Kenny Omega 2021 (Opinión) | POPCOKEN GOLD

 Lo sé, lo sé, dije que quería escribir más sobre lucha libre pero pocos temas he encontrado con los que me sienta cómodo para dar una opinión que no responda únicamente a un tema que desaparezca en una semana. Este es uno de ellos: Kenny Omega como campeón máximo y ace de AEW.

Según he estado leyendo, el manejo de Omega en los comienzos de AEW ha sido como poco decepcionante. Me incluyo entre estas opiniones, Kenny ya ronda la cuarentena y dios nos libre de tener otro Chris Jericho en escena, cosa que nadie quiere ni para Omega, ni para Styles (los dos en esta posición y nivel de talento parejo en este momento). Así que sí, AEW tomó una decisión arriesgada, pero no fue únicamente con Kenny, fue con todo el roster de la empresa.

Esta jugada es dar valor al talento. Se nota mucho que la empresa no quiere tener medio cartel caliente y medio que no quiera ver nadie ¿solución? invertir en el talento, digamos, "menos valorado" del plantel. Así que establece su ace con Jericho, que es el embajador perfecto para transicionar a los fans casuals y a los hardcore. Entre sus años en WWE, los podcasts a su salida y sus incursiones en japón se da una win win situation para todas las empresas indie. 

Jericho funciona a la perfección como puente, y aunque abuse un poco de las luchas de tag para mantener el tipo y no parecer agotado, le dió un valor de peso real al campeonato mundial de la empresa. Que, siendo sinceros, con Adam Page hubiera quedado en aguas menores, lo siento colega. Así que esto se empieza a dar por todas partes, todo luchador que estaba agarradito al calorcillo de la popularidad comienza a comer mierda y derrotas inesperadas en AEW. Los Bucks no son campeones en parejas, Cody no puede optar jamás al cetro máximo, Kenny Omega pierde con Moxley y con Pac... Pero el resultado de esto es que, sí The Elite pierde algo de valor, pero sus rivales empiezan a ganar esa imagen de superestrella que tanto necesita la empresa para no ser la nueva TNA y ser bastante más NJPW que ROH.

A la larga la jugada se confirma como un éxito. Tras su primer año de emisión AEW no sólo sobrevive a todo lo que implica en la lucha libre el COVID, si no que se ha asentado con unas cifras buenas en TNT. Así que ahora que su cartel no es campeonato mundial y el resto saltar todo, AEW está dando la vuelta al foco. Ahora ver a Kenny Omega retando al campeonato mundial de la empresa es lo mejor que la lucha libre puede dar esta temporada. Ni Reings vs The Rock, ni ningún retorno de Ronda Rousey, ni ningún evento va a poder igualar el valor de un Omega campeón mundial. Porque es una historia que se ha cocido a fuego muy lento y que cierra la cuadratura del círculo perfecta.

Cuando Omega aún tenía el brass ring y olía de lejos a mejor luchador del planeta, llegaba Moxley a convertir esa reputación en un espejismo. Así que, cuando buscamos de nuevo al Omega que hacía de The Cleaner un apodo respetable, encontrábamos un luchador de medio cartel que perdía día si y día no. Incluso algunos llegamos a lamentar en un momento que no hubiera firmado con WWE, cosa que a la larga y viendo su propuesta actual, ha sido una bendición para la lucha libre. Aquel luchador que rompió consecutivamente las notas de Meltzer, en las obras maestras que son sus combates contra Okada, ahora está recogiendo las migas de novatos venidos a más.

Pero con el cierre del año cerca y con un reinado pobre por parte de un Moxley, cuyo micro y actitud no siguen el mismo nivel de su estilo de lucha de midcarder venido a más, se empieza a respirar en el aire esa corriente de aire fresco. Esa sensación de dignificar a un Omega desperdiciado al que el Megacampeonato de AAA le queda pequeño. No sé si el plan es hacerlo campeón al primer asalto, que dejaría el marcador en 1-1 entre Moxley y él y los feudos de lucha libre suelen gustar de ser a tres combates como poco, pero sí sé que es la hora de hacerlo campeón. Por dos razones sencillas.

La primera es que Kenny sigue en un tremendo nivel in ring y da esa imagen de campeón mundial pesado. La segunda es que The Elite como equipo núcleo de una empresa que lleva su nombre, se ve flojo y poca cosa. Así que si The Elite tuviera el ansiado oro, no sólo darían valor a una renovada rivalidad con el equipo de Jericho, si no al futuro de Adam Page. Un Page salido a las malas del tag con Omega que no termina de encontrar su sitio en la empresa y que, a la sombra del oro de sus compañeros tendría el trampolín a ascender a nivel de gran superestrella a su personaje.

Ahora mismo la jugada está sobre la mesa y, conociendo a la empresa, es posible que ocurra despacio, pero moviendo así las piezas la empresa sólo gana en interés, ya que con un Kenny campeón todas las rivalidades que perdiera se ven renovadas y tanto los PPV como los shows semanales aseguran sus cifras. 2021 debe ser la fecha para consolidar a Omega y a AEW con él. Tiene que estarle picando dulcemente a Vince.

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