Godzilla


-Gojira, USA y el desastre que Bryan Cranston y Los Vengadores no pudieron salvar.-

Cuando hablamos de Godzilla todos tenemos claro en la cabeza que hablamos de una de las leyendas de más peso de la cultura popular, quizás para las nuevas generaciones, a las cuales hasta Pokémon les queda lejos, este nombre no suene con tanta fuerza, pero para los que crecimos entre películas de Star Wars o Jurassic Park y series que iban desde Heidi y Marco hasta Dragon Ball Z o Los caballeros del zodiaco -ovidemos a He-man y los masters del universo, es lo mejor- guardamos un recuerdo pleno de Godzilla, seguramente la mayoría solo recuerde la versión más reciente de 1998 que solo contirbuyó a que Japón odiase un poquito más Estados Unidos.


-El GodZilla de finales de los 90s en su particular homenaje a King-Kong-

Tal es el resentimiento que, esta criatura genuinamente americana, pasó a ser denominada 'Zilla'  (desacreditación iniciada por la Toho company, principal productora de la mayor parte de las aventuras niponas de Godzilla o Gojira, como a ellos y al fandom más purista les gusta llamarlo) retirando a sabiendas y con alevosía la palabra 'God' (Dios) pasando de ser el dios de los lagartos, a ser simplemente un lagarto más. Vuelan los dardos.


-El Godzilla Original-

Al llegar el año 2014 con una nueva entrega de Godzilla producida por Estados Unidos de nuevo, mucha gente se echó las manos a la cabeza rememorando la polémica de finales de los 90's, pero las bajaron con cara de póker al ver el nuevo aspecto de Godzilla, puramente japonés.



 La confusión resulta comprensible, ya que en la memoria colectiva el estándar de Godzilla es realmente la versión de 1998. Hasta hay una serie animada que perpetuó el legado de 'Zilla' en el imaginario popular occidental. Pero la realidad no es así, y este punto es uno de los que un servidor encuentra más decepcionante de todos en esta nueva entrega. Ya que vas a hacer un homenaje de libro a un mito de la cultura Japonesa, al menos hazlo con algo de cabeza, no tratando de convertirlo en propio.


-"Fatzilla" en acción-


'Godzilla' es una película que partía con grandes esperanzas por parte de muchos fans y por parte de este fan que adora la versión americana al igual que las japonesas, sin olvidar los fallos y valores de cada una.  Estas esperanzas se ven confirmadas nada más empezar la trama, pero justo en ese instante también, empiezan a surgir elementos extraños. Durante el final de los créditos iniciales, se nos deja caer, hilando con elementos históricos reales, que durante las pruebas de bombas nucleares y demás de los 50's, lo que realmente se hacía era tratar de combatir al dios de los lagartos.



 Después, anunciando lo que va a ser la estructura narrativa de pleno, cambiamos radicalmente de tercio para ir directos al verdadero prólogo, protagonizado por Bryan Cranston ('Malcom in the middle', 'Breaking Bad', 'El inocente', 'Drive' y 'Argo' entre otras) Bryan Cranston es un elemento extraño en la película. Es el elemento introductorio a toda la desperdiciada historia del filme, pero uno no se quita de la cabeza la sensación de que está aquí metido con calzador. Es como si, aprovechando la trascendencia mediática propia de todo Blockbuster, Cranston tratase de sobre-exhibirse para, aprovechando su escaso tiempo en pantalla, dejar claro un talento que no necesitaba confirmación alguna (si se ha visto 'Breaking Bad')


-Cranston junto al director y Aaron, estudiando la escena-


Joe es un hombre tocado por la muerte de su esposa bajo sus órdenes en una central nuclear de Japón. Han pasado quince años desde el incidente y él aún cree que no se trataba únicamente de eso, un incidente. Cree que hay algo vivo dentro de ese campo electromagnético supuestamente peligroso para la salud humana. Cuando su hijo (interpretado por Aaron Taylor-Johnsson, 'Kick-Ass', 'Anna Karenina', 'Savages' y en un futuro 'Los Vengadores 2: La era de Ultrón') trata de hacerle entrar en razón, para que vuelva a casa con él, su esposa (Elizabeth Olsen, que será su hermana gemela en 'Los Vengadores 2: La era de Ultrón', creando así una extraña dualidad)



pero Bryan Cranston será tan obstinado que conseguirá que sea su hijo quién lo acompañe a él a investigar a la central dónde murió su madre. El personaje de Joe es el único -además de Godzilla- que retendrá nuestro interés el escaso tiempo que tiene en pantalla.



