X-Men |POPCOKEN


Con cuero negro todo mejora ¿no?

No me parece sencillo afrontar una crítica como esta, básicamente porque la película tiene ya veinte añazos como veinte dagas en mi corazón. Un corazón que cuando piensa en "hace veinte años" piensa en los ochenta. Así que duele un poco volver así en el tiempo, pero no porque 'X-Men' haya envejecido mal, que no. Duele porque cuesta sacar una película que tenías grabada a fuego tan tan hondo y someterla a un filtro crítico, sin exponerla al estilo de hoy en día o a su competencia directa, la cual les ha terminado por comprar, irónicamente.


Como curiosidad os tengo que decir la primera justo en la cara, lo siento, sé que da miedo, pero Lobezno iba a haber sido Russell Crowe —y Aragorn—, quien lo rechazó y metió ahí a un colega suyo, un tal Hugh Jackman. La película llevaba en curso desde 1984, pero se terminaría retrasando por diferentes problemas de poder y dinero, hasta que Fox quedase prendada de la serie animada. Ahí se escribiría un guión que coronaba a Magneto como responsable de Chernobyl. 


Otro intento centrado en romances varios, otro sin villanos, hasta que el proyecto termina dando con Bryan Singer, quien tomó las ideas temáticas anteriores propuestas para Júbilo y Kitty Pryde y las mezclo con los poderes de Pícara, así como el de bestia se incluyó en el de Jean Grey, que ascendía de pronto a doctora. Las cosas que faltan, como la sala de peligro, se retiraron para no aumentar un presupuesto de 75 millones a 80. 


'X-Men' se centra en un conflicto entre dos bandos; la pureza de la raza mutante contra hermanar a humanos y mutantes como iguales. Pero no va a usar a ninguno de esos dos bandos como elemento de peso en el filme, aunque se pincele más el trasfondo de Magneto que el de Xavier. Lo que sí que hace del todo, y con todo, es posicionar en medio del conflicto a dos marginados, dos renegados que no desean que los encuentren. 


Curiosamente siempre ha sido uno de los temas mejor tratados por los comics y resulta agradable verlo diseñado como núcleo del filme. Lobezno por su parte tiene la contra interna de verse perturbado por su pasado constantemente, lo que lo convierte en un hombre inestable y dado a la violencia. Pero a su lado la película posiciona constantemente a Pícara, en una extraña relación paternofilial, que no se acaba de creer nadie por las caras que pone Anna Paquin al mirar a Hugh Jackman


El único problema del filme es que se queda en las presentaciones. Te suelta un par de temas tratados con ligereza y por encima y le parece suficiente como para soltar a este equipo al mundo. Y, bueno, a mí no me parece bastante. Es cierto que es la primera película de Marvel del siglo (Blade fue antes, Blade 2 después y la mitad o más de la gente que iban al cine no sabían que era un superhéroe) y que no tenía un gran presupuesto. El cine de superhéroes de entonces, aún en sus formas más espectaculares no aspiraba al mismo nivel presencial de hoy en día, no necesitaba ser tan bombástico.


 Pero aún con todo eso, yo necesito un poco más. No puede ser que lo único que vendan estos X-Men sea la fobia de las productoras de cine a los trajes de superhéroes por no "resaltar algo demasiado infantil". Ya, supongo que la caza de personas de otra etnia, la discriminación racial y social, no son temas lo bastante adultos.


Si lo miramos bien y en comparación con las historias de los cómics, quien sale perdiendo y  se ve terriblemente infantil y acomplejada por si misma es la película de imagen real. Bueno, la película y el cómic de Grant Morrison, que se acogía a esa excusa de modernización de la estética para lanzar una colección que exponía a los mutantes a las infamias de las drogas, las luchas de poder y un cebo tramposo que termina por arruinar la experiencia final hacia el conflicto más básico de los cómics: X-Men VS Hermandad de Mutantes, y ya está. Bueno y ya está no, que son más de 1500 páginas.


La conclusión podría bien ser que los 2000 fueron una época extraña, sobretodo a nivel estético y que a nivel narrativo seguía inmersa en los 90s, sin ningún tipo de revolución o corriente de pensamiento. Pero eso lo vemos ahora, porque es un tiempo pasado, por eso resulta injusto, aunque algo inevitable, exponer a 'X-Men' a eso. Aunque sería más fácil fijarse en algo más allá de una o dos capas de profundidad si es que hubiera algo más después y no el miedo de las productoras a arriesgarse demasiado. 


Como película en si, 'X-Men' no es mala, de hecho en aquel momento resultaba innovadora y era ese cine diferente, que traía a la pantalla los temas de gente que llevaba décadas encerrada en el sótano de su madre esperando representación de algún tipo. Hoy en día es un agradable viaje a un pasado nostálgico donde te sabes todos los diálogos y luchas por fingir que no ves los trucos tras sus efectos especiales cumplidores y su guión de más a menos. Es una peli bien, sin llegar a ser un dolor por su duración más humilde.

Nota: 5,8

Jorge Tomillo Soto-jove

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