The Umbrella Academy (T2) | POPCOKEN


—Siempre es buen día para el fin del mundo—

Vale, ya he terminado la segunda temporada de 'The Umbrella Academy' y lo cierto es que me ha gustado, así que mejor empezar por lo bueno porque hay bastantes cosas mal. Bien, si en mi anterior crítica decía que no se puede comparar la serie con el cómic, porque los dos medios no pueden contar la misma historia de la misma forma y contentar a la misma gente... con esta segunda temporada tengo que romper una lanza en favor de la serie de TV. Han mejorado el cómic, y mucho.



En el segundo tomo, gerard Way nos lanza a muchos sitios sin saber nadie muy bien por o para qué. Ningún personaje tiene especial sentido o aportan nada de ritmo a lo que se supone que debe ser una historia coral que se compense a sí misma superponiendo tramas. Lo lógico en un cómic con varios personajes es que sus objetivos tengan un hilo común, no que me los tires a la cara y esperes que, no sé, sea algo guay. 



No me entendáis mal, no es un mal cómic, pero no pasa de entretenido. Un poco como con su predecesor, que siendo mucho más cómic, tampoco es que sea ninguna maravilla y está bastante lejos de merecer el Eisner que tiene. Lo siento, Gerard pero por ahora tu mejor trabajo para mi está en Doom Patrol, aunque la hayan cancelado.



La serie por el contrario ha entendido muy bien los puntos álgidos del cómic y los ha sabido situar en un mapa narrativo muy correcto, sólo que si has leído el material original y visualizas ese mapa, está lleno de agujeros. Agujeros enormes que no dan pie a contar cómo se llega de el punto A al punto B con un sentido. El cómic puede permitirse estos saltos de ritmo por su distribución tan episódica y de entrega de colección de kiosko. En cambio la serie sigue un sello de Netflix muy al pie de la letra: continuar la acción de seguido. Bueno, eso y no dejarse a Vanya en el banquillo toda la temporada para hacer molar más a Cinco. Ah-hum! Qué tos más tonta. 



Esta segunda temporada empieza por todo lo alto. Y cuando digo por todo lo alto, me refiero a que tiene varios episodios seguidos perfectos. Suben la apuesta muy alta y consiguen que repetir los mismos patrones de la primera temporada no sea una excusa para explotar la franquicia de forma descarada si no que lo integran con mano diestra en el ser de esta segunda entrega. Ahora "hay que salvar el mundo del apocalípsis, y hay que volver a hacerlo en un período muy corto de tiempo y probablemente sea todo culpa de Vanya". Pero esta vez los personajes han aprendido lo que esa afirmación significa y reaccionan con lo aprendido acorde a esa situación.



 En la primera temporada, lo lógico era que los protagonistas se abrazasen a su naturaleza heroica final, como curva lógica de aprendizaje y de evolución de personaje. Así que ahora, lo lógico era que, una vez adquirido el estatus de superhéroe, abrazasen su humanismo. Porque un superhéroe puede molar por fuera y solucionar todo tipo de entuertos y trampas, pero si al final del día es una carcasa vacía, deja de tener interés. Así que esta segunda temporada expone a los héroes a una segunda ronda de lo mismo y ellos reaccionan metiendo en medio sus taras y cosas que les hacen únicos, hasta que llegue el día final donde el apocalípsis fuerce a todos a volver a unirse una vez más.



Sería genial que eso fuera todo, pero no lo es. Esto es durante el primer tercio y a ratos durante el resto, habiendo —también sello de la casa— episodios que van perdiendo fuelle hacia el último acto y que dejan de responder preguntas de forma lógica para pasar al completo lucimiento. Si, me refiero a todo el tema y subtrama de los suecos. Sí, estaban en el cómic, pero tampoco importaban una mierda ahí. En su lugar podían haber metido la historia de Hazel y su señora novia, pero ah no, teníamos que ventilar eso peor que el personaje de Cíclope en X-men 3. 



Además, todos los personajes están como muy bien definidos según una forma de actuar y el abanico de posibilidades de sus poderes. Sí, hasta que la acción requiere que todos se pongan a hacer monerías según el ritmo del episodio necesite más o menos chicha. Eso se aplica también a la música. Si en la primera temporada la música casi nunca era un recurso estético, ya que la letra y el ritmo sumaban a lo que pasaba en la propia escena... ahora simplemente es estético.



 ¿Me molesta? no, no del todo. Pero me hace sentir que una estrella se ha apagado en el firmamento. Incluso llega al punto donde la música te dice: esto bien, esto guay, esto feliz y las imágenes hablan de horror y violencia (si, me refiero a la pelea en el salón de Allison, que me parece vergonzosa), pero nada acaba de cuajar del todo y la escena espera a que se acabe justo la música para saltar directa al drama. Mala idea.



Lo bueno es que esta segunda temporada ha decidido ir en dirección contraria a Gerard Way y meterle all in a Vanya con un suave y sexy retconeo, que sirva para relanzar el personaje en una dirección mucho mejor. En la primera temporada teníamos a Jean Grey vestida de blanco, y no me entendáis mal; mola que te cagas. Pero en el segundo cómic Vanya chupa banquillo porque ni puta idea de qué hacer con ella en ese estado de bomba atómica inestable. Así que la serie le hace un reinicio suave, basado en reconstruir y volver a entender mejor sus sentimientos y el peso de sus acciones.



 Esta vez sin exponerlo todo a esa idea infantil de que las mujeres con grandes poderes no pueden soportar mentalmente esa carga. Lo sé, lo sé, argumental y dramáticamente es un tópico que siempre ha sumado mucho, pero ¿y si la bomba atómica pudiera pararse un segundo a reflexionar? ¿y si ese gran poder incontrolable sólo necesita que todos los demás personajes no la fuercen a ser la bomba atómica? ah, ahí tenemos respuestas interesantes. Respuestas que a mi me han sacado una o dos lágrimas y que... bueno, luego la serie olvida porque queda otro episodio y, bueno, yoquesé mete cosas y acción sin sentido para los trailers.



Por mi, el episodio final se lo podían haber ahorrado, me parece más tramposo que ingenioso y eso que hace las dos cosas mucho y muy bien. Pero al final del día sabe a relleno y a trampa y cartón. Una trampa además donde no importan los personajes, ni sus desarrollos, ni sus lógicas internas porque se verán ineludiblemente arrastrados a los "giros" que la serie cree necesitar para cerrar. 



Cuando en su lugar podían haber ahondado más y mejor en personajes olvidados como Klaus, que sólo sirve para esparcir el drama de los demás y a quién no se da realmente atención pasada la mitad de la temporada. Porque que Luther vuele bajo, suma a todos los demás: ya tuvo su momento, su lucha; ahora le toca ser el hermano que los demás quieren y necesitan. Pero la historia de Allison, que pasa por la mejor curva de superhéroe... se queda en agua de borrajas y se nos roba el final dramático que merecíamos un poco porque sí.



En definitiva, si, es una gran temporada y sigue siendo una gran serie. Pero, al igual que la primera temporada pierde trenes y oportunidades para calar mucho más hondo que no sé —otra vez— si volverán a estar disponibles para otra nueva temporada. Aunque por lo menos siguen mejorando de forma extraordinaria los efectos especiales y siguen contando la historia del cómic, mejor que el cómic.

Jorge Tomillo Soto-jove


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