Interstellar

-Los hermanos Nolan y Hans Zimmer = La película del año-

Este fin de semana de noviembre se ha estrenado en nuestros cines lo último de uno de los directores que más fama ha ganado en los últimos años, aunque no haya venido acompañado ese nuevo reconocimiento con los premios pertinentes. Y no es raro, puede resultar sorprendente por la calidad de sus trabajos, pero no raro si se entiende el punto de vista de la academia. Christopher Nolan es ese director que no se casa con nadie y que no le importa meter minutos a una película si eso ayuda a su perspectiva sobre la misma. A partir de ahí ya tiene muchas puertas cerradas. 

Si no haces dramas raciales o recreas tristes dramas históricos, cargado todo de tintes bélicos, ya estás casi fuera de las nominaciones. Otro de los problemas que acarreará 'Interstellar' y que acarrean otras de sus obras, es que la gente cree que va a ser todo como en 'El caballero oscuro' y no. Es cierto, que es el primer director que tomó a Batman en serio sin tratar de pasarlo por un bailarín o por un incomprendido social con capa, pero eso no va a hacer que todas sus películas tengan el mismo corte. Entendámoslo, Christopher Nolan no es Tim Burton. La mera comparación resulta hilarante.

Dejando las comparaciones polémicas al margen, volvamos a uno de los estrenos más esperados del año, del cual he intentado participar lo menos posible -regla que este servidor intenta aplicar: película a estrenar, trailer que no ver- pero acaba por resultar inevitable participar de la campaña publicitaria. Nada más pasar por la puerta de la sala de cine, casi con los oídos tapados para evitar rumores y publicidad, tuve el placer de sentarme a ver ''Interstellar'. 

De entrada se nos plantea como una película muy normal, casi aburrida, que trata sobre un padre de familia -cuya madre murió en trágicas circunstancias- que trata de sobrevivir con su familia en un momento problemático para la raza humana. El planeta ya no soporta los excesos del hombre y todos los que tuvieran cargos importantes debido a sus carreras ahora se ven forzados a acometer trabajos de campo. 

Los ingenieros ya no son necesarios y menos uno que se estrelló en su último pilotaje espacial. Ahora el mundo está lleno de polvo y cada vez es más difícil encontrar comida, por lo que las carreras relacionadas con algo científico o militar, están a priori abocadas a la extinción. Tal es la desesperación social, que en los colegios los libros de historia han sido reescritos para que los niños de hoy conozcan los logros espaciales como errores políticos o desastres científicos, esperando así que nadie decida repetirlos.

Este científico pasado a agricultor por fuerzas mayores nunca dejará de ser un soñador, las estrellas son un caramelo para la imaginación voraz de este hombre, nuestro protagonista al que da vida la nueva versión de Matthew McConaughey, que ha decidido aparcar los papeles de playboy y otras historias ególatras, para descubrirse -frente a Leonardo Di Caprio- como el nuevo hombre de moda y uno de los talentos más prometedores de su generación. 

Matthew tratará de ejercer de padre balanceándose entre padre responsable y el padre soñador que inculca la verdad a sus hijos para que traten de llegar hasta su propias estrellas. Sus ideas calarán especialmente en su hija, que aprenderá el método científico y lo aplicará en todo lo que surja ante ella el resto de su vida. Mediante esta relación descubriremos junto a los personajes que existe aún una esperanza en la tierra. La NASA aún sigue vigente y funcionando, concretamente bajo las ordenes de Michael Caine.

 Llegados a este punto, esta película que comienza con el recurso de la entrevista, para darle de esta forma una sensación de credibilidad con mayor peso a la historia que nos van a contar, tira de un recurso muy americano para estar escrita por ingleses: el mejorismo. En una situación desesperada con un apocalipsis a las puertas, es típico que en el cine, justo se encuentren con el mejor en lo suyo de turno, esto es el mejorismo, el proismo o como nos dé por llamarlo.

