El secreto de Marrowbone | POPCOKEN


La decepción de Marrowbone

Para celebrar el fin de semana de Halloween, he dado con mis huesos en el estreno de 'El secreto de Marrowbone'. Con la dirección de Sergio Sanchez —y el guión— y Anya Taylor-Joy, sumando otra película más de terror a su corta carrera, la entrada ya me la habían vendido de lejos. Quedan advertidos los lectores de los SPOILERS de aquí en adelante. De modo que quien quiera salir intacto que no siga leyendo.



'El secreto de Marrowbone' es otra de esas películas de director español haciendo horror movies, ya que parece que cuando nos internacionalizamos lo que mejor se nos da hacer son películas de terror y es una sensación creciente que me encanta. Salvo por la repetición constante de algunos tópicos que, con el tiempo, va constando más y más tragar. La trama parte de la llegada a su nueva casa de la familia protagonista. Dos chicos, Jack y Bill, una chica, Jane y un niño pequeño, Sam y su madre. Pasarán juntos un primer y feliz verano sin saber que será el último. 



Durante este precioso tiempo, los hermanos trabarán una tierna amistad con la vecina de al lado, Allie —Anya Taylor-Joy— que será una pieza clave en la trampa que nos va a tender la película. Pronto la madre fallece de alguna enfermedad y encomienda a sus hijos que se escondan del mundo hasta que Jack cumpla pronto los veintiún años. La madre fallece, alguien les dispara y rompe una ventana y salto temporal seis meses más adelante como si nada y ahí es donde la película nos la ha colado por primera vez, pero como a estas alturas sabes que te han contado poco y que lo irán revelando, confías en que más adelante resuelvan todo lo planteado. Y lo hacen, lo malo es que lo hacen.



De ahora en adelante los personajes se sumirán en su exilio para poder esquivar al entrometido abogado que, conociendo la trágica historia que ha llevado a la familia hasta donde está ahora, no reparará en hacerles la puñeta todo lo que pueda. El abogado es otra pequeña trampa de 'El secreto de Marrowbone' así, cuando la cámara se centre sobre él, saldremos de esa casa tétrica y se nos podrá revelar mediante conversación natural el trasfondo de todo lo que les ha ido pasando a los Marrowbone. Ese es uno de los puntos fuertes de la película, su forma de sacar a la luz su historia mediante los diálogos y el comportamiento de los personajes.



 Esto nos proporciona un desarrollo tremendamente sólido, así, cuando llegue el momento de hacer pasar un mal rato a los protagonistas, tendremos con ellos la empatía suficiente para que el terror nos ataque de lleno. Aunque no es sólo su guión lo que nos hará abrazarnos a un cojín; es su trabajo de cámara y la edición de sonido aunando fuerzas. 



La cámara se centra en el personaje, no en lo que pasa en la escena, no hasta el último segundo. Así, subjetivamente querremos más y más que, al mismo tiempo, paren y nos asusten de pleno. Luego la música para y llega el susto más tradicional de todos, pero llega con la fuerza suficiente para atarnos en la butaca con ganas de más. Y es que, la verdad, no habrá mucho más.



'El secreto de Marrowbone' no es una película de sustos enlatados, cutre y rancia, empaquetada y lista para un consumo express y totalmente olvidable. Eso sí, tampoco es la cumbre del cine de terror, ni maneja a sus criaturas con la fuerza de Del Toro, pero sí que va a saber cómo poner los pelos de punta a su audiencia.



Lo malo de 'El secreto de Marrowbone' es que, una vez pasada una gran historia que va de película de terror a thriller de suspense, revela toda la historia y la revela sin esconder nada, a tumba abierta, pero he aquí donde para mi llegó la decepción total, porque ya ví una vez 'El club de la lucha', 'Los Otros' y 'El sexto sentido' y tantos otros que han acabado por convertir ese giro de guión fatal, en un tópico manido. 



Lo diré sin tapujos, una vez cerca del final, con todo lo ocurrido y lo enamorado que estaba de la fotografía del film, 'El secreto de Marrowbone' me dice que toda la familia estaba en la cabeza de Jack porque estaban muertos. Aquí la narración cae en picado al fondo de un pozo, no sólo porque esté tirando de topicazo para no tener que escribir un guión más complejo, completo y menos efectista, si no por las formas. 



'El secreto de Marrowbone' va dejando migas de pan muy claras que apunta a este giro casi tanto como si te lo escribieran en un rótulo, pero es tan evidente que quieres pensar que están jugando contigo, —porque lo parece— y que es otra cosa. Que no van a tener la jeta de repetir lo hecho con 'Los Otros' en tu cara, pero sí, la tienen. Pero a lo que iba, las formas, eso es lo que hace de este giro de guión una trampa sucia. 



Cuando te revelan que todos están muertos menos Jack, te lo dicen mediante imagen y te lo narran con su cuaderno. Jack en su propio cuaderno te está diciendo: estoy loco por el trauma jodido que viví y mis hermanos me los he estado inventado todo este tiempo, son personalidades alojadas en mi ser, pero eh, que yo no sé nada, porque estoy loco, o sí. 



Ese cuaderno es la forma de la película de asegurarse de una forma ridículamente obvia, de que nadie se pierde nada, por lo tanto lo van a explicar tan redundante y estúpidamente como puedan. Tanto que se cargan su propia narrativa con la mayor incoherencia de todas; que Jack, en su íntimo diario declara que sabe que está loco, pero que no lo sabe al mismo tiempo. Podían haberte dicho que es una de las personalidades quien escribe, pero no, no aclaran quién lo dice para lavarse las manos y que la responsabilidad recaiga sobre el espectador y su interpretación del hecho.



Después de esto, de repente, la responsabilidad recae por completo en Anya Taylor-Joy, que se ha convertido en la protagonista para los últimos minutos del filme y Jack ahora está majara —de un segundo para otro— y quien haya visto 'Múltiple' sentirá una pobre sensación de dejavu. Al final el guión remonta un poco, pero no se da el tiempo suficiente para que se asiente lo que te intentan contar.



'El secreto de Marrowbone' es una película con mucha belleza, una narrativa bien elaborada, pero demasiados parches y trampas para solucionar lo propuesto. Para un público más joven podría ser el 'Los Otros' de esta generación, o para un público más indulgente que yo, que perdone la trampa hecha, porque realmente sí que se le coge afecto a los personajes y te importa su historia, esos podrán disfrutarla mucho más. Aunque si se ve venir el truco de magia, como creo que se ve tan claro como el agua, todo lo bueno sentido hasta ahora se convertirá en rabia por esa vaga y efectista solución del final, que, con tal de sorprender y dejar a todos atónitos, se carga la película para dejarla en un extraño lugar entre lo mediocre y lo prescindible.



PD: De lo mejor que podemos sacar como lectura es el camino que lleva Anya Taylor-Joy de convertirse en la princesa del terror del cine o puede que sea sólo una racha, ya veremos.



Nota: 5,8

Jorge Tomillo Soto-Jove

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