IT (2017) | POPCOKEN


Capítulo 1


Hoy he ido al estreno de 'It' y dejo claro de antemano que para esta crítica voy a tratar de dejar al margen tanto el libro como la miniserie/película de Stephen King. Dicho esto...



'It' es una película que se desarrolla en cualquier pueblo americano, con cualquier grupo de niños impopulares americanos que se ven envueltos en una situación de terror a la cual tendrán que hacer frente. Vale, ya veo la siembra de tópicos básicos, pero la historia se alza sobre ellos para contar historias concretas, no mucho menos genéricas pero con algo más de cuerpo y presencia. 



El grupo de niños gira en torno a Billy cuyo hermano Georgie es la primera víctima de It, en la mítica escena de la alcantarilla donde “todos flotan”. Billy poco a poco se verá situado en el centro de un grupo de adolescentes de pueblo que están viendo como sus mayores miedos les dan caza durante todo el verano. Bien, la premisa también es sencilla y fácil de asimilar, pero he de decir que para mi 'It' ha sido difícil de digerir como película en sí y que el metraje ha resultado excesivo, si hubiera durado 15 o 20 minutos menos, mejor.



En primer lugar, el casting me parece bien elegido, aunque el chico de 'Stranger Things' me saca constantemente de la película con sus desagradables chistes fuera de lugar. Hay ratos de tensión absoluta donde va el chaval y suelta una bestialidad de las suyas y encima uno va y se ríe, creándose así el más extraño de los ambientes. Aunque la película da muchas veces lugar a ello sin quererlo. Por otro lado el resto del casting me parece una buena elección tras de otra, destacando al niño gordito y a la pelirroja, que son los dos de diez. Después —tristemente— la peli se olvida de uno, porque a Hollywood no le gusta coronar héroes que no puedan vender esa imagen perfecta que se han montado en su cabeza.



 Y la otra será el centro del filme hasta que se vuelven a acordar de las motivaciones originales y de que hay más personajes a los que dar relevancia. Coherencia ya no, porque debía ser mucho trabajo construir a todo el grupo al mismo nivel y no dar ventajas a unos frente a otros. Les da igual, tan pronto se pueden olvidar media hora de un personaje, como si nunca hubiera existido, pasando de darle una meta o explicar para qué sigue en pantalla. Eso sí, según veía la película sólo podía pensar en una cosa: “ojalá elijan a esta chica —Sophia Lillis— para ser la nueva Batgirl”, no pasará, pero yo puedo soñar.



En segundo lugar el némesis: Bill Skarsgård se pone el outfit de payaso diabólico y... le sienta como un guante, la verdad. El chico ya tiene ese aire siniestro por sí mismo —igual que su hermano— así que de ahí en adelante el limite es el cielo. Skarsgård se lo pasa muy bien siendo el azote del terror y las fobias de los niños, y se nota. Iba a decir que me parece muy joven para ser Joker, porque por talento da el nivel de sobra, pero Heath Ledger tenía la misma edad que tiene ahora Bill Skarsgård cuando interpretó el papel, así que no puedo decir nada. 



Eso sí, a la hora de atemorizar niños y de encarnar sus más feroces traumas y miedos, este nuevo payaso es una bendición. La lástima es que la película lo estropee sin sentido en la recta final, tanto que el hecho de que pueda —y vaya a— haber una secuela se antoja disparatado. Todo aquel que descarte a este payaso bailarín como “peor que el anterior” es que tiene su infancia/juventud en demasiada estima. Porque, al margen de qué interpretación pueda gustar más —ahí ya no me meto— el producto televisivo que es la caracterización de Tim Curry no juega ni en la misma liga que la presencia absoluta de Bill Skarsgård.



En tercer lugar, me duele ver cómo la película no se decide. Desde el comienzo 'It' es un completo desastre del que alzarse, porque donde estaba sembrando el terror y un ambiente turbio de narices, de esos que te dan ganas de abrazarte a un cojín, se lanza de cabeza a la piscina de la serie B y el cine de terror mainstream que tanto se lleva hoy en día para comerse un cubo de palomitas y poco más.



