Tower of God | POPCOKEN ANIME



— “La torre de Dios ciudad de vacaciones, dígame”—

La llegada de ‘Tower of God’, de la mano de Crunchyroll, supone una revolución en el anime porque bla, bla, bla, bla y todas esas cosas que podéis leer en cualquier otra reseña, que no vamos a repetir aquí. No son pocas las voces críticas con esta primera temporada y servidor se va a adherir a ellas. 


¡Pero más adelante mejora!” Ya, pero lo que se reseña aquí es el anime. No debería ser necesario esperar a más de seiscientos capítulos para entretener. Una adaptación debe ser capaz de valerse por si misma, sin necesidad de tener que leer (en este caso) la obra original. No quiere decir que no se puedan asentar las bases de lo que vendrá más adelante, planteando una historia de largo recorrido, y que la acción tenga que pasar ya de ya. Pero tampoco se puede pasar de largo de tantísimas cosas, y que el espectador trague con ello solo con la promesa de un futuro más entretenido.


El elenco de personajes. Tenemos: protagonista genérico, el tipo guay y el alivio cómico. Protagonista genérico más adelante se descubre que (spoiler) es EL ELEGIDO porque debe serlo: es el protagonista. Los secundarios pueden ser descritos con uno o dos adjetivos como mucho. Y ojo, se les coge cariño. Todo el arco sobre la segunda prueba está para hacer crecer los lazos entre ellos y que como espectador te sientas parte del grupo, pero una cosa no quita la otra. Con un gran pero. Las princesas Jahad tienen una historia, un diseño de personajes y un trasfondo muy interesante, siendo estas de lejos quiénes más llaman la atención, y con razón. Junto con el Khun Agüero, pero porque es el tipo guay. Siempre tiene las cosas acorde a su ‘keikaku' (nota: keikaku significa plan)


La torre, el lugar donde solo unos pocos elegidos pueden intentar escalarla. Uno de los sitios más peligrosos que puede haber. Pero también una especie de residencia estudiantil, donde hay pruebas en las que tienes que buscar a gente para que firme un papelito afirmando que es tu amigo. Siento que la serie no sabe encontrar su tono y ha ido añadiendo elementos según se le iban ocurriendo al creador. Es posible mezclar momentos más serios con comedia, tristes con acción desenfrenada, pero esto debería estar mezclado, no agitado.


En la torre, más que regulares e irregulares, parece que estén los protagonistas y los debiluchos cuyas vidas no tienen significado alguno. Y con esto quiero dirigirme a otro de los puntos más débiles de la serie: la muerte. En una prueba el equipo formado por Rachel, Endorsi y el guardián de la primera, asesinan a todos los participantes. ¿Es esto razonado de alguna manera? Para nada, Endorsi se integra en el grupo perfectamente mientras que Rachel y su guardián se queda un poco más aislados, pero por otros motivos. Es indispensable aclarar la importancia de la vida: puedes hacerlo todo mucho más terrenal como en 'Vinland Saga', donde se trata como algo al alcance de todo el mundo; o puede ser más como en shonens más clásicos como 'Naruto', con un tratamiento mucho más épico.  Sin embargo, en ‘Tower of God’ se queda a mitad camino, tirado en la nada.


La muerte de Ho ni me importa, ni me conmueve, ni entiendo por qué el grupo le rinde algo de respeto a él, y no a las no se cuántas personas que han matado, ni nada de nada. No sirve para nada, y lo veo como un evento bastante forzado con el objetivo de unir más al grupo, para que cuando en un futuro tengan que enfrentarse entre ellos (porque en algún momento pasará) se pueda llegar a un clímax mucho más intenso. Y no está mal el querer crear estos cimientos para próximos eventos, pero se puede hacer de una forma más ingeniosa y menos burda.


La animación flaquea en los momentos más determinantes, con poca coreografía en las escenas de lucha. Parece ser que solo hay dos tipos de planos: el frontal o las siluetas tratando de golpearse la una a la otra. Para ser la bandera principal de los Crunchyroll Originals, no se puede descuidar de esa manera un elemento tan importante. Sumado a un diseño de personajes algo inconsistente, pues hay desde gente en chándal, hasta ninjas, pasando por todo un espectro variopinto donde, finalmente, vuelven a ser las princesas y el Khun quienes destacan.


Uno de los rasgos que caracterizan a Eichiiro Oda, mangaka de 'One Piece' es la introducción de elementos que luego rescata, para así ir dando profundidad a su obra. Siento una intención similar con las espadas de la serie de trece meses, pero ejecutada de una forma horrible. La espada de marzo negro es indispensable para que Bam supere su primera prueba. Es el motivo por el que llama la atención de Khun y Rak. Es la espada el motivo por el cual muchos ojos se ponen sobre el protagonista. Y cuando Anaak se la arrebata (porque realmente no pierde la apuesta, ya que la prueba no finaliza debido a que Bam destruye la corona), no se vuelve a mencionar para nada. Mitad temporada girando alrededor de algo de lo que no volvemos a ver.


No quisiera acabar sin mencionar el final, la traición de Rachel y su posterior hateo mundial. Los personajes nos tienen que disgustar genuinamente debido a una mala construcción o narrativa, no que sus acciones sean malas. Dicho de otra manera: si un personaje está diseñado para que sea odiado y lo consigue de forma honesta, es que está bien diseñado. Por eso luchadores como Edge, Chris Jericho o CM Punk tienen épocas espectaculares como heel, porque el odio que causan es totalmente justificado. Si bien es cierto que los motivos de Rachel son algo superficiales, no me disgustan del todo. Así que rompo una lanza en favor del personaje. 


Una primera temporada que acusa tantos errores estructurales, tendrá un camino largo y difícil de recorrer para poder llegar a la altura de lo que se presupone: una de las mayores aventuras narradas. Considero que el formato de temporada escogido no le beneficia en absoluto, siendo mucho más preferible algo continuo, más pegado a 'Black Clover' que a 'My Hero Academia'. La perspectiva a la hora de empezar una serie que sabes que tendrá bastantes capítulos por delante son muy diferentes a aquellas que de 12 o 24 episodios, que tendrán un arco finalizado con un parón hasta su siguiente temporada.


Debido a su fama y ya que la he empezado, veré la segunda temporada para descubrir qué hay más arriba de la torre. Sin embargo, recomendaría a aquellas personas que no han empezado, que se esperasen a una segunda temporada. Así quizás se quedarán con menos incógnitas y un sabor de boca menos agridulce. No es agradable del todo ver tanto potencial desperdiciado.

Nota: 6
Javier Tatay


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