¿Por qué ‘Seven’ no es una GRAN película?
Antes
de empezar esta reflexión/crítica, tengamos en cuenta que a un servidor le
encanta la película en cuestión y que esto no es una forma directa de crítica,
si no, más bien una reflexión sobre su contexto. Bien, adelante.
‘Seven’, estrenada en 1995 —sí, ya han
pasado 22 años—, es una película que todos conocemos o hemos visto a partes
por la tv en alguna ocasión, de no ser así, deja de leer esta reflexión en este
mismo instante. Este thriller policiaco redundante en su oscuridad y atmósfera
cargante, parte de la clásica pareja de policías polarizados, donde un joven
con cierta experiencia tiene que adaptarse a un hombre que estaba cerca de
jubilarse. Brad Pitt ejerce aquí del testigo mediante el cual el filme pretende
introducir al espectador en su juego y Morgan Freeman es la verdadera identidad
de la película.
Pero el guión o puede que David Fincher, aún no lo tengo claro
del todo, se empeñan desde el principio en llevar al espectador de la mano y
avisarle de las posibles piezas de lego, repartidas por el suelo, para que no
las pise. Tampoco resulta tan extraño cuando averiguamos que el escritor es el
mismo que el de ‘Sleepy Hollow’ o la
versión de 2010 de ‘El hombre lobo’.
Podemos
ser conscientes de esto, cuando, ya temprano anuncia con carteles los días, sin
dejar que el espectador pueda confiar en el trabajo del director y el director
de fotografía. Si el anunciar las transiciones entre días mediante rótulos tiene
un propósito aquí es desmerecer el trabajo de los anteriormente mencionados,
sumando el de vestuario.
La
película nos sitúa en la temporada de monzones en mitad de Manhattan, cuando
una serie de asesinatos en serie comienzan a salir a la luz, sin que los jefes
del departamento los considerasen como tal hasta tenerlo en las narices. Poco a
poco la pobre trama, que mejoran Morgan Freeman y Brad Pitt, (que sólo están en
el filme para poderlo vender sin que se vean sus agujeros) se va desgranando
con una linealidad obvia y pretenciosa que trata de aleccionar no sólo a los
personajes si no al propio espectador.
Todo esto ocurre al tiempo, que trata de
presentarse con un envoltorio que deje en el público una sensación de
sofisticación, grandilocuencia e intelectualismo falsos. ‘Seven’, como una buena amiga me dijo: “A estas alturas ‘Seven’ está en esa lista de películas
que nadie va a poder ver jamás sin llevarse una decepción absoluta. A menos,
que tengas trece años y ‘Seven’ sea
la segunda película que ves después de ‘Aladdin:
El retorno de Jafar’” y es totalmente cierto. ‘Seven’ es uno de los lugares comunes en la cultura popular actual
(ha ido cobrando fuerza en la última década) y por alguna razón, la mayor parte
de opiniones que uno puede escuchar, tildan a la cinta firmada por Fincher como
una obra maestra, una película de culto o cosas aún más exageradas.
Lo
más curioso es que ‘Seven’, de obra
maestra o película de culto tiene menos de dos minutos de metraje, que se
encuentran justo al final de la persecución de Brad Pitt y el asesino de los
pecados originales, que llega a su mejor versión y punto más álgido cuando un
slow motion muy bien tratado y una fotografía con bastante más que corrección,
hacen de esos segundos un placer visual culpable.
Si nos olvidamos de su
fotografía y su dirección, nos encontramos con que ‘Seven’ es un filme necesitado de todas sus predecesoras en el
género para recoger todo lo que otros hicieron y alzarse sobre sus hombros sin
aprender nada por el camino (véase el discurso de Ian Malcom en ‘Jurassic Park’, sobre la
responsabilidad científica).
Lo único que hace aquí ‘Seven’, es recrear esa esencia cargante basada en planos saturados y
una fotografía adulterada –partía de una buena base pero se ve contaminada por
la necesidad de oscuridad del filme‑ y lanza sobre eso una historia mala y
predecible, que se recrea en sí misma gracias al trabajo y recurso del elemento
de la investigación policíaca sumado al formato de entrevistas de los
interrogatorios. Jugar con estos elementos con mínima buena mano hará que toda
tu historia resulte mucho más creíble, ganando así la coherencia que el guión
no tenía consigo cuando solo era palabras sobre papel.
Como
detalle curioso cabe recalcar, que, además de estar claramente enfocada al
público americano, con todo su tratamiento de John Doe —lugar común muy poco
arraigado fuera de sus fronteras, que dan por sobreentendido—, si el filme se
hubiera enmarcado en otro ambiente que no fuera la tentadora Nueva York, y en
su lugar fuese algún pueblo endogámico del centro —o sur— de USA, toda la
historia hubiera cobrado sentido.
En un ambiente más sencillo, menos
cosmopolita y tecnológico el imperdonable deus
ex machina del filme (donde los
protagonistas, literalmente compran la solución, —una mala— del misterio)
hubiese resultado hasta funcional, pues un ambiente rural justifica mejor esta
salida de todo y de guión, así como hubiera justificado mejor lo presuntuoso
del villano de Kevin Spacey. Así, el hecho de que el malo se centrase en los
cuatro libros mas evidentes que cualquiera conoce —dado este origen rural—, no
resultaría tan forzado y poco creíble.
‘Seven’ es una buena película, sobretodo
si se está comenzando a ver cine en serio, no es una mala introducción a un nuevo mundo de posibilidades. Pero no es merecedora
de ese puesto dentro del cine de culto y como referente cultural, ya que el
tener personajes con personalidad no hace que sean inteligentes. Lo que hace a
‘Seven’ tan funcional, es lo
satisfactoria que hace sentir al espectador medio, que, llevado de la mano
hasta una resolución impactantemente evidente, se siente satisfecho de lo que
acaba de —creer— resolver por sí mismo.
Pero el espectador que trate de
establecer un punto claro y crítico respecto a todo el planteamiento, se dará
cuenta de que hay dos personajes totalmente prescindibles en el filme muy
arraigados en la muy malamente construida trama. 'Seven' es, a fin de cuentas un caramelo de rápido consumo que la gente ha optado por no decidirse a digerir.
que ejemplos darias, de peliculas que superen a se7en?
ResponderEliminarDos observaciones:
ResponderEliminar1. ¿De dónde sacas que la película está ambientada en Nueva York?
2. Dices que su trama es "predecible", ¿de verdad el final te parece predecible?
Que pretenciosas son algunas personas criticando sin ninguna objetividad y con cierta envidia, lo que para la mayoría es de gran calidad, tanto por lo original, como por las interpretaciones
ResponderEliminarY, por cierto, la película fue rodada, en Philadelphia y san Francisco. Y en la película la Ciudad es fifticia y nunca mencionan su nombre. Para nada Manhattan
EliminarBueno ya se sabe que las opiniones son como los cu.. , pero para la mayoría es una obra maestra o como mínimo un peliculón.
ResponderEliminar"‘Seven’ es una buena película, sobretodo si se está comenzando a ver cine en serio...." Con esto ya me basta para no leer más. Hala, a disfrutrar a Tarkovsky.
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