—Charlize Theron todopoderosa—
Ya he podido ir al cine a ver una de las pocas
películas que llevaba meses esperando y no ha sido una decepción, aunque lo
parecía. 'Atómica' es una película
ambientada en la caída del muro de Berlín, aunque como ella misma dice esa no
es la historia de la peli. La trama es un gran cúmulo de tópicos del cine de espías
y algo más. Hay una lista, que de ser revelada pondría en peligro a miles de
agentes, bla bla bla, recuperarla a toda costa y jugando a varias bandas bla
bla bla.
De hecho la historia es lo peor de la película, si la juzgamos sin
Charlize Theron en mente. Sobretodo en sus comienzos, donde abusa sin ton ni
son de todos los tópicos del género que pueda encontrar. Sólo les ha faltado
tirar de que Theron dijese lo de “estoy retirada” y algo la forzase a volver.
'Atómica'
no es 'John Wick', ni su secuela supo
serlo, —ni esta crítica va a tener en cuenta la novela gráfica en la que se
basa 'Atómica' — para mi 'John
Wick' es la primera y ya. He leído un montón de comparaciones pero aunque
algunos lugares comunes sean muy comunes, como sus rótulos; el espíritu, el tono de la narrativa y la construcción de su personaje son muy diferentes, así
como sus dosis de acción, que 'Atómica'
no replica demasiado bien. Lo que más difiere entre una y otra es que 'Atómica' es una película sobre espías,
en clave de espionaje y no una oda a la acción con las motivaciones justas para
funcionar con coherencia.
Todo con mucha subtrama y jugueteo con el espectador
para que dude... Ese tipo de cosas, con bastante acción, aunque no tanta, ni
con la calidad esperada. Para 'Atómica'
las escenas de acción, salvo por una concreta que ya analizaremos, son casi un
mero trámite, una parte más del género. Para 'John Wick' la acción lo es todo, y sus coreografías y tono
realista la hacen tan disfrutable. Pero no nos adelantemos tanto todavía.
Si
algo hace que las pelis de acción aburran es que, además de que no se toman
enserio ni ellas mismas en la mayor parte de los casos, se parecen demasiado.
Entre sus tópicos y recursos manidos 'Atómica' nos presenta la historia una
vez ha finalizado y sitúa a Charlize Theron en una entrevista para dar cuentas
con sus superiores, y dar sensación de veracidad a lo que vaya a contar.
El
recurso de la entrevista funciona así, al plantear una conversación o desgranar
una historia mediante preguntas y respuestas consigues dos cosas; que el
público esté predispuesto a escuchar y llevarlos por donde quieres. Es como la
investigación policiaca en los thrillers. Para mi uno de los problemas de 'Atómica'
no es su credibilidad, sólo por la mirada de acero y presencia de Charlize
Theron ya estaba dispuesto a creer lo que me fuese a contar, y si además la
presentan con un ojo inyectado en sangre y todo tipo de moratones, me lo creo
más.
Porque si a una mujer así de dura le han dejado la cara como un cromo, me
creo todo lo que me cuente, igual que con el comienzo de ‘John Wick’. Una de las mayores taras de 'Atómica'
es que le cuesta mucho situarse y situarnos. Y cuando digo mucho me refiero a
la primera hora de la película. Charlize Theron tendrá que buscar la lista
dentro de un Berlín lleno de espías y ya, esa es toda la motivación y
justificación que ofrecen para que ella y un James McAvoy sacado de ‘Filth’ —su mejor película hasta la
fecha— se paseen de aquí para allá como pollo sin cabeza.
Eso sí reforzaremos
al personaje de Charlize Theron a golpe de product placement en forma de Vodka.
Un vaso de vodka y a correr, esta mujer no necesita mucho más. Eso sí, cuando el
personaje de Sofia Boutella entra en escena.
Los bandos se van definiendo y la
película gana enteros. Encima lo que se iba a convertir en un tonteo lésbico
para colgar en el tráiler y así llamar a los hombres hetero blancos al cine,
termina por ser una línea argumental romántica como cualquier otra aquí ya
empieza 'Atómica' a sumar puntos.
Las cosas se complican de verdad, hasta que Charlize Theron averigua algo sobre el hombre que tenía la lista y decide custodiarlo en su evacuación. Aquí empieza lo bueno de verdad. Para esconder a su protegido, nuestra protagonista se cuela en un edificio abandonado y, mientras él busca algo con lo que curarse, da comienzo el plano secuencia de acción que catapulta a 'Atómica' de otra película olvidable a un referente. Vale, es un falso plano secuencia, hay algunos cortes muy bien metidos, pero si llamamos plano secuencia a ‘Birdman’ también se lo podemos llamar a esta secuencia.
Bien, el
plano comienza cuando los chicos malos del KGB asaltan el edificio y nuestra
rubia atómica saca la estopa a pasear. De aquí en adelante se pegará con todo
asesino que se le ponga por delante de una forma visceral y violentamente real.
Porque cuanto más se pega alguien más se cansa, más falla, más sangra y más
torpes y menos lucidos son sus ataques. La secuencia atraviesa el edificio como
un rayo que lo partiera en dos cuando su momento álgido va bajando las
escaleras centrales.
Es una verdadera maravilla, una delicia visual y narrativa
que no necesita de diálogo alguno para explicarnos que, por muy dura y fuerte
que sea, Charlize Theron aún ganando está perdiendo y que por mucho que se
esfuerce y haga bien las cosas, no va a ganar aunque gane. Luego la secuencia
sale del edificio y sigue un rato, alargando la tensión y cogiendo en la mano
el corazón del espectador. Acaba la mejor parte de la película, pero no es
momento para ponerse tristes porque ha dejado la trama en un punto en el que no
para de subir, subir, subir y subir.
En
resumen 'Atómica' se acerca mucho al
nicho de culto de ‘John Wick’ pero no
termina de convencer hasta pasado el primer acto y parte del segundo, pero
aunque pierda unos minutos muy valiosos, y en cantidades generosas, en cuanto
prende la mecha la pólvora se consume con avidez y es una muy valiosa apuesta
dentro del cine de acción, que poco a poco se vuelve a tomar en serio a sí
mismo, aunque le está costando un esfuerzo palpable.
Charlize Theron tiene
tanta presencia que resulta intimidante, la escena de la “pantalla de lluvia”
es para enmarcar y James McAvoy es un elemento confuso a todos los niveles. Los
demás no hacen mucho más que limitarse a pasar por allí, tener un minuto o dos
de relevancia y desaparecer. Esperemos que de haber una segunda Atómica, no
baje tanto —ni se venda tanto— como la secuela de ‘John Wick’ y que la hagan con más como el plano secuencia de la
escalera y menos como el confuso comienzo del filme.
Nota: 6,9
Jorge Tomillo Soto-Jove
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