— “El anime es un regalo para celebrar” —
“Ese fue el momento en el que me di cuenta que ALGUIEN había hecho el anime que estaba viendo”. Hace más de diez años que empezaba a serializarse ‘Bakuman’, un manga sobre… la creación de manga. A lo largo de los últimos años no son pocas, aunque tampoco multitudinarias, las obras que se han dedicado a explorar la creación de manga, videojuegos y anime. Probablemente las tres series más famosas sean la adaptación animada de la mencionada anteriormente, ‘SHIROBAKO’ y ‘New Game!’. ‘Keep Your Hands Off Eizouken!’ pese a estar ambientada en el instituto, en lugar del ámbito laboral como el resto, no la hace más infantil por ello; al contrario. Sorprende el realismo con el que plantea el proceso de creación. Aspira a ser madura cuando se lo plantea y a dejar volar la imaginación cuando tiene que ser, cada cosa a su debido tiempo. Y vaya que si lo consigue.
2016 es el año en el que empezó la serialización del manga de ‘Eizouken’, al igual que la de ‘Kimetsu no Yaiba’. Me resulta bastante sorprendente ver como las series de animación que más triunfan recientemente son en verdad obras que tienen años a sus espaldas. La tradición de que el mejor marketing para un manga es una serie animada es algo que sigue presente a día de hoy. Ojo, también es cierto que el acceso casi universal a muchos catálogos desde la otra parte del mundo ha reducido la necesidad de tener una adaptación animada para ser un manga reconocido mundialmente.
El impresionante diseño de personajes es una parada obligatoria. Siguiendo la línea marcada por el rechazo del ‘cute girls doing cute stuff’, Eizouken tiene una estética definida por la neutralidad de género y un reparto diverso, siendo estos los dos ejes por los que la serie va a pivotar en este aspecto. Pincelado con el estilo característico de Yuasa, hay todo un mundo que descubrir a la hora de ver al trío protagonista. Detengámonos un poco en cada una de ellas.
Asakusa es una joven chiquita (incluso comparada con un tanuki por Kanamori) en contraste del basto mundo que tiene en su imaginación. Realmente Asakusa no está hecha para salir al gran escenario como Tsubame, se siente más cómoda detrás de todo el jaleo, y es ahí donde más brilla. Se ven ciertos trazos de déficit de atención, a modo de reflejo del autor del manga, Sumito Owa, ya que él mismo lo padece. Asakusa es quien más crecerá durante el transcurso de la serie, tras ir superando los obstáculos que se le van planteando, desde la vaguería hasta el síndrome del impostor.
Tsubame es hija de dos actores mundialmente famosos, modelo y dentro de la línea de caracterización de personajes tendiendo al género neutro, es la más “femenina”, bonita, elegante y bella. Ella está sobretodo interesada en dibujar personajes y movimiento. Es una llamada a lo que popularmente se conoce como sakuga. Una animación fluida que deja atónito a quien pone sus ojos en ella. Y no solo en su imagen se ve reflejado, sino que también se observa en su personalidad. A lo largo de la serie se puede ver su obsesión con algún movimiento en concreto, repitiéndolo infinitas veces tan solo para poder replicarlo correctamente en su trabajo.
El nombre de Kanamori se puede describir como “bosque dorado" (金森), simbolizando sus dos rasgos más característicos: su altura y su amor por el dinero. Un sopapo de realidad, tanto como personaje femenino para el espectador como para sus camaradas, a quienes siempre tiene que traer de nuevo a la Tierra antes de que se pierdan en sus divagaciones. Tosca y bruta pero curiosamente siempre con un vocabulario muy educado en contraste con su tono y el lenguaje no verbal empleado. Recientemente he estado jugando al Yakuza 0 (recomendadísimo, por cierto), y creo que Kanamori encajaría sorprendentemente bien.
Kanamori: estimados 30.000 yenes, envía a tus camaradas a mis bolsillos.
El desarrollo de la trama, dividida en tres arcos, equilibra la historia con un más que correcto desarrollo de personajes. Que el reparto principal sean tan solo las tres heroínas , deja lugar para mostrar como han ido madurando con el tiempo o como empezó la amistad entre Asakusa y Kanamori: cuando dos extrañas que no tienen nada en común, se juntan por el simple hecho de tener en cierto momento unos intereses en similares.
Los tres proyectos que realizan: el de presentación del club, el encargo del club de robótica y finalmente el corto para la ciudad; se sienten totalmente realistas y bien planeados. Es en el cuidado de los detalles de la preparación de los mismos, donde la serie brilla con muchísima fuerza. Desde el guion gráfico hasta la selección de sonidos , pasando por comentar las tomas clave o el horario de trabajo, entre una infinidad de tareas. Para que al final tan solo sean unos breves minutos de animación. La serie descarta el idealismo, mostrado por algunas de sus antecesoras, y muestra de forma cruda que se requiere tiempo, planificación y el sacrificio del personal de animación para poder llevar a cabo los proyectos.
Los tres proyectos que realizan: el de presentación del club, el encargo del club de robótica y finalmente el corto para la ciudad; se sienten totalmente realistas y bien planeados. Es en el cuidado de los detalles de la preparación de los mismos, donde la serie brilla con muchísima fuerza. Desde el guion gráfico hasta la selección de sonidos , pasando por comentar las tomas clave o el horario de trabajo, entre una infinidad de tareas. Para que al final tan solo sean unos breves minutos de animación. La serie descarta el idealismo, mostrado por algunas de sus antecesoras, y muestra de forma cruda que se requiere tiempo, planificación y el sacrificio del personal de animación para poder llevar a cabo los proyectos.
‘Eizouken’ no se muerde la lengua a la hora de añadir el punto de crítica hacia la industria de la animación. “¿Qué hora es? Las 03:59… No, ya son las 04:00. ¡Buenos días! (…) ¿Has podido terminar? Más que terminar, lo describiría como cuando lo que pasa cuando la pasión colisiona contra la resignación”. Tan solo unos cientos de yenes por toma dibujada, horarios casi interminables, carreras a contrarreloj y muchas más son las prácticas abusivas que se ven dentro de la industria de la animación y que veremos reflejadas, no de forma catastrófica pero sí más o menos explícitamente. Tampoco ofrece soluciones, así que aquí me voy a tomar la libertad de compartir la pieza más adecuada si queréis saber mi opinión al respecto.
Muchas reseñas coinciden en que ‘Keep Your Hands Off Eizouken!' es una obra de amor de animadores para animadores. Coincido, en cierto punto. Pero no quiero quedarme ahí. Quiero compartir con cuanta más gente mejor esta pasión por el arte que nos hace vivir infinidad de aventuras, tanto si es la primera vez como la número un millón que ves anime. Que esta sea vista por adultos y jóvenes. Que se la recomiendes a tu vecino el del quinto o a tu amiga de la infancia. Compartidla, copón, que está buenarda.
Nota: 9,3
Javier Tatay
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