pantalla, pero hay
algo que no entendemos del todo que se empeña en decir lo contrario. Con ‘Operación
U.N.C.L.E.’ ocurre lo mismo: sin terminar de causar desagrado, la película
llega a resultar casi anodina.
A
nivel argumental, ‘Operación U.N.C.L.E.’
nos lleva de vuelta a la guerra fría, concretamente a los albores del muro de
Berlín. Allí conocemos a Napoleón Solo, un ex-soldado que terminó su carrera
vendiendo obras de arte robadas en el mercado negro. Cuando fue atrapado, la
CIA decidió pedirle cuentas alistándolo en sus filas, debido a sus tremendas
dotes como soldado y como ladrón (ya asoma el tópico del “mejorismo” americano,
donde, casualmente, el protagonista es presentado como el mejor del mundo en lo
suyo).
Eso es lo que le ha llevado a tener que encontrarse con el personaje de
Alicia Vikander(‘Ex Machina’). Mediante
el rescate de esta joven, Solo tratará de llegar hasta el padre de la misma,
quien está trabajando para un grupo nazi encubierto que planea lanzar dos nuevas
bombas atómicas, esta vez contra suelo americano.
Por el camino se cruzará con
el actor Armie Hammer (‘J.Edgar’ y ‘El llanero Solitario’), que dará vida al
agente del KGB Illya. El núcleo central de la película recaerá sobre los
hombros de los personajes de Cavill, Vikander y Hammer, que tendrán que unir
sus fuerzas por el bien común pese a las diferencias políticas entre Solo e
Illya. El filme ya denota pronto una de sus faltas graves, la cual explica
totalmente por qué ha sido una mala idea esta adaptación.
Puede que, en la
época en que la serie de televisión viera la luz, plantear que agentes de la
CIA y del KGB tuvieran que colaborar en varias misiones por el bien común
pudiera resultar un aliciente poderoso para la historia, pero, a día de hoy, la
trama deja a la película algo coja y al espectador intentando averiguar de
donde viene tanto revuelo.
‘Operación U.N.C.L.E.’ es una película
sobre espionaje, villanos estereotipados y todo tipo de cachivaches sumamente
tecnológicos y ocurrentes, pero parece escrita por un redactor de la revista
GQ. No es algo malo, pero resulta extraño que buena parte de los gags del filme
se basen en pullitas entre los espías protagonistas sobre a cuál de los dos le
sienta mejor el traje, con qué cinturón se combina qué vestido y demás
ocurrencias que, sin llegar a resultar amaneradas, sí que terminan por parecer un
tanto fuera de lugar.
Como
no podía ser de otra forma, a Cavill y Hammer se les opondrá un grupo de
villanos enmarcados y vestidos de todo tipo de tópicos y clichés, pero, a fin
de cuentas, acabaremos por olvidarlos a todos y centrarnos en Victoria.
Interpretada por la imponente Elizabeth Debicki (‘El Gran Gatsby’), Victoria resulta creíble como personaje
precisamente por la actriz que la encarna.
Si no tuviéramos en pantalla la
penetrante mirada de Debicki, que bien podría parar una nación o dos, la
villana perdería todo tipo de interés frente al carisma y el estilo de
Cavill y Hammer. Pero si algo tiene ‘Operación
U.N.C.L.E.’, es elegancia.
Puede que su trama no sea la más interesante ya
que, a decir verdad, menos tres escenas concretas que rozan la excelencia -bocadillo,
motos en la lluvia y niño atormentado- el resto del filme carece casi
completamente de interés y sólo cumple por su ingenio y tremenda visualidad.
Puede que no haya grandes actuaciones o que el doblaje, en casos como en el de
Hammer, resulte muy extraño -y perturbador-.
Pero si algo no se le puede negar
a Guy Ritchie es haber conseguido traer a la pantalla un imposible e inocuo
filme, que es el culmen de la elegancia en el cine de espías.
Nota: 7,4
Jorge Tomillo Soto-Jove
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