—Hugh Jackman se despide de Lobezno—
Doy
por sentado que el que lea esta crítica ha visto ya ‘Logan’, pero para los demás esto puede ser un campo de SPOILERS. El
siguiente paso lógico es alertar a los fans del mundo del cómic: ‘Logan’ no está basada para nada en el
cómic El viejo Logan de Mark Millar y Steve McNiven, y aunque desde un tiempo
esto sea la tónica general en el cine de superhéroes, yo aviso.
Damos
comienzo a esta aventura final con Logan: dentro de un coche, más viejo que
nunca y con días mejores a la vista. Ya se dejan ver problemas bastante serios.
En esta primera escena, unos macarras tratarán de robar el coche donde duerme
el ex hombre x, y este lo defenderá de mala manera y con muy poco arte. Esta
parte del metraje, como tantas otras sobraba, porque si querían decirnos que
Lobezno está viejo, lo íbamos a observar nosotros. Es algo que salta a la
vista, tanto por la caracterización, como por la actuación de Hugh Jackman. Un
mal comienzo que, afortunadamente, remonta y mucho.
Para
Logan, la actualidad es cuidar de Charles Xavier. Quien en otro tiempo fuera el
mentor de la Patrulla X, es ahora todo lo que queda de ella. Vemos, con
tristeza, cómo está perdido en un valle de sombras y medicación. A veces ni
reconoce al propio Logan, quien no parece tragar muy bien con él, aunque como
tampoco parece tragar muy bien con nadie, ya sea Caliban, Xavier o una mosca
que pase cerca de su cara, pero es un dato importante. Al igual que cuando dicen
que se declaró su cerebro como arma de destrucción masiva.
Este es el mayor
mérito del filme; la forma en que el guión ha decidido contarnos su historia y
cómo sus personajes han llegado hasta aquí, ahí demuestra talento y mucho
estilo. Lo que en otras películas de superhéroes hubieran sido diálogos manidos
y basados en ver quién mea más lejos, aquí —además de eso— siembra datos que
van a construir la historia en más de una dimensión, lo cual es un cambio
refrescante y muy agradable.
Luego, nos topamos con el propio Caliban, que es
otra perdida de tiempo en sí mismo bastante grande. Primero está con Logan, luego
es capturado para perseguirlo sin hacer ningún avance para, finalmente, morir sin
ningún tipo de aporte o valor alguno. Incluso después de muerto, el malo dice
que recojan su ADN, pero nunca más se supo de eso.
Más
adelante entra en juego X-23 y es aquí, cuando la película funciona mejor, con
Xavier, Logan y Laura. La relación tensa entre Xavier y Lobezno, viéndose
obligados a cuidar de una de las pocas mutantes que quedan, es de lo mejor que
puede ofrecer ‘Logan’. Así veremos el
lado más humano tanto del propio profesor, como de Logan, que está demasiado
cansado de todo como para pretender preocuparse. La historia se va a empeñar en
que cuide de ella, pase lo que pase y, tenga que forzar cuantas líneas
argumentales tenga que forzar, así se hará. Pero he ahí otro problema, la
relación de X-23 y Logan no funciona, únicamente queda bien porque el
espectador va rellenando esos huecos.
Con quien sí funciona es con Xavier, que
en su eterno empeño por recoger mutantes perdidos del mundo salvaje y
proveerlos de un futuro mejor, establecerá una tierna relación con la niña
—recordando por momentos esa ternura de ‘Pequeña
Miss Sunshine’—, haciendo de puente para que Logan y ella se comuniquen y,
según la película, se quieran, aunque eso no llegue a pasar intrínsecamente. Los
dos quieren a Xavier, aunque ahora no esté en total control de sus facultades.
Por eso se empeña tanto Logan en medicarlo. Senil Charles Xavier es un peligro.
No lo creeremos hasta que ya sea por medio de la radio o por una confesión a
medias, pero fue él quien asesinó a la Patrulla X.
El
filme no nos dejará encariñarnos mucho con este nuevo Xavier, al cual Patrick
Stewart ha dado una genial relectura, pues X-24 —personaje deliberadamente
creado para esta película— no dejará mucho de él cuando vaya directo a capturar
a X-23. ¿Qué la propia película nos dice que del programa de clones del que ha
salido Laura, se salvaron varios niños con poderes? No pasa nada, los malos,
sólo, única y exclusivamente, se van a dedicar a perseguir a la que interesa.
Una
vez desaparecido Xavier, el filme se estrella con dureza contra el suelo,
perdiendo todo atisbo de ritmo y coherencia, en favor de una dinámica
trastabillada y torpe que sólo vendrá a confirmar la naturaleza de crónica de
una muerte anunciada del filme. Sus dos anteriores entregas eran bastante
penosas, y ‘Logan’ no estaría muy por
encima si no hubiera tenido esa primera hora buena exponiendo las reglas de
este futuro y su lado más humano. Además la acción del filme es tosca y torpe.
