-James Franco y Seth Rogen, hacen del humor negro y la sobreactuación un arte.-
-Mi retrato de James Franco, más aquí -
Antes
de nada, me gustaría advertir que esta crítica, no podrá evitar hacerse eco y
nutrirse del tono macarra y provocativo de la película criticada, si alguien es
fácil de ofender o tiene reparos con las frases fuertes y las palabras tabú,
mejor que no siga leyendo. En serio, es lo mejor. En caso contrario, solo cabe
prepararse para disfrutar. Si os gusto el humor sórdido de 'Malditos Bastardos', la diversión solo acaba de empezar.
Tras
unas cuantas y polémicas semanas de tensiones entre empresas, políticos países
y estudios de cine en general, finalmente se ha puesto en marcha la
visualización -justo el día de navidad en USA- de 'The Interview'. Son pocos los cines que la van a proyectar en sus
salas, pero Sony ha decidido aprovechar una polémica -que puede que sea la
campaña de publicidad más grande, grave y efectiva de la historia. Así, todo
junto- para hacerse eco de su poder y así darle a su película una repercusión
que posiblemente no hubiera alcanzado por sí misma. No niego su trascendencia
sin este "empujón" -por llamarlo de alguna forma- , la polémica está
ahí, es algo inherente e ineludible.
Todas las sospechas que pudiéramos tener
se confirman según vemos, tras un adulterado himno norcoreano, (en el que se
desea la muerte a los EEUU, la violación de sus mujeres mientras sus hijos
miran y otras cosas) la cara de James Franco; esta película es un producto
diseñado única y exclusivamente para provocar.
Mediante la mofa y la desorbitada
exageración de tópicos nacidos del más sórdido de los humores negros, este
equipo trata de causar una reacción provocativa. Puede que la reacción sea la
risa o puede que sea la mofa -o una mezcla de ambas- pero desde luego, aquí
alguien ha decidido mojarse, y mucho, con un tema quizás demasiado candente
como para explotar tanto, y a tantos niveles, su sátira.
El rostro de James
Franco en esta segunda primera escena, nos revela el tono que va a adquirir la
película, y que no solo va a ser Corea del norte la que reciba palos, parece
que Rogen y Franco tienen para todos, desde Eminem a Kim Jong-Un, pasando por
los odiosos 'talk-shows' americanos. Parece que el dicho de que a los
americanos les gusta la autocrítica ha sido llevado en esta ocasión a la
enésima potencia -y con muy mala leche-
En
esta "historia" si es que puede ser llamada de esa forma, tenemos dos
fuerzas de poder: James Franco, que interpreta a un amarillista y polémico
entrevistador de famosos. Seth Rogen, que es el productor del programa y el
líder Kim Jong-Un, que no necesita presentación a estas alturas. Bajo esta
enrevesada epopeya de irónicas barbaridades, atractivamente provocativas,
tenemos un ideal; el ideal de conseguir para su programa de televisión la
entrevista con el líder político más famoso del momento -justo tras conseguir
en directo que Eminem se declarase gay-.
De esta forma Rogen y Franco se
convierten en las víctimas de su propia codicia-, una especie de 'El desafío: Frost contra Nixon' pero
quitando la base histórica, la seriedad y todo el decoro imaginable, añadiendo
en su lugar una sátira salvaje de un dinamismo hipnótico.
Cuando Franco escucha
que Kim Jong-Un es un fan acérrimo de 'The
big bang theory' y su programa de entrevistas, no tarda mucho en convencer
a Rogen de que la idea es viable, mientras discuten si investigar un rumor que
apunta a que Matthew McConaughey mantiene relaciones sexuales con cabras. Todo
contado en un tono muy suave y falto de sarna (nótese la ironía).
Según
la trama va avanzando uno puede llegar a pensar que este tipo de situación,
este sentido del humor puede resultar parecido a 'Los hombres que miraban fijamente a las cabras' y, aunque sí que
llegan a niveles parecidos de sinsentidos y estupidez, hay algo que Clooney y
McGregor tenían y que James Franco y Seth Rogen se han dejado por el camino.
Ese algo es de lo que va cada película; al contrario que Clooney y sus cabras,
Franco y Kim Jong-Un están siempre a la que salta para alcanzar la mayor
versión posible de lo obsceno.
Es como si hubieran cogido todo lo que hacía de 'Juerga hasta el fin' lo que era y lo hubieran
mezclado con todos los elementos más polémicos y candentes que hubieran
encontrado. Al comienzo todo son sorpresas, es un despegue lleno de fuegos
artificiales, pero el descenso no termina de llegar. Da la impresión que, entre
broma obscena y crítica a algún famoso, alguien se hubiera olvidado de seguir
construyendo la trama.
En cuanto nos acostumbramos -porque no se puede entender
del todo- a la curiosa relación que mantienen Seth Rogen y James Franco, el
resto comienza a palidecer y los chistes verdes dejan ver el pobre enrejado que
sostiene toda esta retahíla de locura y oscura obscenidad. Incluso hay ratos en
los que uno desearía que James Franco dejara por cinco segundos esa
sobreactuación pretendida, pero supongo que le resultaba demasiado divertida, y
no le culpo, mientras funciona es completamente satisfactoria.
El problema
radica en que llegados a un punto, la expectación está tan alta que acabamos de
sentirnos necesitados de más y nos preguntamos mentalmente ¿Vale, y ahora qué?
pues unas cuantas dosis más de lo mismo que harán que casi dos horas parezcan
dos y media.
-¿Sexismo? ¿dónde?-
'The interview' es esa peli estrenada el
día de navidad, que representa todo lo contrario, juega con el sexismo, los
chascarrillos sobre homosexuales y todo tipo de clichés para crear una suerte
de estructura basada en la exageración y ridiculización de cuanto mucha gente
considerase alguna vez un tabú.
Al final lo mejor sería seguir el consejo de
Seth Rogen y no tomar demasiado en serio esta película, más allá de pasar un
buen rato, disfrutando de la caída de algunos mitos impronunciables en voz
alta. Ojalá 'The interview' estuviera
a la altura artística de su poster.
Nota: 7,3
Jorge Tomillo Soto-jove
¡El elenco está muy bueno! Con La entrevista tenemos una publicidad inversa que de baja o mediana expectativa (a lo sumo), fue mejorando sus posibilidades de taquilla al paso de todo este escándalo y que ahora es un hito histórico del cine. Pero siempre más de los mismo, ¿Cuántas veces el cine estadounidense no ha ridiculizado a este y otros gobiernos? ¿Cuántos ciudadanos de otros países no se han sentido ofendidos porque los estereotipan? ¿Cuántas veces muestran ciudades como pueblos, gente pacífica armada hasta los dientes, gente de ciudad como pueblerinos? Los registros son muchos y esto ocurre porque sencillamente el Cine de Hollywood poco o nada le importa invertir para plasmar una realidad fuera de su territorio, les interesa solo seguir el molde, entretener.
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