-El
resacoso poder del dinero y el panorama general del cine pre-Óscars-
A
unas pocas semanas de la ceremonia de los Óscar, un servidor no puede hacer
otra cosa que no sea empaparse de todo el ambiente en torno a la gala, y para
bien o para mal aquí está el resultado, capitaneado por 'Foxcatcher'. Dentro del panorama académico, nos encontramos con
claros ejemplos de obras sobrevaloradas.
'American
Sniper (El francotirador)', por mucho que tenga a Clint Eastwood al mando,
ni se salva ni merece sus nominaciones, Bradley Cooper desintegra casi todos
los puntos de interés de un filme, en el que lo más destacable acaba siendo un
bebé de juguete pasado por uno real.
Por
lo menos, lo último de Eastwood, no supone un caso tan sangrante como el del
telefilme lleno de pretensiones 'Boyhood
(Momentos de una vida)'. Película, cuyo único mérito es la paciencia de
haberla grabado a lo largo de más de una década.
Por lo demás está
completamente llena de una falsa grandilocuencia, que se retroalimenta de su
torpe puesta en escena y filosofía barata. Richard Linklater, justifica con el
elaborado proceso de creación del filme, todo el conjunto de la obra, que no
hace más que nutrirse de historias vacías, sin ninguna trascendencia,
justificadas por una pobre reflexión final.
Entre medias se pelean por un poco
de luz y espacio películas como 'Siempre
Alice' o 'Alma Salvaje',
películas cojas y faltas de ritmo en las que sus actrices protagonistas llegan
a alcanzar verdaderos momentos imponentes -mucho más Julianne Moore que Reese
Witherspoon, aunque la subida a primera división de Witherspoon es un agradable
soplo de aire fresco- pero sin llegar a establecer un precedente.
Esto no
quiere decir que sus nominaciones sean inmerecidas, son dos apuestas a tener en
cuenta al final del día -si no contásemos a Rosamund Pike por 'Perdida'- , pero este hecho establece un
baremo muy bajo. Si dejamos a un lado un par de excepciones y echamos la vista
atrás, puede que este sea uno de los años más flojos en la afamada alfombra
roja de los Óscars.
Entre
un plantel de nominados donde algunos parecen estarlo a dedo para rellenar la
categoría se encuentra el extraño caso de 'Foxcatcher'.
No extraño por la irregularidad de sus nominaciones frente a su aparente
calidad, raro por su forma de contar una historia a la que da demasiadas y
extrañas vueltas.
'Foxcatcher' es una
historia sobre dos atletas olímpicos Mark y Dave Schultz (Channing Tatum y Mark
Ruffalo, quienes, más el segundo que el primero, también han decidido
acomodarse en primera división) que se ven devorados por el dinero, la
palabrería y el dinero del ególatra John Du Pont ( a quién da vida un funcional
y tétrico Steve Carrell, cuyo mérito se reconoce aún detrás de la armadura de
maquillaje y prótesis, mal diseñada, que lo parapeta)
La trama se centra en
torno al equipo Foxcatcher, que John Du Point funda en un intento de rellenar
su sobrante tiempo libre y sus ansias de sentirse útil, tanto para sí mismo
como para su país. De esta forma Du Pont lleva al extremo toda situación
posible con tal de sentirse parte de la rueda del sistema y saciar su fallidas
ansias de convertirse en un atleta olímpico, mediante el adoctrinamiento de
deportistas ya ganadores de medallas de oro.
Lo
más curioso del filme es su forma de contar las cosas. Uno, al acabar la
película y lavarse el sabor de boca amargo que deja, no tiene de otra que
consultar la historia tras las cámaras, que resulta bien diferente. En la
realidad, la relación de amistad no existe entre Mark y John, Channing Tatum
nunca debió verse sumido en la adoración de un hombre que era todo palabras y
dinero.
Al contrario, los problemas entre ellos existieron desde un buen
principio. el que sí que desarrolló una amistad con Du Pont fue Dave, pero Mark
Ruffalo pasa regalando pepitas de oro en las pocas escenas en las que
interviene.
El tono general del filme es de que ahí hay algo que se está
cociendo, huele muy mal y no sabemos nunca qué es a ciencia cierta. Solo cabe
intuir que, según los términos velados y discretos del filme, John Du Pont,
nunca fue alguien a quién se pudiera acusar de acoso sexual a varios
deportistas, ni alguien que obligase a sus pupilos a encumbrarlo, refiriéndose
a él como "El águila dorada", o eso dicen que exigía.
En la cinta es
alguien con claros desordenes afectivos, una persona que vive para impresionar
a su madre, dedicando sus últimos años de vida a alimentar ese capricho. Por
momentos casi parece que la granja Foxcatcher fuese el Bates Motel.
Todos
los temas polémicos son tratados por 'Foxcatcher'
con discreción y exceso de sutileza, causando así el menor impacto posible.
Resultado de esto es la reacción que puede llegar a causar; si el filme intenta
lapidar toda posible repercusión polémica de las historias que cuenta, debe ser
que solo nos muestra los primeros centímetros de la punta del iceberg, para así
poder ahondar en aspectos psicológicos de los personajes, a los que hubiera
sido imposible llegar sabiendo ciertas cosas sobre ellos.
Bien pensado, esta
forma de esconder deliberadamente la polémica y adulterar la historia, resulta
injusto para los que tuvieron que vivirla y soportar abusos de drogas y
reiterados extraños comportamientos, en torno a lo que se comenta como
reiterados intentos de contener una homosexualidad pujante por salir.
En
definitiva 'Foxcatcher' es una de las
grandes olvidadas de la ceremonia, aunque ha salido ganando más que otras como
'Nightcrawler', que por su forma de
ser tan visceral y asocial, no debía de ser del gusto de la academia. Donde
solo parecen tener cabida, los relatos de guerra, racismo y genios con
problemas que llegan al culmen de la superación personal.
Nota: 7,2
Jorge Tomillo Soto-Jove
Esta cinta Foxcatcher tiene sus puntos buenos, como las actuaciones de los dos personajes principales que se roban esta película, Channing Tatum y Steve Carell
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