Popcoken: Adam Page: el dilema del ahorcado (opinión)

-¡Cowboy Shit! ¡Cowboy Shit!-

No suelo ser de esos que va publicando un post por cada noticia jugosa que sale, pero este artículo lleva un par de días en mi cabeza. Ahora, cada vez que veo AEW y palpo con tanta claridad su plan a futuro, no puedo parar de pensar ¿Qué va a ser de Hangman Adam Page? Pero para responder a esa pregunta, antes tenemos que contar todos con la misma información, así que os cuento qué pasa.

Cuando vi al cowboy por primera vez en un ring, fue cuando se disputó por primera vez el campeonato de peso pesado de AEW, contra Chris Jericho, hará un par de años ya. Mi primera sensación fue pensar que qué narices hacía ahí ese chaval, cuando había nombres en la recién formada empresa como para dar un gran primer main event. Ya fuesen Cody u Omega, yo no habría apostado por Hangman para participar en ese primer encuentro. Uno, que cualquiera debiera haber perdido, por cierto. Que Jericho fuese el primer gran campeón de la empresa era un carril de un único sentido, era LA jugada.

Gracias a sus incursiones en japón y al hacer las cosas exactas en el momento exacto, era natural que fuese Jericho ese primer campeón. Si, es cierto que en AEW no falta talento, ni reputación. Pero eso lo sabemos aquellos que buscamos una opción más allá del gigante que es WWE. Por eso mismo Jericho hizo tan buen trabajo como campeón, porque que él llevase ese cinturón era la declaración que tocaba hacer para establecerse como medio diferenciador. Por ello Hangman tenía que perder. Por eso el segundo campeón es Moxley, porque el primero atrae a la mass media audience y el segundo al público hardcore que necesitaba tanto que le dijeran que había otro bar al que ir. Uno sin la mano negra de Vince McMachon.

De ahí el cowboy pasó a trabajarse el medio cartel con honores, hasta que sus amistades de The Elite lo requirieron, una vez estuvo listo, para que le diera el sol de lleno. Es en ese momento donde la empresa decide emprender una narrativa global que dura hasta hoy en día y que creo que acabará en septiembre, pero no nos adelantemos.

Omega, otro relegado en favor de dar luz a un talento menos obvio y Hangman, la joven promesa de ojos tristes, finalmente tocan el oro en AEW, encima lo hacen sobre un crucero en alta mar. De esta run como campeones en pareja obtenemos el mejor combate de tag de la historia de la lucha libre (según Dave Metlzer, claro) y las primeras gritas en el buenrollismo de The Elite.

Equipo que por fin empieza desligarse de su popularidad nipona para aceptar la de territorio americano. ¿El problema? Que Hangman no sólo no funciona bien con los ideales de los Bucks, ni con vivir a la sombra de Kenny Omega. Hangman se nos presenta como un personaje sumido en la duda. Una duda lógica y pesada, una que ansía el otro máximo. Ese cetro que no hace más que alejarse más y más de su lazo.

Es en este momento de hundimiento donde Hangman (trabajando con Matt Hardy) se establece como un pilar base de Dark Order, la secta de musculados enmascarados convertida a face, tras el triste y pronto fallecimiento de su líder cultista Brodie Lee. Un face turn inevitable, pues la empresa decide mostrarse al natural y aceptar que la perdida de Lee les ha cambiado para siempre y que los planes que tenían en la mitad de la tabla tienen que cambiar a la fuerza.

Además es algo que se siente orgánico. Al perder a su líder en la ficción y en la vida real, Dark Order pasa al lado de la luz y, contra todo pronóstico funciona, aún sin la tremenda presencia de Brodie Lee (un Lee que como tantos otros, se ha consagrado en la empresa a "costa" de Cody Rhodes, pero ese tema es para otro artículo).

Debido a los roces en The Elite, sus propias frustraciones con el oro y el sector indie queriendo invertirlo todo en él, Kenny Omega se alza finalmente con el cetro máximo, haciendo el tan necesitado heel turn de la forma más rastrera posible. Pero no sólo gana el de AEW, si no los dos mundiales (a punto de su unificación) de TNA e Impact y el Megacampeonato mundial de AAA, que a día de este artículo sigue defendiendo en méxico.

Ahora la sombra de Kenny Omega es mucho más grande y, tras coincidir The Elite con Dark Order de una forma natural y bien traída, vuelven las audiencias en vivo ¿y sabéis que corean cuando The Elite se carea con Dark Order? Si, el público solicita de forma unánime a Hangman como nuevo portador del oro y... falla nuevamente. Dejando esta derrota al cowboy metido de lleno en el brass ring, caliente y listo para que la historia termine erupcionando en el próximo gran evento de la empresa el 5 de septiembre... en Chicago.