Da la sensación de que grabasen “una más de superhéroes” y a raíz de ‘Deadpool’ añadieran fragmentos puntuales
de violencia sin tapujos ni censura alguna. Hay violencia explícita pero en momentos
concretos, en el resto, sí, veremos y oiremos las garras zumbar y habrá sangre,
pero no será una imagen explícita de violencia. No es que sea algo malo, porque
de haber abusado deliberadamente de su nueva marca +18, —como en la primera
escena— la coherencia del producto final se hubiera visto situada a la altura
del betún.
‘Logan’ es la mejor de las películas de
Lobezno, pero eso no es mucho decir. Es una buena película, pero sus muchos
méritos casi se van al traste —con unos efectos especiales justitos— a causa de
la tremenda bajada de calidad en la recta final. Ahí la narrativa sin sentido
alguno y el efectismo de cara a la muerte final, se apoderan totalmente de la
película, momento rey león incluido. Donde podían haber sacado ríos de lágrimas
con la muerte final de Lobezno, han lanzado una escena fea y cruda que
responderá muy mal, —como la totalidad del filme— a futuros re-visionados.
Estamos ante una película de consumo único, que vista en repetidas veces irá
revelando taras importantes y que sucumbirá muy mal al paso del tiempo, con o
sin su sabor a western moderno incluído. No lo negaré, me esforcé por no
llorar, y aún sabiendo todo lo que iba a pasar por lo evidente que es, lloré
como un bebé. Luego se me pasó esperando una escena post-créditos que nunca
llegó.
Como
detalle curioso cabe recalcar la sensación de que hay un par de datos, como el
veneno del adamantium, que de no estar un poco al tanto del rollo de los
cómics, no se entienden tal y como los cuenta el filme, y aunque se dejan
entrever, no se termina de hablar de ello lo bastante claro. También destacar,
sobretodo en su introducción, que X-23 no dejó de darme la sensación de estar
metida en la ecuación a la fuerza.
Como si ‘Logan’
necesitase encontrar en ella una razón para existir como película, cuando
debería haber sido una consecuencia del filme, no una línea argumental metida
con calzador. Aunque, también admito que, además de ser un palpito personal, en
cuanto X-23 entra, la película mejora, y mucho. Sin embargo, su entrada no está
demasiado bien engrasada para mi, subjetivamente.
Estamos ante una —muy entretenida y lacrimógena— oportunidad casi desperdiciada, pues siembra una gran historia mediante las relaciones de sus personajes y la echa al traste para dejarse llevar por el más puro y duro efectismo, perdiendo todo su sentido y tono a cada minuto que pasa, viéndose finalmente salvada por el carisma de sus personajes, a los cuales casi destruye argumentalmente.
Nota: 6,8
Jorge Tomillo Soto-Jove
Saluuuuuuudos,
ResponderEliminarMe gustaría aportar mi opinión a este crítica sobre Logan. Antes de nada, he de decir que parto de una premisa básica cuando voy al cine a ver una película de superhéroes: la mayoría de largometrajes basados en personajes de cómics suelen decepcionarme.
Dicho esto, considero a "Logan" una producto audivisual superior a sus predecesoras, con momentos pausados que se combinan con cambios de ritmo que el espectador agradece. Su espíritu "road movie" con esa búsqueda y huida me han recordad, en parte, a Terminator II en cuanto al concepto que se intenta llevar a cabo.
Personalmente, agradezco el tono oscuro y cruel que brillaba por su ausencia en X-Men y las dos anteriores entregas centradas en Lobezno y soy de la opinión de que la diferencia entre ambos estilos es demasiado grande. Sí, creo que todas esas partes anteriores hubieran funcionado mejor si hubieran sido realmente sangrientas y viscerales (sin llegar a lo gore, claro).
Pero este matiz contrasta con su tono "tierno" y profundo, y probablemente el film sea capaz de hacernos vibrar mediante X-23, que es en mi opinión el acierto de la película y nos recuerda al fenómeno Chloë Moretz en Kick-Ass.
A mi modo de entender, se trata de un relevo generacional, de hacernos entender que todo tiene un final (Xavier, Lobezno, Caliban, etc), del mismo modo que alguien recogerá ese testigo para ser los nuevos mutantes.
No se trata de una obra maestra del cine, pero sí que se aleja del vinagrismo y de la excesiva amabilidad que veníamos viendo hasta ahora. Logan me ha gustado por su sencillez, contada sin prisa, sin perder la identidad de su protagonista y mostrando nuevos credenciales (X-23) para hablarnos de un comienzo y un final.
Si tuviera que tener fe en las películas de superhéroes, seguramente esta "Logan" sería uno de los primeros ladrillos sobre los que construiría una base más adulta, seria y sorprendente hacia nuevas producciones.
Enhorabuena por la crítica.