 Este tópico recaerá sobre el renacido Matthew Mcconaughey, que será puesto entre la espada y la pared: O vuelve a casa y se olvida de todo para morir con el planeta o deja que la NASA tiente a su vena insatisfecha de explorador del espacio exterior 'Eres el mejor piloto que tenemos' repite Michael Caine con ahínco, tentando cada vez más al padre abnegado que se repite que solo quiere cuidar de sus hijos, mientras cede a la llamada de la aventura.

Una vez encauzada la vida espacial y sembrado el camino de pistas que el buen observador podrá hacer suyas para redescubrir la trama, Matthew y su equipo acompañados de un extraño y carismático robot, se dirigirán al espacio con la esperanza de comunicarse con misiones previas del mismo proyecto, usando un agujero negro como portal para llegar a su destino.

Antes de que se inicie el viaje espacial, uno puede pensar que está ante otro 'Batman la leyenda renace' osea, otra peli de Nolan con mucha expectación pero poca carne en el asador o la carne mal asada.  Este no es el caso. En cuanto comienza esta última carrera espacial hacia lo casi desconocido -tentando los propios límites de las leyes de la relatividad, la gravedad y la física cuántica- más nos vale que nos agarremos fuertemente a los asientos. 

'Interstellar' es esa película que sin ser en 3D, logra mucho mayor impacto que siéndolo con cualquiera de sus escenas dramáticas. La banda sonora de Hans Zimmer alcanza en esta ocasión la perfección, llegando a hacer de algunas escenas algo vacías un verdadero espectáculo.

 La dirección es nuevamente un trabajo para enmarcar y el guión un soplo de aire fresco, ya que menos por la teoría de Kip S. Thorne, todo el guión pertenece a manos de los Nolan y Lynda Obst, que hacen renacer la esperanza para el gremio de guionistas de cine. Aún hay alguien que no hace remakes, ni adaptaciones de libros, ni precuelas, aún hay historias genuinas por contar.

Los efectos especiales serán el puente que nos supongan una total inmersión en este mar de ciencia y fantasía, que se dan la mano por igual en un maridaje perfecto, en el que los elementos fantásticos resultan más discretos, hasta que llega la ruptura total y el poder de la imaginación abre todas las puertas imaginables -y las demás- en esta historia. Si bien, 'Interstellar' es una película -que conociendo el trabajo de los Nolan- puede resultar un ligeramente predecible o totalmente, pero aún en su totalidad, resultando todo casi predecible, es mucho más emocionante y poderosa que las compañeras de su género. 

Si uno consigue aguantarle el ritmo a Chrisopher Nolan y su necesidad de sobrejustificar la historia, podrá sumergirse por completo en una historia repleta de maravillas, donde lo esperado recibe otra vuelta de tuerca y se convierte totalmente en inesperado. Mientras Matthew y Nolan sigan en esta forma, tenemos cine de calidad para rato ya que, en esta película repleta de actuaciones imponentes, Matthew deja a todos atrás.

 Y el director luce como nunca, 'Origen' queda ya como un recuerdo lejano e 'Interstellar' se corona, de lejos, como la mejor película del año y la mejor de ciencia ficción hasta la fecha. Haciendo ver a '2001: odisea en el espacio' como lo que es, una ópera sobrevalorada y a películas como 'Gravity' o 'Apollo 13' como pequeños entretenimientos de patio de colegio.

'Interstellar' tiene el guión, tiene los efectos, la BSO y tiene el conjunto bien soldado, el único problema que puede surgir aquí es su densidad argumental y su penetración en lo desconocido que contrasta con dureza con su estricta base científica, pero si se puede salvar este contraste y apreciarlo como algo agradable, no tendremos dudas y disfrutaremos de esta obra maestra en toda su plenitud.

NOTA: 9,9

Jorge Tomillo Soto-Jove