 Le cuesta casi la película entera recuperarse de su propio lenguaje visual, donde reinan la violencia gráfica innecesaria y los efectos especiales de hace cinco años. No cuento ya la escena de la boca de alcantarilla, es que lo siguiente que vemos es cómo le meten un clavo a un animal entre ceja y ceja con el más cutre de los efectos de photoshop. Es que, además de resultar innecesario el recrearse tanto en cosas que no aportan nada, se hace con unos efectos cutres y malos que contribuyan a la sensación de desagrado y no a la del terror. 



Si esta 'It' lo que en realidad busca es ser uno de los referentes de terror para las nuevas generaciones, puede que les funcione pero únicamente por que su tono es una pataleta adolescente. 'It' es ese chico de entre 12-16 que aprovecha cuando está solo en casa para ver cosas que no debería ver, ser todo lo violento que pueda (y otras cosas) y luego posicionarse delante de sus amigos como quien ha descubierto el nuevo mundo. 'It' tiene violencia, pero esta no aporta nada al relato, ni a los personajes que la sufren ni a la narrativa. Nada. Únicamente tiene la violencia como reclamo y, al tiempo, como atajo a asustar al espectador.



Lo digo lamentándolo porque esperaba otra cosa, pero 'It' es el la representación pura y dura del cine mainstream de terror. De esa categorización no consigue escapar ni en su escena cumbre (la del proyector, luego vuelve a bajar) porque el tono no dice otra cosa y las poquísimas veces que se sale de ese rango, nos encontramos la ominosa y omnipresente banda sonora.



 Este es el punto más lamentable de toda la cinta. La música se pasa la narrativa por el forro y se impone constantemente para decirle al espectador cuando asustarse y cuando no. Encima usa y abusa del jump scare, y el plano aberrante, con avaricia. Es como si las únicas herramientas que tuviera 'It' para asustarnos sería acercarse a nosotros, contarnos una historia entretenida —que por cierto retrata muy bien un par de traumas; como el miedo a la sangre de ella o la mujer del cuadro— y, cuando estemos relajados, disfrutando del tono veraniego y aventurero JODER, NOS GRITA AL OÍDO LO MÁS ALTO QUE PUEDE. Y así, sumado a que sale un payaso asesino en pantalla, espera que nos asustemos.



 Pero esto no es la mala utilización del jump scare —lo del plano aberrante ya parece que es obligatorio, peli de adolescentes = plano aberrante—, el verdadero mal uso es como el recurso del globo, que se utiliza en cada escena que se pueda usar. O como ir repitiendo por todas partes lo de “todos flotan”. Casi se podría organizar una fiesta de chupitos viendo 'It' de tan evidente y poco sutil que es. Luego, encima, la recta final se convierte en una constante satisfacción para el espectador, así que toda tensión previamente generada se va por el sumidero.




En resumidas cuentas, 'It' tiene muchos motivos visuales muy logrados, pero se pierde en querer ser el nuevo referente del terror, y se pierde mucho. De haber dejado algo de libertad a la interpretación del espectador hubiéramos tenido entre manos una película con posibilidades reales, pero se esfuerza demasiado y eso saca a relucir taras como ¿por qué narices la escena de la pelea de piedras en el río usa CGI? Ese tipo de ridiculeces, como el uso de la violencia de manera gratuita o casi cada diálogo del chico de 'Stranger Things' me sacan de la película.



 Tampoco esperaba de 'It' una aproximación a 'It Follows' pero sí que fuese mejor que 'Insidious' y todas esos sucedáneos de terror cuyo guión sólo hace aguas, hay muchos silencios antes de subir de golpe la música y uno sale de la sala lamentando no haber esperado lo suficiente como para no tener que pagar la entrada.



Os voy a ser sincero, 'It' no es tan ridículamente mala cono 'Insidious', 'Expediente Warren' o 'Nunca apagues la luz', pero tampoco es mucho mejor, porque sus puntos fuertes —momentos de poder visual incorrupto, segmentos de la trama o la fotografía— conservan su fuerza hasta que la propia película la destruye. ¿Recomendación? Si vais a verla al cine, que sea con amigos.



Nota: 6

Jorge Tomillo Soto-Jove

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