La dicotomía del cine de superhéroes (opinión) | POPCOKEN



Este es un tema que se lleva notando desde que Hulk e Iron Man diesen el pistoletazo de salida a las bases del cine comercial de hoy día: los universos cinematográficos, y con el estreno de ‘Justice League’ lo he notado más que nunca Por ello, me gustaría hablar de esta “doble narración” presente en cada film de superhéroes.



Antes leer comics era una especie de subcultura. Aquellos que lo hacían recibían ese trato tan negativo del término “friki”, que hoy en día tiene mucho menos peso. Y de pronto se abrió una brecha; el cine convertía en popular la subcultura, porque esa tendencia “underground” realmente era una corriente de masas, y eso se puede transformar en dinero.



 Ya había visos de ellos, pero llegan ‘Los Vengadores’ y BOOOM; la revolución. Pensemos ahora en la escena de Hércules haciendo dinero, —entre las moneeeedaaas y el papeeeeeeel, la boolsa haaará saltaaaaaar— pero con el tópico de lector de cómics en su lugar. Aquí llega la doble narración.



El cine de superhéroes quiere construir su universo, su imperio verde, con tantas caras de presidentes en las paredes que sus nombres dejen de tener sentido. Y para ello tiene que alzarse sobre los hombros de los lectores de cómics que vivían en las sombras, leyendo rodeados de telarañas.



 Pero también tiene que convencer a aquellos que los despreciaban, y a los que los ignoraban, y a los que… a todos. Porque el objetivo de los universos compartidos es ser el producto mainstream definitivo. Escena post-créditos, y todos a esperar la siguiente dosis.



Cuando la rueda ya ha avanzado y tiene algunas millas recorridas empiezan las dudas. En el caso de Marvel, que, por temas de derechos y otras causas complicadas de explicar rápidamente, deciden que ahora es su momento para contar historias nuevas. En este momento, contentar al espectador que devora cómics y está esperando ver sus historias favoritas en carne y hueso, o simplemente quiere un par de referencias para sentirse el gallo más listo del corral,  deja de ser una prioridad. Ellos se ven alarmados porque ya no reconocen lo que les enseñan. 



Todo empieza a tener sus propias nuevas reglas, se va volviendo impredecible. Incluso grandes historias como World War Hulk y Planet Hulk se ven denostadas y amoldadas a Thor, para quedar convertidas en un mero comodín para construir otra historia. En este punto, a ese tipo de espectador le queda: aceptarlo y quedarse a ver qué le cuentan, qué nuevas historias puede ver sobre estos personajes o sentirse amargamente traicionado.



Entonces llega DC, saliendo de un pozo de mierda tan grande y profundo, que era complicado ver la luz desde el fondo. Pero que nadie sienta demasiada pena, la Warner y DC estaban hundidas en el pozo por las ansias de ser como Marvel y poder tener una máquina de billetes bien engrasada, pero, eso sí, con el menor esfuerzo y tiempo de construcción necesarios. Ahí llega BvS, la película que “todos odian” porque, realmente, es un despropósito de frentes abiertos. BvS es lo que Marvel hizo con calma y muchas conexiones entre películas, en cinco años.



 Pero además de abrir líneas narrativas que no cuadraban ahí metidas con calzador, DC recompensó mucho más al lector de cómics que al espectador mainstream. Tanto que, o has leído un buen tocho de DC o a saber qué estabas viendo. Recuerdo con emoción la escena de Flash colándose en la realidad de Bruce Wayne, porque yo sí sabía lo que era Flashpoint, y ahora podía ser una realidad. Pero si analizamos la escena al margen de eso… es que ese Flash ni si quiera parece Ezra Miller, y la escena se grabó con él. Confuso es decir poco.



A día de hoy, cosas como el Boom Tubo o las cajas madre, parecían una locura más cuando las vimos en pantalla en ‘Justice League’, pero entonces surgió lo que debería matar la dicotomía de ahora en adelante: la narración circular para las referencias de cómic. Con sus justicieros reunidos a la fuerza, DC sembró muchas nuevas referencias, pero ahora tenían un contexto y una explicación. 



Formaban parte de la historia. No digo que Marvel no lo haya hecho, —es casi lo único que hacía, salvo en las escenas post-créditos, antes de empezar a pasar de los cómics— digo que DC puso fin a la sangría que tenía entre manos. Sí, los lectores de comics son masa ahora, pero no son la totalidad del mercado cinematográfico, —ni mucho menos— por eso, al contrario que en BvS, Justice League’ se ha “amoldado” a todos los espectadores, aunque a muchos les duela. Así se reducen los riesgos posibles y se puede salir del pozo, quiera o no la crítica internacional.



Personalmente, me encantaron las referencias de BvS, pero entendí también que la película dejaba demasiado en el aire, demasiado por explicar. Hace diez años, el público hubiera esperado, cavilando entre ellos, sobre qué narices era todo eso y por qué tanto bicho alado, o murciélagos gigantes en las pesadillas de Bruce Wayne, o una suerte de bichos soldado y un Superman con pinta de villano.



 Ahora, salimos enfadados o confusos del cine, y en internet nos topamos con Flashpoint, Manbat, Injustice, o las legiones de Apokolips bajo la sombra de Darkseid. Ahí… ahí todos los espectadores mainstream se sienten manipulados y un poco estafados porque una película comercial les haya hecho sentir que se están perdiendo algo en lo que se han dejado dinero. Y es una sensación completamente lógica; cada uno paga por la entrada y por un entretenimiento que se espera con total inmediatez debido a los tiempos que corren. Incluso este artículo, mientras termino de escribirlo ya está desfasado.



¿La solución? La solución pasa por aunar recursos y que esas “dos narraciones” vayan de la mano. Podríamos decir que lo hecho por Justice League’ es el camino a seguir, porque se mantiene muy cercano al comic pero se explica para que todos los espectadores puedan comprender lo que pasa. Nadie sale con sensación de estafa, los lectores de cómics sonríen y los que no, también porque la película ha valido la entrada, que tanto entretenimiento había prometido indirectamente.



PD: luego, en casa, en internet, veremos como la crítica odia todo lo que haga DC —salvando WW, porque si ya odiaban esa también apaga y vámonos— por alguna extraña fidelidad al primero en llegar, que a mi me huele más bien a otro tipo de interés económico.




PD2: También hay que admitir, que todas estas exigencias no se le hacían con tanta dureza a las demás sagas cinematográficas porque no eran un entretenimiento tan accesible y fácil de digerir por tanta gente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario