Django Desencadenado + retrato Leonardo DiCaprio


-Tarantino western-


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Rescatamos para Popcoken la crítica de la última entrega de la obra de Quentin Tarantino que, nos guste o no, posee grandes conocimientos y manejos de cómo hacer buen cine -cubriendo todo el espectro del término-. Esta vez vuelve a mostrarnos un capricho propio, un antojo de cómo se ve para él un subgénero del cine mundial.



 Antes de empezar a desgranar las escenas de 'Django Desencadenado' debemos entender qué es el género Spaghetti Western, nacido en los sesenta. Primero el significado del nombre: se tipifican como películas del oeste de espagueti por varias razones. El título viene dado por los creadores del western original, los americanos, que, al observar cómo su género migraba a Europa, trataron de depreciarlo con el término 'Spaghetti Western' ya que, en su mayoría, eran películas firmadas por italianos con abundancia de escenas sanguinolentas -en pocos casos lo eran por españoles, entonces se denominaban 'Chorizo Western'-. En América, para menospreciar a los italianos, se les llama Spaghetti y, en contra de lo que imaginaron al infravalorarlos, el Spaghetti Western llegó a alumbrar grandes obras del cine, consiguiendo la participación de actores como Clint Eastwood, Henry Fonda o Charles Bronson y compositores como Ennio Morricone.


-1,2,3 MAGIA-

A día de hoy, el Spaghetti Western ha tomado caminos diferentes, sirviendo de inspiración a varios directores, como el propio Tarantino, que extrapoló el término Spaghetti al género de acción, dando como resultado 'Kill Bill'. Tarantino adaptó bien esa idea a la Segunda Guerra Mundial, creando así la obra maestra 'Malditos Bastardos' que, pese a no ser un retrato fiel a la historia, resulta grotescamente maravillosa siempre y cuando se tenga estómago para aguantarla. El reto ahora es el esclavismo en los Estados Unidos durante la época de vaqueros y bailes de salón.



Django (Jamie Foxx; ganador de un Óscar a mejor actor por 'Ray', que aparecía con Tom Cruise en 'Constantine' y con Gerard Butler en 'Un ciudadano Ejemplar') es un esclavo negro. Su espalda es ferviente prueba de ello. Cada marca en ella es una historia digna de ser contada, pero no podrá narrarla, al menos por ahora. Es un esclavo y no tiene derecho a mucho más que una manta hasta que, una noche, con la llegada del Dr. King Schültz (Christoph Waltz; oscarizado como mejor actor secundario en 'Malditos Bastardos' *, que complicaba la vida a Robert Pattinson en 'Agua para Elefantes' y participó en la pésima 'Los tres mosqueteros' en 2011) éste arrasa con todo lo que tiene por delante, muy diplomáticamente, por ser los propietarios de Django unos forajidos a quienes él, como buen cazarrecompensas, no puede dejar continuar su camino. 



Para más ‘inri’, Django es parte de un plan suyo según el cual, si Django le lleva a los delincuentes que busca, él lo liberará. Así comienza una odisea de balas rápidas, frases ingeniosas y sangre por todas partes, sello clásico del director.



Django y el Doctor se infiltran en la hacienda de un hombre rico que, sumido en el racismo más extremo, no asimila que Django monte a caballo como los blancos. Al menos hasta que Schültz habla de dinero. En ese momento, el racismo vuela lejos y Django es bienvenido en la hacienda, donde encuentra a los hombres que buscaba el Doctor.



 Para complicar más la situación, éstos son los mismos que lo esclavizaron, vendieron, torturaron y separaron de su mujer, a la que dieron el mismo trato que a él frente a sus ojos. Tras confirmar visualmente sus objetivos, Django los elimina con un baño de sangre marca de calidad Quentin Tarantino. De todas estas matanzas salen indemnes al identificarse como cazarrecompensas, y así la gente los deja marchar sin trabas.



Tras varias cazas de fugitivos y delincuentes diversos, el Doctor y Django, ahora hombre libre, escuchan rumores acerca de una hacienda llamada CandyLand y de su extravagante dueño. En ella, según dicen, está BrumHilda, la esposa de Django. Para entrar a CandyLand deberán primero transformarse en caballeros de alta cuna y plantear al dueño de la finca, Calvin Candie (Leonardo DiCaprio; 'Origen', 'Shutter Island', 'Gangs of NewYork' y 'Titanic') una oferta ridículamente jugosa por uno de sus esclavos que usa para combates callejeros. Tratan de sumar a la oferta a BrumHilda que, al hablar alemán, sería 'una compañía agradable' para el Doctor, de origen germano. Lo que ambos ignoran es que, contrastando con la estupidez de Candie está la perspicacia de Stephen (Samuel L. Jackson; 'Pulp Fiction', 'Jackie Brown' y 'Los Vengadores'), su segundo al mando, un esclavo que no cejará en salvaguardar a su amo por encima de todo.



Si bien 'Django Desencadenado' cumple perfectamente con su condición de parodia del Spaghetti Western, puede que esta sea su principal tara. Estamos acostumbrados a la deliciosa deformación que hace Tarantino de las situaciones de la vida real, pero en esta ocasión hay demasiado realismo. 'Django Desencadenado' parece demasiado una película que pudiera haber escrito y producido cualquier otra persona. 



Y, tras 'Malditos Bastardos', la decepción se hace notar. Quizás la duración sea excesiva -dos horas y cuarenta y cinco minutos- para un guión que resulta predecible y poco espectacular. La sucesión de acciones se ve un poco hueca. Esperamos la grandilocuencia de 'Kill Bill' y 'Reservoir Dogs', con la buena construcción y solidez de 'Malditos Bastardos' y 'Pulp Fiction', pero no encontramos huella de ninguna. 



Solamente se acerca a 'Planet Terror' que, sin ser de Tarantino, es a lo que aspira Django por su poca espectacularidad y abuso de la violencia, aunque en el caso de 'Planet Terror' la fórmula funcionaba mejor.



En definitiva, 'Django Unchained' podría haber sido mucho más. Las expectativas estaban, seguramente, demasiado altas y la duración se come la trama, que parece concluir en varias ocasiones sin finalizar realmente. Hay escenas objetivamente innecesarias y tramas confusas pero, en general, los fans del excéntrico Quentin se enamorarán de Django y sus aventuras, en las que la dirección es mucho mejor que el guión.



*La crítica fue escrita el día del estreno de Django en España, de modo que los Óscars que ganó 'Django Desencadenado' -como el de Waltz nuevamente a mejor actor de reparto, inmerecidamente- no se tuvieron en cuenta por evidentes razones.

NOTA: 5.7

Jorge Tomillo Soto-Jove

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