Tras unas cuantas escenas de reiterativa explicación pseudo-científica, que más bien acaban por recordar a pelis como 'Alien: el octavo pasajero', nace el primer monstruo que no es Godzilla, pero que sí será el que más aparezca en la película. Tras este prólogo que ya se va tambaleando, la acción recae de lleno en las investigaciones de Ken Watanabe que nadie escuchará, y en los intentos de demostrar lo buen soldado que es de Aaron Taylor-Johnsson. Quién en un principio solo quería volver a casa, para acabar de mierda hasta las orejas.



Esta película es un claro ejemplo de mala dirección, ya que carece casi completamente de estructura. Cuando lo habitual es que establezcas una historia en principio, nudo y desenlace, 'Godzilla' se fundamente en nudo nada más empezar, dos horas de escenas casi inconexas que comienzan sin llegar a ninguna parte definitoria (ejemplo: surge un monstruo, el ejército ataca, muchas luces y explosiones, cambio de escena y estamos en otra parte sin saber qué ha pasado, hasta que el monstruo vuelve a atacar otra zona, sin que acabe tampoco de atacarla.


-Este fan art hubiera sido mucho más entretenido-

Es como si el director tuviera miedo de mancharse las manos y sentar alguna base en la película) y luego, después de ese largo e inconexo nudo, en el que hay muchas maniobras militares y mucho drama, salteado con acción únicamente humana que no lleva al argumento a nada, -con ligeras apariciones de monstruos en un quinto plano de la escena- llegamos al final, que con prisas se devora a sí mismo. Casi antes de que asimilemos que es el final, ya se habrá acabado dejando todas las puertas abiertas para que se pueda hacer una franquicia.



El problema de esta estructura tan errática es la sensación permanente de no estar llegando a ninguna parte. Todo ello disfrazado de historia humana, dramática y familiar. Pero es solo el envoltorio del caramelo, que sin duda es amargo. Es como si esta entrega de Godzilla fuese una revisión de las aventuras del Godzilla nipón que se situase en medio de alguna de ellas, ya que el argumento parte de una base en la que Godzilla ya es conocido por la gente. 



No es que, al ser esta una primera parte, se introduzca al personaje y luego se construya una historia en base a eso, no. Es que omiten esa parte y van directamente a contar la historia desde el punto de vista de los observadores y supervivientes humanos -que realmente ni pinchan ni cortan- que padecerán mil y una calamidades ante los destructivos combates de estos 'mutos', que así los llaman ahora. Si bien se tiene mucha paciencia y se llega a soportar la incapacidad actoral de la que hacen alarde Aaron Taylor-Johnsson y Elizabeth Olsen en este filme, se llegará a un combate que sí que cumple con todos los estándares de las películas Japonesas, quitando únicamente las artes marciales de escena -repito, guiño, guiño 'únicamente'- Todo lo que cabe esperar del Godzilla Japonés, está presente en esta entrega, todo.

-El universo de Gojira-

El problema recae ante la desidia que causa el exceso de drama forzado. No es que una película de monstruos no pueda tener un guión dramático y complejo, puede tenerlo, ha ocurrido antes como en 'Pacific Rim' que, planteaba una historia fiel a sí misma desde un punto de vista dinámico, accesible y muy grato visualmente. En cambio, 'Godzilla' al igual que su monstruo, se mueve con pesadez y dificultad, además de poseer una lista innumerable de efectos especiales tramposos. Casualmente las escenas de lucha a plena luz del día son casi inexistentes, o de pronto, en un combate todo se llena de humo omitiendo trozos de las bestias.



 Si al menos hubieran tenido el valor que tuvo, por ejemplo 'Jurassic Park 3' dónde más de la mitad de la acción se desarrollaba por la mañana o al mediodía -a plena luz, sin poder esconder errores en oscuridad o humo- hubiera resultado mucho más impactante visualmente. Al final, de la visual solo cabe rescatar la lucha final -y con cuidado de no perderse nada entre la oscura noche y los efectos de humo-  y la escena de los paracaidistas lanzándose a la batalla con las bengalas rojas en los tobillos. Por lo demás, una hora y cincuenta minutos de escenas con diálogos vacíos, maniobras militares que no lleva a ninguna parte y monstruos que atacan zonas de la tierra sin que veamos el final de ninguno de esos ataques.



En definitiva, si se quiere ir al cine a ver acción, adelante, hay dosis generosas de acción irracionalmente absurda. Pero si se va al cine a ver monstruos o se va al cine a ver a Godzilla, mejor revisar las anteriores entregas, ya que en esta, Godzilla aparecerá salteado en escenas de unos 30 segundos hasta un minuto, hasta que llegue el combate final y salga unos 5 minutos. Todo ello camuflado de crítica naturista sobre lo malos que somos los humanos.



 ¿Qué podemos esperar de una cinta donde su protagonista no sale hasta pasada una hora? Godzilla, al igual que Bryan Cranston es un cameo en la cinta, así que ojalá las palomitas estén muy buenas.

NOTA: 2,7

Jorge Tomillo Soto-jove



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