Alien: El octavo pasajero | POPCOKEN


En el espacio, nadie puede oír tus gritos

Vale, ya he visto Alien; para este análisis quiero decir. Ya la he visto unas cuantas veces en mi vida, siendo la más reciente cuando iba a salir el juego Alien Isolation —al cual sigo siendo incapaz de jugar ni sólo ni acompañado porque soy un cagón— y he de decir que en todas esas ocasiones, nunca me había llevado una sensación negativa como la de hoy. Es decir, Alien es una película de 1979, tiene cuarenta años. Es muy complicado que la técnica y ritmo de una película así se vea forzada a los gustos y designios de algo más fácil de digerir. 


Lo cierto es que, pensándolo bien me he dado cuenta de qué no sé de qué va esta película. Es decir, veo los hechos, que son su única baza narrativa. Veo como a un grupo de personas les pasan cosas, bueno, a ellos y a su gato, el verdadero villano. Pero de estas personas ni sé nada, ni he aprendido nada al finalizar la película. De hecho, uno de los actores del reparto dice en el documental que según fue avanzando el rodaje se dio cuenta de que los personajes no tenían un núcleo más allá del monstruo. Sólo existían para ser sus víctimas. Y tampoco eso a ciencia cierta. 


Al principio, uno diría que son o bien devorados, o bien secuestrados para servir de incubadoras. Pero la innecesaria escena de "mátame" —que no aporta nada, ya sabíamos que esta gente estaba muy muerta, y tampoco Ripley aprende nada de esta escena— nos dice que, bueno, el alien coleccionaba personas para convertirlas en....¿una suerte de muñecos de cera y barro? Según el documental, estaban ahí para ser comidos, pero el filme no me da a entender eso.


 De hecho, cuando se ve a los otros que también estaban allí, sólo que más procesados, lo que realmente parecen es el "jinete" —así llamaron en su momento al padre de todos que daría pie a toda la infame 'Prometheus', uno de los miembros de esa raza de antecesores, vaya—, los miembros de la nave, al ir muriendo en esa despensa alienígena, se van curvando y colocando como mimetizando esa pose. Pero supongo que es cosa mía.


Esto no es algo aislado, no es sólo entre los personajes y el monstruo. Esta falta de base y construcción está presente en todo. Cada diálogo que aporta algo de trasfondo, fuera de la obvia construcción reiterativa que pretende vender de cada personaje, lleva a preguntas confusas y sin una respuesta clara. Y visto lo visto, no sé si quiero que se responda ninguna de ellas. Aunque eso es a futuro y para próximas críticas.


 Aquí estamos para saber si "madre" es un mero plagio de 'Odisea en el espacio' o va más allá. Pero no, no es ni un plagio, es como mucho una referencia, pues tampoco se construye nada más allá de lo obvio. Madre está aquí para joderos a todos y cuidar de ese monstruo grotesco, que en algunas escenas sólo pide abrazos. Aunque, si le aguantas la mirada, en ve de pedirte un abrazo, te meta su aguijón por el ojete hasta que mueras entre terribles dolores estomagoanales.


Vale, la película tiene algo muy bueno a su favor que luego engrandecería a 'Jurassic Park' por lo mismo: el uso e introducción del monstruo. Si, se transforma de bebé polla a full alien de puta madre en un par de escenas, pero eso da taaan igual cuando lo ves aparecer en escena. Ahí hay que reconocerle a Ridley Scott su forma de enseñarte directamente el alien en sitios donde no esperarías encontararlo, y además antes de lo que crees que deberías. Tomemos como ejemplo la que para mi es la mejor escena del filme: la búsqueda de Jonesy. 



En ese momento sabes que el alien ya ronda por ahí y que el peligro acecha a cada esquina y momento. Entonces el buen hombre encuentra al gato malo y vemos como unas gotas de agua filtradas seguramente de los conductos de aire —por donde se mueve el alien, punto grande a favor y bastante discreto—vemos unas cadenas y algunos mecanismos colgando del tragaluz y si te fijas, o ya has visto la peli antes, está ahí, el alien está ahí agazapado. Esto, cuando cuela y te das cuenta de que no lo habías visto estando delante de tus narices, es un multiplicador de tensión. Y si lo ves, sabes que algo malo va a ocurrir, por lo tanto genera paranoia. Sea como sea es un puntazo a favor de la película, que se repite en varias ocasiones y que adoro.


Lo que pasa es que yo me sigo haciendo preguntas. Vale, madre obedece a algún tipo de corporación, que ha mandado a esta nave de comercio (¿con qué cojones comercian? ahhh, yuquesé) a rescatar a una criatura del espacio, motivados por la emisión de otra raza alienígena de la que —aún— no se nos dice nada; quienes en realidad transmitían POSTMORTEM una señal de advertencia. Ahora imaginadme mirando al vacío durante quince segundos, posando ambas manos en pose de rezo sobre mi boca, tratando de entender QUÉ COJONES PASA EN ESTA PELÍCULA. 


Vale, ya me recompongo. Mandemos a un robot, que finja ser persona, con muchas otras personas reales que viene de "trabajar en algún sitio haciendo algo" y, cuyas normas de empresa obligan a acudir al rescate de este tipo de llamados, o no cobran. Pero claro, ese robot, sí quiere preservar esa vida; cosa que por alguna razón se nos presenta EN TODA LA SAGA como el culmen del mal. Vale, entonces ¿para qué mierda mandar a personas? ¿por qué infiltrar al robot entre ellos? Esto solo me dice que la tal empresa sabía cómo funcionaba el alien, qué necesitaba y demás leches varias, que contradicen todo el propósito y propuesta del filme.



Es decir... Alien, es una película de terror. No una de monstruos de terror, no. De terror de verdad. Y dar da todo el mal rollo e incluso te hace cuestionarte tu sexualidad para mal muchas veces. Pero aquí hay un desequilibrio para mi: Alien es un truco de magia, sólo se debe ver una vez o pierde su sentido. Todos los elementos sorpresivos están colocados en orden para funcionar hacia delante. Por ello su narrativa es unidireccional y unidimensional. 


No hay proyección de futuro, ni construcción sobre elementos pasados. De hecho ni si quiera hay una narración a un nivel presente. Las cosas simplemente pasan para ir encadenando una tras otra. Así crea un ambiente malrollero y desagradable que te hace botar del asiento y temer terriblemente por esta chica, que casualmente se ha quedado en bragas delante de este monstruo y un gato. 

Seguramente lo más doloroso de admitir sea que, pese a no tener guión alguno, tampoco lo necesita, porque marca un precedente en una época en la que no había tal. De hecho, nadie había hecho tanto en esta dirección antes. 'Odisea en el espacio' basa el 98% de su escenografía en elementos tecnológicos futuristas, pero con una base realista y estructuralmente viable. 


Alien tira todo eso por la borda (para bien) y deja rienda suelta a la mente de H.R Giger para crear todo un imaginario alienígena donde las puertas son vaginas y los monstruos penes andantes cubiertos, literalmente, de lubricante. ¿Cómo no iba a gustarle a alguien una película así? Una que saca cosas que teníamos asociadas al cuerpo humano, a partes íntimas y te las expone de formas horribles y grotescas. Casi podríamos llamar gótico sexual a todo cuanto tiene que ver con el alien.

Al margen de todo esto ¿Alien es una buena película? si, pero no es sobresaliente y puede que tampoco pasase del notable bajo. Pero su visión y anticipación, sumado a un magnífico diseño de producción con un presupuesto tan limitado, le suma los enteros que el guión se dejó en casa.

Nota: 6,8 

Jorge Tomillo Soto-Jove


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