Guns Akimbo | POPCOKEN


—No sé muy bien qué acabo de ver, pero quiero más—

Antes de nada, tengo que decir que esta película es justo lo que parece. Te de la impresión que te de, es acertada. Porque si uno piensa que es cine basura, al verla, se lo parecerá. Si es otro tipo de espectador, más acostumbrado a un cine con otro tipo de dimensión o escapado del drama pomposo hollywoodiense del "buen cine"; encontrará más cosas aquí que los demás. Por eso hay que destacar la mayor virtud de 'Guns Akimbo': su total e indiferente honestidad.


Además es un momento morboso ver juntos a Daniel Radcliffe y Sam Weaving, quienes, sin venir del mismo sitio, están en un punto muy parecido en esta película, con lo que al cine de este rollo (sea lo que sea eso) se refiere. Daniel ha hecho de cadáver flotante y de un fauno satánico. Y Samara ha sido la peor/mejor niñera de la historia (Bella Thorne agrees) y la final girl más guay de este siglo, el día de su boda. Así que ver que el siguiente paso es juntos, para mí es todo un fetiche.


'Guns Akimbo' es es película centrada en un hombre normal que se termina convirtiendo en un héroe por el camino. La única y minúscula diferencia es que el concepto del viaje del héroe por defecto está lejos de poder aplicarse aquí. Daniel Radcliffe interpreta a un hombre bastante común: el mediocre cerca de la treintena que vive, felizmente, atrapado en reaccionar a internet. Pero no es un personaje que te presenten para establecer algún tipo de paradigma, crítica o metáfora sobre el desperdicio de la juventud o polleces varias.


 'Guns Akimbo' retrata a su personaje de esta forma para poder sacarle filo al dichoso viaje del héroe. En un momento dado, alguien muy malo vendrá, cambiará su vida para siempre y él se encontrará en mitad de un conflicto que le llevará a redescubrirse, si, pero de forma miserable y patética, todo ello aderezado con generosas dosis de violencia gratuita.


Entiendo que la gente pudiera pensar "oh, 'Guns Akimbo' es basura pestilente, sin gusto", porque muchos afrontan el cine hacia una única dirección y dimensión: la erudición del peliculón, del cual poder fardar luego ante sus amigotes y quedar como un intelectual que en realidad solo ve cine palomitero mainstream. Del palo del que dice que 'Se7en' es un peiculón, pasados de lejos ya los 19 años. Pero esta película lucha precisamente contra eso. 'Guns Akimbo' se parece a muchas otras películas de esta llamada "segunda clase" del cine palomitero, cine de segunda. 


Tiene un sabor parecido a 'Wanted', 'Scott Pilgrim', 'Horns' y 'La niñera' y un poco de la primera de 'Deadpool', antes de los funkos de los cojones y ser otra "joyita" de Disney. ¿Porque se inspira literalmente y de base en todas esa cintas? Pues no, por otro elemento común. 'Guns Akimbo' utiliza como núcleo de su absurdamente lúdica propuesta el lenguaje friki, sin trampas. Utiliza el lenguaje de los lectores de cómics y de los jugadores de videojuegos, que no directamente de los cómics o de los videojuegos. Y los sitúa en un elemento ácido y sucio, con cierto gusto para la fotografía por alguna razón y te dice que todo eso queda mejor lleno de sangre y con balazos en los cojones y... tiene toda la razón.


Cuando expliqué qué hace buena a una película os dije precisamente esto: se puede contar cualquier historia, mientras sea coherente a sus propias normas. Por eso ver a un flanders amargado con dos pistolas atornilladas a las manos, teniendo que participar a la fuerza en una versión grunge del battle royale, resulta tan coherente y divertido. Porque tu no quieres ver a este personaje hacer el penas por internet, o ver cómo recuerda a su ex con la mano derecha. No, quieres verle puteado. Porque en cada gesto o paso que de va a resaltar lo patético que es.


 Cada vez que tengas que ver cómo Sam Weaving se lo pasa tetísima intentando asesinarlo (y demostrando que las versiones de Harley Quinn del cine son bastante mejorables), tú te lo pasarás mejor porque mírale... joder tío eres lamentable. Nosotros nos convertimos de golpe en lo que la película parodia: en esos consumidores pasivos que, bueno, han aceptado que esta es su vida y ya estaría. Y eso está bien, por mucho que otros lo critiquen con el meñique en alto.


Así que sigues sus torpezas, y poco a poco el tipo, pues decidirá que puede usar esas dos pistolas que tiene atornilladas a las manos porque se va a terminar por dar cuenta de que, lo que está viviendo, no obedece a las leyes normales de la lógica. Ir a la policía con dos pistolas no sirve, ir a ver a tus amigos por ayuda mientras te intentan asesinar no sirve, sobretodo si llevas dos pistolas, y un largo etcétera. ¿Se podía haber hecho mejor y más en casi todo? Si, pero así también es una pasada.


'Guns Akimbo' es cine igual que cualquier otra película y, creedme, si a este nivel podemos recaudar cerca de un millón de dólares, es que hay bastante más gente de la que pensamos con gusto por lo... ¿sucio? ¿absurdamente divertido? Vengas de donde vengas, si naciste más cerca de los 2000 que de la indigna nostalgia de los 70 y 80, este es tu código. Todo lo que EA ha tratado de replicar con mala mano (inserten meme del señor Burns vestido de Jimbo) con 'Watch Dogs 2'. 


Y toda la serie de trampas que tiende Spielberg para los "frikis" con 'Ready Player One', para al final decirte que dejes de ser lo que eres, y que vivas la vida totalmente tópica y normativa que te prometió gente que no estaba preparada para los problemas de tu realidad... huele a rancio, normie y normativo. Huele a salary man y tradición apolillada. A blanco y hetero. Por eso, que existan estas películas "de segunda" que escupen directamente a eso a la cara, es uno de esos momentos en los que el cine sabe hacerte sentir que no estás sólo aunque no sigas a la mayoría. Para todos los 'Ready Player One' hay un 'Guns Akimbo' cascándosela en su cuarto, y yo creo que eso es maravilloso.

Nota: 6

Jorge Tomillo Soto-Jove

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