Deadpool 2 | POPCOKEN



 Bigger, better, Deadpooler


Hoy he visto el maratón en cines de ‘Deadpool’ + ‘Deadpool 2’, para así poder ver la secuela un día antes y traeros la crítica prontito y recién caliente, un claro win win. Tras volver a ver la primera, he releído mi análisis y he rescatado un párrafo que define perfectamente a las dos películas:

Ahora la Fox se ha dado cuenta de que, tomados en serio, sus personajes valen dinero; ha rebuscado en su caja de muñecos rotos y ha sacado oro. Lo que hace que esta película funcione es que conecta directamente con cualquier tipo de espectador que sólo quiera pasar el rato sin necesidad de nada más que sentarse. El personaje es deliberadamente desastroso, pero con un punto muy bien traído de coherencia. Respetando esa construcción, todo lo que se haga con Deadpool de ahora en adelante funcionará en taquilla.”



La primera parte, era una expansión de aquel corto que arrasó internet y se le notaba, pero para esta secuela… La verdad es que es exactamente lo mismo, y no. Es decir, viendo las dos películas juntas, realmente tienes la sensación de que son dos partes de una misma película. Han estudiado su producto, han visto sus puntos fuertes y el lenguaje que la hizo popular y lo han repetido esquemáticamente. 



Incluso les cuesta arrancar la historia una barbaridad durante el primer tramo de película. Aquí llega para mi el verdadero problema de esta película, y puede que el único: el comienzo no funciona, nada fluye de forma natural. Se le ven tanto las costuras que luego cuando llega el meollo no causa ninguna sorpresa o sentimiento, bueno sí, que la primera película ha sido una perdida de tiempo, ya lo entenderéis al verla. Podríamos decir que, ahora Deadpool es “otro personaje” siendo él mismo al tiempo. 



Ahora se ha librado de todas sus ataduras y es perfecto para una franquicia. Incluso, si nos pusiéramos tiquismiquis, está bastante fuera de personaje el resto de la película. Pero claro, este supuesto sólo funciona si exponemos el filme a una coherencia global y la sacamos más allá del terreno del mero entretenimiento, osea, de su verdadera naturaleza.



No me entendáis mal, la peli es entretenida y hasta tiene varios puntos muy bien traídos dentro de sus propias reglas, como todos los actores famosos que salen y cómo se trata sus personajes, aunque algunos se les vayan a escapar a los espectadores más casualizados. Sí, ese chico que escupe vómito es It, sí, lo sé. Pero tampoco trata de ser nada más, aunque eso es lo que realmente hace que funcione.



 Salvo porque están teniendo el síndrome del actor superhéroe: por el cual tenemos una cantidad innecesaria de escenas del personaje sin máscara para justificar el sueldo o popularidad del actor. Y eso, en una película como ‘Deadpool 2’ se siente contrario a su naturaleza, rompiendo bastante el tono. Aunque viendo todo el bien que le está haciendo el personaje de Deadpool a Ryan Reynolds, igual tampoco importa demasiado.



En realidad el hecho de que construyan esta historia con la misma estética y tono que la primera, aún notándose las mejoras visuales, es lo que hace que sea tan… tan Deadpool. Si de pronto nos hubieran colado una película mucho más grande y llena de una sarta absurda de muchísimas mejoras más, hubiera resultado raro. En cambio, mantiene su uniformidad y encima responde a varios chistes planteados en la primera película, lo cual le da al personaje una sensación de progreso y aprendizaje muy bien traídas, pero bastante desaprovechadas.



 Al final del día lo que cuenta para esta peli es sacar esa risotada desenfadada y algo facilona de su espectador medio y no una construcción más estricta y coherente del personaje. Cuando el espectador medio ve toda esa violencia sazonada con chistes, chistes guarros y cientos de referencias pop, se ríe como la versión algo trasnochada de ese niño pequeño al que le enseñas la palabra “polla”. 



Y eso tampoco es algo malo, pero nuevamente, no va más allá del campo del mero entretenimiento. Ni las veces que va un poco más allá sirve realmente, porque la película lo ata todo en corto y lo acerca a su núcleo central, el divertimento inocuo y la popularidad mediante la polémica.



En definitiva, si os gustó la primera, esta tiene esa fórmula más y mejor. Tiene sus chistes, tiene el sexo, tiene a la vieja ciega con su pistola. A ratos es como si estuviéramos viendo un remake de la primera de tanto que repite sus propios motivos visuales. Sólo que en la secuela la relación con el villano funciona y en la primera era bastante más pobre. Los nuevos añadidos como Domino o Cable, son lo que salvan el día e impiden que estemos viendo literalmente la misma película dos veces.



 Después hay alguna referencia más a personajes de cómic, pero no os las voy a chafar. Me limitaré a decir que me he divertido sin llegar a pasármelo genial y que Negasónica debería salir más, porque el rollazo que tiene la chica y lo guay que resulta el personaje en pantalla es otro punto desperdiciado, dentro de una película que mejora lo presente pero sin arriesgar demasiado. Aunque, ojo, eso sí, las escenas post-créditos tienen telita que cortar para rato.



Nota: 6,9

Jorge Tomillo Soto-Jove

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