The Walking Dead | POPCOKEN ENTINTADO

Llevo un tiempo queriendo meterme en este meollo: Hacer la review de toda la colección de 'The Walking Dead' o como se la conoce en españa por su popular etapa de grapa, 'Los Muertos Vivientes'. El que puede que sea el cómic "indie" más popular de la historia. Esta crítica es un reto por dos motivos. Uno: es un comic inmenso y se ha publicado durante muchos años. Dos: es de mis favoritos y me ha dado miedo siempre no poder ser imparcial. Pero el mundo es para los valientes, así que allá vamos.

Robert Kirman es un nombre que todo lector de cómics conoce o va a conocer eventualmente. Ya sea porque se ha topado con TWD o porque va a encontrarse con Invencible (cosa que le va a pasar a mucha gente cuando se estrene la serie animada en Amazon). Es un autor de esos que pega tanto en Image, con reputación de estrella de rock (en cuanto a publicaciones y éxito se refiere, ya que es un hombre bastante más sereno que esa reputación), un eco, más tardío, de lo que fueron Jim Lee, Rob Liefeld y Todd McFarlane, sólo que en el campo del guion.

Creo que no necesito contarle a nadie hoy en día de qué va 'The Walking Dead'. Así que basta con decir que es un cómic distópico de zombies. Pero lo divertido de esta serie, es que no se limitó nunca a dejarse llevar por lo pulp y lo cutre del género de terror de los zombies. Robert Kirkman abrazó por entero la naturaleza humanista de sus personajes, para sí poder crear una conexión empática con el lector y luego destrozarle el corazón de forma constante y con alevosía.

La historia vive por y para Rick, su protagonista. Aunque tardaremos unos capítulos en conocer su verdadero rostro pues empezamos con la versión de Tony Moore y nos quedamos el resto de la historia con la de Charlie Adlard, cuyo estilo visual es el referente de la "sensación" que es para mi este cómic. El dibujo de Adlard es ya parte de mi vida, ya que el tono que le da su uso de las tintas y distribución de negros ES 'The Walking Dead' para mi. Adoro el trabajo de Kirkman, pero lo que me sumerge realmente, y me hace comprar todas las ideas, es el uso y peso que le da Charlie Adlard a este mundo de mierda (de mierda para bien, por una vez). La forma en la que sugiere formas y orienta el ojo del lector es espectacular y un referente para mi. Puede parecer simple y sketchy, pero es una elección voluntaria que suma mucho más a la obra de lo que le pudiera restar, para algunos puristas.

La serie vive muchos años de gloria porque realmente es muy buena, incluso llega a un auge de espectacularidad e interés con la saga de Negan a los que no puede sobrevivir. No puede, eso es así y cuanto antes lo asumamos como lectores menos dolerá la caída. Al principio se nota que es un poco lo que hay para asentarse en mantener la publicación popular y a flote. Eso dura aproximadamente un tomo, hasta que llegamos a la saga de la cárcel, donde el timing rápido y voraz se detiene para volverse reposado y amargo. Los personajes comienzan a tener una construcción elaborada y sus historias a cobrar peso y valor.

 Lo malo es que con esto surge un problema que tiene también su homóloga de televisión: el síndrome del protagonista. Esto es algo que podemos ver muy claro en animes como 'Captain Tsubasa' donde estaban Oliver, Benji, Mark Lenders y otros, pero si a la serie no le interesaban más que esos... digamos 10 personajes, los demás no iban a tener ni nombre y pasarían a llamarlos por su nombre de camiseta.


En  'The Walking Dead' no pasa de forma tan bestia, pero cuando ya llevamos leídos un par de tomos es cuando ya le empieza a pesar. Maggie, Rick, Andrea... son superhéroes. Pueden pasar penurias pero verlos caer no es una posibilidad, tienen su buen plot armor siempre presente que les lleva de la manita mientras todo o todos los secundarios se convierten en estéticos. Lo malo realmente de esto es que si esos personajes estéticos desparecieran la obra no notaría su falta, pero nosotros sí que percibimos las páginas y páginas de tiempo perdido conociendo sus tramas que no valen nada, ni van a ninguna parte. Y estos personajes estéticos son MUCHOS. Porque hay otros que son simplemente secundarios y falten o no, sus tramas sí que importan porque dejan una impronta y un aprendizaje en aquellos que les sobreviven.

De aquí surge un problema sistémico que rebaja la calidad de las tramas que son realmente buenas y es algo que podríamos llamar El efecto 'Juego de Tronos', es decir; el usar la muerte repentina de personajes como elemento de sorpresa. A  'The Walking Dead' como obra hay que concederle que cuando empezó la gente no estaba tan acostumbrada a este tratamiento de la muerte para causar shock. Pero, obviando JDT,  'The Walking Dead' usa y abusa de este recurso durante TODA la serie. Toda. Y mira que se publicó durante años.

 Este abuso deja en el espectador una especie de resaca o inmunidad a este efecto. Si el personaje del que estoy leyendo su diálogo interno, no voy a tener esperanza alguna de que llegue a nada ¿para qué implicarme? ¿para qué darle valor, si sé que si no es Rick va a dar igual todo este texto y sus consiguientes subtramas? Exacto, se pierde el principal factor que hace a la serie tan buena: la empatía por el humanismo.

Así 'The Walking Dead' pasa a convertirse en un espectáculo de casquería, y drama forzado, que no aporta nada a la calidad de la obra, e incluso deja de aportar a los personajes. Luego termina la saga de Negan, y la serie se va completa y totalmente a la mierda, llegando al extremo de que hay dos tomos que se hacen muy duros de leer. Encima Kirkman tiene el valor de seguir construyendo multidimensionalmente personajes que son menos que estéticos y que no paran de anunciar grandes tramas futuras que se cancelan y nadie vuelve a saber de ellas. Y sí, encabeza esta lista Magna, que se anunciaba como el Rick Grimes de Rick Grimes y luego puffff, se convirtió en chocapic.

Con esto no quiero decir que la serie sea mala. Para nada, es un gran cómic, pero los dos últimos tomos son vergonzosamente malos, y cuesta comprender por qué un guionista que hizo los primeros, pudo hacer también los últimos y encima vender que esa era su idea de "gran final" desde años atrás. Como lectores podemos entender que un autor con varias series abiertas puede llegar a descuidar algunos capítulos, pero tampoco somos imbéciles como para que se nos venda esa bola.

En definitiva,  'The Walking Dead' es el cómic no mainstream, más mainstream de todos y eso es algo bueno, porque deja ver que no todo en el cómic americano lleva una máscara o una capa. Hay vida mucho más allá, pero puede querer comerse tu cerebro y robarte tu casa desde dentro con sus amigos, que eventualmente, y con violencia, sustituirán a los tuyos. Firmado, Rick Grimes.

Jorge Tomillo Sot-Jove

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