Kimi no na wa (Tu nombre) | POPCOKEN


¿De qué te conozco?


Finalmente 2016 ya va llegando a su final —por fin— y con el dejamos atrás un año de cine completamente olvidable. Muestra de ello es ‘Assassin’s Creed’, uno de los estrenos más esperados y considerada uno de los fracasos de taquilla del año, incluso algún exagerado –El País- dijo que este batacazo podría costarle la carrera a Fassbender, pero a veces el tremendismo nos supera. Por este año que se va y un estreno más penoso que el anterior –con contadas excepciones— es lo que me ha llevado a mirar en otra parte, hacia el mundo del anime, y por ello advierto que esta crítica pude contener SPOILERS.



La película que hoy nos ocupa es ‘Kimi no na wa’, que aunque se traduzca como “¿Cuál es tu nombre?”, se ha visto reducida a algo más corto y funcional. ¿Por qué esta crítica? Pues porque llevaba mucho tiempo oyendo maravillas de este filme y siempre había desconfiado de ello, llega un momento en el que por mucho que uno se esfuerce no se saca la idea de que todo lo que venga bajo el nombre anime, está destinado a adolescentes como máxima edad.



 Aunque el género se presta a ello, hay un pequeño sector donde el anime aspira a algo más, lo malo es que ‘Kimi no na wa’ juega a medio camino entre esas dos definiciones.



La película disfruta de ser una apuesta nada arriesgada, teniendo de entrada una escena que dilapida toda duda del futuro de sus personajes. Primero conoceremos a Mitsuha —con primer plano de escote fanservice incluído gratuitamente—, una chica de pueblo que quiere una vida que la llene de verdad en el mundo exterior.



 Es la hijastra del impertérrito y severo alcalde, pero esa relación no aportará nada en absoluto al personaje, ya que ese aspecto al igual que tantos otros, se deshecha con una total despreocupación.



 Dentro de una vida cuyo mayor entretenimiento es recrear las tradiciones de su pueblo, Mitsuha empieza a sentirse agobiada por ver cada día las mismas cuatro cosas y tener por expectativas vitales una tranquila vida sin cambios. Un buen día —tras gritarle a los dioses del templo— se ve dentro de un cuerpo que no es el suyo, pero quizá, si no hubiera gritado a los dioses que en otra vida quería ser un chico guapo de Tokyo, no se despertaría dentro del cuerpo de un chico guapo de Tokyo, chistes del filme.



Como averiguaremos más adelante, Mtisuha vivirá por un día la vida de Taki, un chico que vive en Tokyo y cuya vida, pese a estar mucho más ajetreada que la de ella, tampoco resulta demasiado interesante. Desde luego, por turbada que se encuentre pese al evidente cambio físico, Mitsuha está fascinada por la vida en la gran ciudad. Curiosamente uno de los detalles interesantes dentro del cambio de cuerpo, como es la gesticulación del sexo opuesto no se ve demasiado bien utilizada en el filme.



 Si hay dos o tres gestos muy visibles, pero el resto del tiempo se antoja desaprovechado. Finalmente, el día pasa y Mitsuha se despierta dentro de su cuerpo, pero como podremos averiguar por lo que nos van contando los personajes secundarios del pueblo, ella no fue la única en cambiar de cuerpo al dormir. 



Taki fue Mitsuha por un día, también. Lo divertido aquí, y que tampoco está demasiado explotado, pues el guión resulta bastante errático, es que Taki es un underdog típico de anime, muy al estilo Naruto; un chico debilucho pero con mucho carácter y acostumbrado a meterse en peleas, del cual nadie espera nada bueno pero que acabará por sorprenderlos a todos con su vena sensible. Ahí es en el único aspecto donde se parece a Mitsuha, pero poco a poco él uno se irá apasionando con la vida del otro, hasta el punto de que saben que se necesitan  mutuamente, pero tan pronto como llegó, su conexión mística y especial desaparece.



 Aquí el filme se columpia generosamente y no termina de explicar todo lo que plantea, así como da varios bandazos para describir a sus personajes en esta situación, pero ya ha conseguido engancharnos y seguiremos al final, ya que tampoco queda mucho por delante y el ritmo es bueno.



En la recta final nos damos cuenta de que ‘Kimi no na wa’ está muy por debajo de ‘5 centímetros por segundo’ de la cual es casi un versión reciclada, o de ‘El jardín de las palabras’ dentro de la filmografía de su autor. Pero si la comparamos con ‘La chica que saltaba a través del tiempo’,Patema Invertida’ o las grandes de Ghibli, sale como clara perdedora.



 El principal problema de esta película, además de sus continuas rupturas de ritmo para forzar la emotividad con una canción digna de opening, es que siempre nos lleva de la mano y no deja que el espectador asuma ningún riesgo o duda relevante, porque para cuando se atisba que vamos a hacer algo parecido, el filme nos resuelve la papeleta de una forma totalmente conformista, matando cualquier tipo de suspense.



 Admito que en varios puntos hasta he tenido escalofríos de la emoción, pero era porque los personajes despiertan interés, al menos hasta que los traspiés y cobardía del filme te chafan toda la experiencia.




Kimi no na wa’ es una película bien animada, sin ser nada destacable y que nunca responde a demasiadas preguntas con claridad —si las responde— pero aún así es la tercera película más taquillera de Japón, una de las favoritas de la crítica y una agradable experiencia, pero al final, uno se queda con la sensación de que podía haber mucho más de lo aquí expuesto y que tanta vuelta, lío y trajín, no eran más que apariencia sin un trasfondo.



 Por ello, por la necesidad de enfocar su historia a un publico adolescente es que se siente que ‘Kimi no na wa’ es tanto ese refugio para los adultos que ven anime, como un producto meramente adolescente, que no puede aspirar a nada más. En definitiva, un producto agradable, ligero y que tampoco da para mucho más.



Nota: 5,8

Jorge Tomillo Soto-Jove


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