Westworld (T3) | POPCOKEN



—Menudos Dolores de cabeza—

Los que me conocen saben que siempre he sido un fan acérrimo de 'Westworld'. De hecho, nunca me había atrevido lanzar un análisis sobre la serie por dos motivos. Uno: por no poder ser crítico del todo por cuanto me gustaba todo lo que veía. Su poética, su dinámica, sus luces y sombras. Y dos: por temor a no poder abarcar un producto que sentía superior a mi percepción como para no dejarme nada en el tintero, sin tener que ver cada temporada 3 veces. 


Aunque sí llegué a ver cada una dos veces y he de decir que esa "doble lectura" que han ofrecido las líneas temporales falsamente paralelas de 'Westworld' siempre me resultaron fascinantes. ¿Ahora? ahora todo eso no existe.


La tercera temporada es... bueno, dicho amablemente, un gran giro de tuerca. Es un cambio de aires del cual nadie está seguro que hiciera falta. Al menos no tan hard reset como esto. Sí, empezamos en las filas de esta suerte de cruzada extraña hacia ninguna parte de Dolores y, básicamente nos quedaremos ahí. Uno puede pensar, dada la pompa con la que se esfuerzan en tratar algo que se ve evidentemente pobre, que "todo esto" es algún tipo de truco. Un giro final atará todas las piezas y hará que veamos esa segunda línea narrativa marca de la casa. 


Pero en la tercera temporada eso no existe. Hay una única línea de narración y no conoce dimensiones. Simplemente se empuja a sí misma constantemente hacia delante, sin consideración alguna o respeto por el viaje de los personajes que nos han traído hasta aquí.


No me entendáis mal, yo he defendido la serie toda la temporada. Esperaba que esta nueva realidad y todas sus torpezas y tonterías fuesen licencias hacia un nuevo género. Y tenía razón, pero apuntaba demasiado alto. En mi cabeza existía esta historia humanista donde la robótica expone los límites del ser humano para aprender del retrato obtenido. ¿Qué me encontré? Un thriller de acción tan malo que es digno de Tom Cruise. Lo que yo pensaba que era accesorio —la acción— ha sido usada reiterativamente como comodín.


 Uno que genera espacio entre las escenas de diálogos vacías de peso o significado final y uno que ayuda a rellenar minutos en pantalla sin que la trama tenga que pararse a responder toda la suerte de preguntas que va dejando en el aire. Lo peor es que se pasan el episodio final diciendo en voz alta todas esas preguntas y pasando de responder, o lo que es peor respondiendo con frases hechas. Respondiendo con frases baratas que en el papel del guión debían quedar de puta madre, pero que dichas por personas rozan el ridículo.


Dolores es la palabra de moda. Dolores esto, Dolores aquello. Dolores era mi personaje. Aposté por ella y por ver cómo las llamas de su odio devorarían el mundo, desde aquella mosca en la cara. Deseaba verla triunfar contra todo y todos, con saña y sangre. Deseaba ver cómo el monstruo en el que se acabó convirtiendo por su propia naturaleza arrasaba con todos ellos ¿Qué me han dado? Ocho episodios de outfits y maquillaje fantásticos y ya. Cero peso en la trama, cero relevancia y ningún tipo de lectura, aporte o reflexión. No hay revolución alguna. 


Sí, el episodio de la revolución —el 3x05— tiene un momento de calidad —más o menos— dado de la gran composición visual, sobre la cover de Space Oditty. Ahí fue, donde sin saberlo ninguno terminó realmente 'Westworld' en ese gran slowmotion que establecía las bases de lo que podía haber llegado a ser el personaje de Dolores si llegábamos a perdonar a sus creadores las torpezas y perezas de los anteriores cuatro episodios. 


Yo estaba dispuesto a ello, siempre y cuando el resto mereciera la pena. Y no, no la merece. De hecho si hay algún fan de 'Westworld' leyendo esto sin haber visto la temporada, que no lo haga, es una porquería. Encima es que no explican nada, ni ningún personaje sirve para nada con peso. Especialmente Maeve, de quién prefiero no hablar porque me herviría la sangre.


'Westworld' ha tirado a la basura dos temporadas que oscilaban entre notable y sobresaliente, para malograr esta suerte de thriller futurista de acción pobre. ¿Quién pidió nada de esto? Queríamos ver a Dolores infiltrarse en el mundo de los hombres, puede que aprender un par de cosas de algún personaje y ahí, tras un primer intento fallido que dejase hueco a los demás personajes para realizarse, acabar la temporada tratando de alzarse con más fuerza que nunca. 


Si le llevó dos temporadas el mundo de Westworld ¿por qué no otras dos el de los hombres? Pues porque potato en tu cara, imbécil. Mucho mejor ponerla a pegar tiros a dios sabe por qué y dios sabe para qué. Para meter en medio personajes que no vayan a ninguna parte como Serac y gastar el tiempo de todos los demás en nada. Encima, luego quieren tratar de solucionar la papeleta en dos escenas al final y mira, no puedo tragar más, ni comprar nada de esto. Ni mucho menos la escena post créditos, que es un insulto a los fans de la serie.


Al menos van a pasar otros dos años antes de que salga la cuarta temporada, así podré quitarme esta sensación de asco y enfado para poder ver otra temporada de otra serie que termine por darme igual, ya que a eso es a lo que hemos llegado. Un salto directo de la total fascinación a otro producto televisivo mediocre con un presupuesto injustamente desaprovechado. Al menos tenemos un arco entero de relleno sobre Hale para tentarnos y decepcionarnos de nuevo para nada en la recta final. 



Jorge Tomillo Soto-Jove

Nota: 2

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