Ride your wave | POPCOKEN ANIME



— "A veces menos es más, y lo sencillo, mejor" —

Quiero dejar dos puntos claros desde el principio: “el amor está en el agua” (o ‘Ride your Wave’, un título bastante más acertado) cuenta un tipo de historia que hemos visto repetida muchísimas veces y no innova. Y aunque en un principio podría confundirse con ‘Weathering with You’ de Makoto Shinkai debido a que ambas tratan el romance juvenil con el agua como elemento principal, tengo que decir que una de las dos me encantó y me hizo llorar, mientras por lo menos tenía una animación muy realista.



Maasaki Yuasa es ya un nombre consagrado en la historia de la animación japonesa, pese a que para el público general no sea tan conocido. Es fácil distinguir sus obras por su estilo tan característico. La animación no tiene reglas y las figuras se deforman a su voluntad, y cuidado, esto no es algo negativo; al contrario, toda la animación se ve realmente fluida. Destacar el acierto con la paleta de colores súper vivos para que entre por los ojos con una facilidad tremenda.


Me parecería injusto mencionar tan solo a Yuasa, pues gran parte del porqué me ha gustado Ride Your Wave es por el guión de Reiko Yoshida. Ella ha participado en multitud de obras como ‘A Silent Voice’ entre muchas otras, así que lo del drama juvenil no es nuevo para ella. Se desenvuelve perfectamente en la construcción de historias más cotidianas y cercanas.



Es para destacar como en treinta minutos se construye algo tan bonito. La película podría haber acabado ahí y yo, personalmente, hubiera salido satisfecho. La relación entre Hinako y Minato bien se puede tildar de pastelosa y cursi, pero es que precisamente su objetivo es ese: mostrar lo idílica y perfecta que es su relación. El cuidado de la película en mostrar muchos detalles de su relación nos ayuda a conocer mejor a los personajes, y estos rasgos volverán a ser utilizados el resto de la película, manteniendo la constancia.



Un momento, llevamos treinta minutos de película, estamos en la víspera de Navidad y la pareja protagonista no puede ser más feliz. Algo malo va a pasar. Algo realmente horrible. Por favor paren la reproducción de la película, por el bien de todas.



Desde luego, algo malo va a pasar. Y es que Hinako va a entonar la misma estrofa una y otra vez para poder invocar a Minato. Entiendo la conexión entre el agua y los dos protagonistas, pero quizás a la vez que hace setenta y nueve la misma tonadilla se hace tediosa. Este es uno de los puntos que más ensombrecen la película. De hecho, se presenta justo en el momento que más tambalea la película, pues la pérdida de Minato todavía tiene a Hinako descolocada y regodearse en ello no le ayuda nada ni a ella ni al espectador.




Cuando todo el mundo en la película guarda silencio y luto por la muerte de Minato, Youko es la única en alzar la voz y ponerse en movimiento. De alguna manera recuerda a Yuzuru de ‘A Silent Voice’ pues ambas reaccionan al fallecimiento de un ser querido emprendiendo una nueva etapa rápidamente. Para Yuzuru es el regreso a la escuela, para Youko es empezar a trabajar en la cafetería. No son líneas paralelas, por supuesto, pero se pueden observar trazos similares.



El viaje de Hinako y la no superación de la muerte de Minato (ya que este en verdad, sigue con ella a través del agua) da el punto de comedia en la película. Como transición del final de la primera parte aprueba justito, ya que se hace extremadamente larga. Pero es uno de los momentos donde más brilla la animación. Especialmente con Minato dentro de ese delfín hinchable.



Quiero detenerme un momento en la relación de Youko y Wasabi. Ella es una tsundere, él es un bollito de pan; de nuevo no se está reinventando la rueda, pero es un ejemplo más de como algo tradicional, si se lleva bien, sigue gustando. Basta con un solo recuerdo para que podamos empatizar con Youko y veamos lo importante que es Wasabi para ella, entendiendo con más claridad porqué se molesta tanto cuando él acude a ella para hablar de Hinako. Wasabi amigo date cuenta.



Me parece bastante ingenioso que se rescaten a los gamberros del principio de la película para encaminarla hacia su clímax. Un ejemplo del arma de Chéjov que se agradece, pues hace que el círculo que empieza al principio de la película tenga un cierre. Los gamberros, Youko sacando sus sentimientos escondidos y la superación Hinako en un todo en uno es desde luego una decisión acertada para el clímax. Ha valido la pena aguantar hasta ahora: Hinako es capaz de cabalgar su propia ola y Minato le ha acompañado hasta entonces, como le prometió. Si bien es cierto que la escena final peca de ser bastante larga, es donde la animación se deleita. Donde el estilo de Yuasa más brilla, deformando los personajes cuando es necesario, colocando doblegando sus cuerpos de forma imposible transmitiendo fluidez y dinamismo a cambio.



Tras el clímax, vemos como Youko y Wasabi han empezado a salir juntos y Hinako está tomando realmente las riendas de su vida. La culminación de las tramas se ha completado y poco más nos pueden ofrecer, no sin antes volver a hacerme llorar. Soy de lágrima fácil y así no es nada fácil mantener la compostura.



Una puñalada me hubiera dolido menos que el mensaje final, la verdad.
Ride your wave’ no presenta nada nuevo. Una historia costumbrista con toques de fantasía. Algo sencillo y pequeño, donde cada detalle está cuidado al máximo. Una película que puede pasar desapercibida por el público general, ya que no se encuentran nombres tan reconocidos, pero que sabe lo que hace, y lo hace bastante bien.

Nota: 8

Javier Tatay (@ryuuseiboy96)


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