-Die Antwoord, Papi y Mami (El mes del robot, parte 2/2)-
Finalizamos
esta semana el mes del robot, compuesto por los estrenos consecutivos de ‘Ex Machina’ y ‘Chappie’, la cual pasaremos a analizar hoy. Antes de ello debemos
darnos cuenta de por qué resulta interesante el contraponerlas. ‘Ex Machina’ trata de
ahondar en los límites de la robótica, parapetándose con la moral y el debate
de cierta complejidad, utilizando para ello una narrativa envuelta en
surrealismo exagerado –que aunque venga disfrazada de naif acaba resultando
pretenciosa- Es en este punto donde ‘Chappie’
gana la partida por goleada.
Si bien no establece su mensaje como un análisis
culto y moralista, ‘Chappie’ sabe hacerse oír mucho mejor porque deja el
elitismo al margen, sustituyéndolo por ocio y ternura. No es que ‘Ex Machina’ sea una película mala, es
que su fallo es que peca de gustarse demasiado a sí misma, mientras que ‘Chappie’ es más sencilla en la forma y
el tono, sin dejar de lado la calidad técnica y el trasfondo.
Neil
Blomkamp –director de la acertada ‘Distrito
9’ y la confusa pero no menos satisfactoria ‘Elysium’- se ha convertido en el Peter Jackson de Sudáfrica, ya que
ha conseguido que todo Hollywood venga a trabajar a su casa, y además lo ha
hecho interesante.
Blomkamp podría estar a pocos pasos de ser el mejor director
de películas robóticas hasta la fecha y ‘Chappie’
no sería más que la confirmación de esa tendencia, gracias a lo cual, puede que
veamos por fin una secuela digna de Alien –a la cual le han dado recientemente
luz verde, con Blomkamp dentro-
La
historia arranca en Johannesburgo, dónde, gracias a los tremendos avances de la
tecnología robótica, la seguridad policial ha visto sus filas reforzadas con
unos androides de combate. La reducción de las vidas humanas perdidas diezmando
el crimen hace de esta situación, un momento dulce para la empresa que los ha
creado, pero dos de sus trabajadores no opinan así.
Deon Wilson (Dev Patel) y Vincent Moore (Hugh
Jackman) mantienen la teoría en firme, de que habría que ir más allá del nivel
de calidad de los drones actuales, sus dos polarizadas propuestas se ven
súbitamente rechazadas. Deon propone un programa en el que lleva trabajando años,
que dotará a los droides de una inteligencia artificial tan perfecta, que
recreará la inteligencia humana dentro de los robots. De esta forma, los robots
policía podrán ser entrenados, aprenderán y podrán analizar las situaciones por
sí mismos.
Por su parte, Vincent también ha desarrollado una novedad, un robot
gigantesto, épico y titánico llamado Buey. El problema que se expone a Moore
para descartar su robot, es que con el nivel de crimen actual, su Buey, resulta
tremendamente exagerado a todos los niveles y ‘tendría que dispararse el crimen
para que fuera viable’ –premisa a la que se acoge Moore, generando así la
curiosa rareza de poder ver a Hugh Jackman de villano-
La
trama comienza a asentarse cuando Deon, aplica su voluntad inquebrantable a un
agente mecánico caído en combate que se iba directo a la pasapuré. El problema
es que, cuando escapaba con los restos del robot, entran en escena un grupo de
criminales, a los que hemos visto endeudarse con un musculado mafioso durante
la última redada robo-policial, y le secuestran.
Ya en la base de los
criminales (Ninja y Yolandi, que en la realidad se llaman igual y son el
sudafricano grupo Die Antwoord, música omnipresente en el filme. Siendo esto un
punto positivo porque contribuye a la curiosa y deliciosa caracterización de
estos estrafalarios personajes) , Deon se ve forzado a reparar al robot e
instalarle su IA experimental, que resulta ser todo un éxito. Ha nacido
Chappie.
En
un principio es solamente un robot más, pero lo que nos sumerge de lleno en el debate
entre la robótica, la moral y los principios del propio humanismo es, que
Chappie, no nace Chappie, se hace a sí mismo a partir de sus experiencias. El
mensaje llega alto y claro, el contraste entre Deon y el estilo
macarra/gangster de poca monta de Die Antwoord, es lo que vuelve a hacer tan
interesante a ‘Chappie’, pues de cada
sector social que el film expone, se puede sacar una conclusión o lectura
diferentes.
Ninja y Yolandi, se hacen a sí mismos padres del “niño”, para así,
poder calar mejor su mensaje en la mente aún infantil del robot, que se ha
visto forzado a ser un Pinocho de acero. Pronto afloran los sentimientos en
Yolandi, que sí se ve realmente como una madre, una protectora del ingenuo
Chappie, al contrario que Ninja, quien sobrepasa el descaro con él.
Poco a
poco, mediante el constante florecimiento de sentimientos dentro del casco
metálico de Chappie, todos a su alrededor comenzarán a querer algo más que
convencerlo de que acceda a robar para ellos –y pagar así su deuda-, se van
dando cuenta de la realidad. Chappie no es solo un robot, porque un robot no
podría sentir ni razonar al nivel de Chappie, si Hugh Jackman lo permite.
Además
de la excelente fotografía y el casi perfecto acabado robótico del filme, lo
que hace que sea tan eficaz a la hora de transmitir su mensaje, es que lo lanza
mediante el razonamiento, en principio sencillo, de un niño que está
aprendiendo cómo es el mundo. Exponiendo de una forma muy clara las taras y
valores del ser humano en sí mismo.
Como sorpresa, cabe destacar el nivel
interpretativo del grupo Die Antwoord, que mediante su curiosa aura/estética
llenan de interés y colorido un argumento que ya de por sí resultaba
interesante, tierno y tremendamente humano.
Es, por su constante exposición y
contraste de los valores humanos –y sus geniales dosis de acción- que ‘Chappie’ resulta tan tierna y funcional. Logrando, mediante una constante
sátira de lo humano, que cualquiera se pueda sentir identificado e inundado por
el poderío de esta historia, que tan atrás dejó ya lo robótico, para ser algo
más.
NOTA: 9,4
Jorge Tomillo Soto-Jove
Al principio me sentí como si estuviese viendo RoboCop (2014), pero no tardó en reflejarse algunos aspectos como la rivalidad existente entre los proyectos de Deon y Vincent, esto fue un buen apunte en el guion para este tipo de trama. Concuerdo en que en algún momento dejó de ser una película netamente "robótica" y pasó a demostrar el lado humano en sus personajes (--Buen aporte--).
ResponderEliminarBuena película
PDT: Chappie aprendió extremadamente rápido.