BoJack Horseman (Netflix) | POPCOKEN


-"¡Cállate, Todd!"-

¿Qué mejor excusa para escribir una crítica sobre una de las series más entretenidas del momento que el estreno  de una nueva temporada? ¡Es hora del BoJack!



Para poner a los neófitos en contexto, citaré directamente de la Wikipedia las palabras del creador de la serie Raphael Bob-Waksberg, que tras mudarse y leer un libro de dibujos de animales antropomórficos -prestado a este por la futura dibujante de la serie: Lisa Hanawalt- se vió  en esta situación:

"Me acababa de mudar a Los Ángeles desde Nueva York, no conocía a nadie y estaba viviendo en una casa en las Colinas de Hollywood que era del amigo de un amigo. (...) Recuerdo estar sentado en el escritorio, viendo la panorámica de Hollywood, y me sentía como en la cima del mundo, pero también sentía que nunca había estado tan solo y aislado. Eso me dio la idea de explorar un personaje que había tenido todos los éxitos del mundo y aún así seguía sin encontrar la forma de ser feliz. Combiné mi melancolía con los dibujos de animales de Lisa, y eso fue realmente la base del argumento".



'BoJack Horseman' es justamente eso; una serie de animación para adultos protagonizada por un caballo antropomórfico. Porque, reconozcámoslo, a todos nos encanta la  animación que nos presenta animales antropomórficos, pero sí encima es una crítica constante a la sociedad e industria del cine, mejor que mejor. BoJack se nos introduce como un personaje pestilente; es un egocéntrico, es egoísta y está total y completamente frustrado. 



Por eso es lo que todos querríamos ser, o puede que simplemente sea porque es tan rico que puede permitirse ser así.  Gracias por exponer así a Hollywood -¿o debería decir Hollywoo?-. BoJack no tiene nada que callarse, ni para sí, ni para los demás y siempre termina arruinando todo lo que toca. El pozo negro que tiene por hocico está abierto 24/7 y no le importan las consecuencias hasta que, bueno, simplemente no  le importa demasiado. Principalmente porque BoJack, está cansado de ser BoJack, al menos en su versión actual.



Una mezcla de ego y nostalgia -y ego- nos introducirán al arco de la autobiografía de BoJack Horseman; la excusa perfecta para coronar el producto televisivo por excelencia: el tipo pestilente con los motivos para serlo, que harán del personaje un éxito total. BoJack desearía poder volver a repetir los éxitos de cuando trabajaba en el Príncipe de Bela....digo, Retozando, de cuando trabajaba en Retozando, o al menos ese es el cuento que nos quiere vender. Aunque descubrir sus propias limitaciones y por qué se está haciendo esto a sí mismo será el núcleo central. Lo malo es que para que la serie tome verdadera presencia, para que se quite el corsé y todos podamos gritar halleluyah viéndola, tendrá que pasar bastante más de la primera temporada.



 Al principio pones 'BoJack Horseman' y esperas que te den "esos chistes" que te hagan sentir un adulto pese a estar viendo animación y,  encima, disfrutarlo y recomendárselo a tus amigos. 'BoJack Horseman' no es ese entretenimiento fácil y barato que cabe esperar al ver sus primeros minutos en pantalla,   no te van a soltar un "esto es peor que cuando olvidé cómo..." y  luego   forzar la narración para colarte un flashback de siete segundos que te haga reírte como si aún no hubieras dejado los dieciocho atrás. 'BoJack Horseman' es una serie de animación para adultos, para adultos, no para duendes exaltados necesitados de constante azúcar visual. 



Esta serie trabaja su historia en dos líneas; en la del episodio autoconclusivo y en la de la narración continuada: en cada episodio pasan cosas que acaban allí, pero que dejan el campo sembrado para más y más adelante. Las taras y adicciones de BoJack, serán la puerta hacia poner de rodillas a toda la industria de Hollywood pero sin recurrir a ser un festival  de crudeza, dolor y sangre, 'BoJack Horseman'  tiene más clase que eso. 



Podía abrir en canal a toda la industria y  colocarlos como los malos,  surtiendo todo  el guión de críticas duras y desesperadas de atención (como hiciera Iñarritu con 'Birdman'. Que sí, que le funcionó, pero no hay que olvidarse de cuando  te cuelan un poco efectismo narrativo) Lo que hace esta serie, es no colocar el cartel de malo a nadie. No se va dedicar a dar lecciones de vida y moralidad desde un pedestal; va a exponer las taras de todo el mundo y crecerse explotándolas para hacer humor con ello.



 Así, al mismo tiempo construye un retrato paródico sobre sociedad  e industria y crea sus propias reglas. Es decir; BoJack parte claramente como sátira de Hollywood, pero acaba por convertirse en un  ente con vida propia que tiene el  suficiente talante como para vivir bajo sus propio espíritu, y encima no deja nunca de volver a sus raíces para sacarle algo más de brillo  a toda la industria.



Lo malo es que la serie, muchas veces puede pecar de no ser lo suficientemente crítica, pero prefiere mantener su tono afable en  vez de parecer una trituradora. Para colmo, tiene momentos concretos de existencialismo que te pegan totalmente a la pantalla sin resultar evidentorros o cansinos. Sí, 'BoJack Horseman' está plagada de cinismo y me parece fabuloso, porque es una herramienta en total  consonancia con el relato. Aquí no hay momentos de relleno para vender más y mejor, sí Todd dispersa la trama, pero dentro de un espacio muy claramente delimitado para que BoJack tenga su réplica sin abrumar al público que todavía no ha visto lo suficiente como para adorarlo.



 Sí, al principio Mr.Peanutbutter es cansino y un idiota, pero cuando la serie va creciendo, él y los que están a su alrededor van tomando un sentido propio sin estar socavados por nadie. No  nos cansaremos de BoJack porque sus secundarios consiguen dosificar su desparpajo y cinismo omnipresente. Salvo Diane, que es la voz de la razón hasta que el hecho de serlo precipita su derrumbe total hacia cuestionarse el sentido de la vida y...bueno, la serie sigue mucho más allá.  No voy a citar más personajes pero, gracias Princess Caroline,  gracias por tanto.



Personalmente, a mi lo que más me gusta de la serie -jah no, no es su animación, eso es terrible, aunque le vaya como anillo al dedo- es su forma trabajar cada escena a dos bandas: En casi  cada segmento argumental tenemos lo que la línea narrativa nos está contando y de fondo pasan muchas cosas más. Siempre hay un personaje detrás que está haciendo algo que por su antropomorfísmo o por su simbolismo, o por la acción en sí misma, es terriblemente gracioso. 



Lo malo de 'BoJack Horseman' es que le cuesta hasta la tercera temporada llegar a su punto de autoconsciencia y brillantez totales, aunque el camino recorrido hasta aquí es muy muy disfrutable. Ahora sólo me queda devorar la cuarta temporada y llorar hasta que salgan más episodios.



Nota: 7,7

Jorge Tomillo Soto-Jove

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