La serie Divergente: Insurgente

-Génesis del aburrimiento capitaneada por Shailene Woodley-



Con el estreno de Insurgente’ podríamos decir que llega la precuela –por así llamarlo- del inicio de la temporada de Blockbusters, de ahora en adelante todo serán películas con una gran carga visual y escasez argumental –aunque siempre hay sorpresas- . Llega la, tan necesaria para la taquilla, temporada de películas palomiteras e ‘Insurgente’ es la –casi- digna encargada de arrancar con ella, pero sigue siendo la precuela, pues no acaba de cumplir con los términos y condiciones de la misma. Sin más dilación, paso a exponer mi análisis crudo y sincero sobre la realidad de ‘Insurgente’ para quienes no tengan quince años.


‘Insurgente’ es la película que continúa con el maltrecho y confuso legado de su predecesora, que intentando convertirse en la merecedora del trono a mejor película/fenómeno adolescente, falla reiteradamente.


Estrellada contra la pared, la serie Divergente lanza otra propuesta para optar a una candidatura que Harry Potter dejó vacante. El problema aquí no está en la idea original, que puede ser mejor o peor, está en la propia película que no cumple con su propósito. Una adaptación deja de serlo cuando se encuentra a los albores de sí misma.


En el momento en el que lo que queda detrás es de mayor interés que lo que la adaptación ofrece, la película ha fallado. El problema en este, para mi gusto, evidente fracaso, es que en estas circunstancias, la calidad del producto es secundaria mientras consiga unos objetivos monetarios que justifiquen el realizar otra entrega más. Mientras el producto pueda estirarse como un chicle, el público pague su entrada y los personajes se queden vacíos de una originalidad que dudo ahora que una vez tuvieran, nada importará, el dinero vale más que la calidad.


Al iniciar ‘Insurgente’, todo parece seguir igual en esta deslavada distopía. Sigue empeñada en construir su castillo de naipes sobre tópicos y el trabajo de otros. La historia sigue apostando por seguir surfeando sobre la cresta de una ola en decadencia; La moda de la narrativa versada en la supervivencia, que ha inundado los videojuegos y la literatura por igual -y por consecuente al cine- pero sigue sin aprovechar sus recursos y prefiere mantener el perfil bajo orientado a la mayor exponente de la comercialidad fácil para adolescentes.


Lo peor de este defecto, es que se retroalimenta. Parece estar todo el mundo tan seguro de estar calzándose los zapatos de cristal, cuando en realidad caminan por montañas de barro.


El género de las historias de supervivientes y ejércitos de un solo hombre que tiene la razón contra todo un sistema corrupto -fomentando el individualismo extremo y la falsa creencia de que, por un generoso deus ex, todos somos de alguna forma especiales- que hará pasar al héroe por todo tipo de experiencias extremas, haciéndolo, finalmente, digno de su título.


‘Insurgente’ es una bola de nieve cuesta abajo que ni deja de crecer ni de caer. Para los que, como yo, nos vemos ajenos a este inalcanzable e imparable fenómeno metralleta de bestsellers populares, la narrativa de la película deja mucho que desear. No comprendiendo si es culpa de uno, por no haber leído los libros, o culpa del filme por sobrentender cosas, la película no deja de avanzar dando tumbos en una dirección y en otra, sin acabar de concretar nada.


Tenemos ante nosotros rachas erráticas de espectacularidad desperdiciada, que cumple con su función vagamente. Rellena y estira minutos, hasta volver el amago de guión que decide presentarnos siempre de forma errática. Hasta que no alcancemos el final, no tendremos ante nosotros más que paja, subtramas y giros de guión asépticos, que poco o nada nos harán sobresaltarnos en la butaca.



Kate Winslet vuelve a ser la mala malísima del filme, sumándose así a la nueva generación de cine juvenil en el que los actores con una carrera previa y talento, aportan su curriculum a películas cojas, para establecer así un reclamo para los que se hayan quedado fuera de esta ola de historias desperdiciadas tan apreciadas.


En este viaje la acompañará Naomi Watts, que tampoco conseguirá aportar nada a este planteamiento errado. Puede que sea lo natural, que los actores y actrices más afamados aporten su granito de arena para acoger y hacer crecer a los nuevos talentos, pero uno no puede quitarse la sensación de un casting mal escogido para sus personajes.



El problema aquí viene, cuando piensas “Kate Winslet haciendo de..” y no en el personaje, por ello, elegir a estos talentos para historias tan pobremente construidas, crea una sensación de confusión innecesaria y muy mal traída, que descuadra la ya de por sí débil narrativa un poco más.



No cabe otra cosa mas que esperar hasta que la historia esté contada en su totalidad –aún queda un mínimo de dos películas más, una por libro como poco- para así poderla juzgar por entera y, de mientras tratar de disfrutar de los innumerables momentos de acción injustificada y de los dulces ojos de una Shailene woodley siempre sobreactuada y casi fuera de lugar. Tristemente, al final son esos ojos lo único que merece ser rescatado de esta retahíla constante de despropósitos sin propósito.



En ‘Insurgente’ estaremos ante una constante narración de una supuesta revolución contra un tirano opresor y un sistema injusto, pero nunca terminará de pasara nada, casi ni hasta el final. Al terminar la sesión tendremos un empacho de subtramas nimias y discursos vacíos que si bien, sí que perpetúan esa sensación de revolución e injusticia tiránica, no terminará de lograr asentar ninguna base, ni tampoco ningún logro propio.



Simplemente, ‘Insurgente’, será una gota más en un charco lleno de ponzoña; Tras ser la camiseta de moda del mes, desaparecerá como lagrimas en la lluvia (símil que casi da pena usar con esta pobre y gris historia, perdida en sus propios términos y falta así de interés como de relevancia)


‘Insurgente’ es ese filme que, seguramente guste a los más jóvenes e inexpertos, pero que a quién quiera ver cine de verdad, le deje con la sensación de haber tirado su dinero.

Click aquí para leer la crítica de la primera parte, DIVERGENTE. 


Nota: 2,1

Jorge Tomillo Soto-Jove

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