¿Qué tiene esto de malo? Bueno... Hangman es guapo, tiene un buen finisher, es joven pero ya no parece un crío y su personaje ha ganado ese carisma que le faltaba para que digas "ahí va el chico de Phill". Peeeeeeero al parece, según rumores que han dado por válidos TODOS los medios de prensa de wrestling, AEW ha firmado a los dos luchadores free agent más populares de toda la historia actual de la lucha libre: Bryan Danielson (Daniel Bryan) y CM puto Punk. ¿Y cuándo es el evento tocho de AEW, donde quedaría muy bien uno de esos dos debuts o ambos? En septiembre, en chicago, de donde es CM Punk. Para colmo, chicago es uno de los tres sitios más calientes de fans de toda la industria, solo superado por el puto Garden.

La jugada es lógica, ante la demencia de Vicente Macman, no fichar a Bryan Danielson y CM putísimo Punk, es algo que simplemente no. No. Aunque sea simplemente para añadir sus nombres en una toalla, los fichas. De hecho, desde que salieron los rumores, las venta de tickets de Dynamite (el semanal de AEW, hasta que llegue Rampage) se han disparado "por si acaso" se diera algún debut. Bryan es el ejemplo de cómo sobrevivir fuera y dentro de WWE contra todos los pronósticos y contra todo dios. Y CM Punk.... dios, es un tema para otro artículo. Pero lo resumiré en que con su Summer Of Punk 2.0.

(la mejor historia de la WWE hasta la fecha, can't change my mind, Money in the Bank 2011) y la pipe bomb...con todo esto surge esa contracultura hardcore. Y no sólo eso, florece. ROH y NJPW se coronan como el sitio donde hay que estar para ser una estrella. Incluso los desgraciados de Impact o la tercera división que es CZW ven crecer todo en ellos. A nivel futbolístico sería como si sus equipos hubieran liberado a los dos tíos más queridos por los fans y pero tratados por sus empresas, por resumirlo rápido y sin nombres, que luego me crucifican.

Así que ahora toca preguntarse, tras dos años de cultivo y de bookeo a fuego lento...¿Qué va a ser de Hangman Adam Page? AEW bien podría lanzar a Bryan y Punk directamente en chicago para que se prenda fuego la jodida industria, todos los medios y hasta tu perro, que está ahí a tu lado echando la siesta. Pero a mi modo de verlo sólo hay una forma en la que puedas lanzar a esos dos torazos al ruedo y no echarlos directamente a la escena del campeonato peso pesado. Que debuten al tiempo y el uno contra el otro. Primero sale uno, y estalla el mundo. Suena su música y posiblemente de unos minutos de speech ¡y ahí sacas al otro! ¡BOOM! sin balas en la recámara, Bryan vs Punk en Rampage o Dynamite o en la plaza del pueblo de tu abuela, pero hazlo y hazlo ya.

Ese supuesto si quieres conservar la integridad del título y de la supuesta fidelidad al sello de la casa que es construir a fuego lento y a larga distancia. Pero, si Hangman derrotase finalmente a Omega en chicago ¿alguien lo recordaría tras debutar Bryan? ¿Punk? ¿Ambos? Dos años de construcción, desarrollo de personaje y ganar prestigio con el orgullo por su propio estilo se irían a la mierda, sepultados en cientos de miles de titulares con dos nombres: Bryan o Punk. Y eso no sólo sería una mierda injusta para Adam Page, que ya huele a campeón mundial.

Sería una traición total a esos fans, salidos de la contracultura más pujante y antimonopolio, que se unieron a AEW en un principio por esa promesa de no ir a repetir los errores del gigante omnipotente. Por esa promesa de que AEW sería algo más que TNA 2.0. Al igual que dejaría en hipocresía todas esas afirmaciones de "darles una vida mejor y un bookeo mejor" a los misfists despedidos injustamente por WWE en el black wednesday y a los que simplemente despidieron por sus cojones y ofensiva manía de atenerse a lo viejo antes que construir sobre lo nuevo.

Ahora sólo cabe espera y ver qué pasa, o ver si estos planes se alteran con los posibles nuevos cierres en el país de la vergüenza, donde parece costarles demasiado, no ya vacunarse (shuss, atrás satán, no a la ciencia) si no llevar una puta mascarilla en público. De volver a quedarse sin live audiences sería bastante normal que Cm Bryan se fuesen un tiempo a la nevera, ya que nadie quiere que se repita lo de Drew McIntyre de nuevo. Pero claro, ¿existe alguna forma de no perder la oportunidad que es chicago con audiencia, si tienes toda esa dinamita?

A mi no se me ocurre, salvo que Khan tire de cojones y no haga debutar a nadie en septiembre, dejando todo el spotlight para los de casa. Mientras tanto, el tiempo dirá. Ya que siempre nos queda Rampage, el segundo show semanal de AEW que debuta en TNT este trece de agosto, justo después de la emisión de Smackdown. Ese hueco también huele caliente y fresco y no sería de extrañar que trajese un debut sorpresa.

2020-2021 son años para olvidar, pero este verano, ser fan de la lucha libre está siendo mejor que cualquier otro. A menos que tengas el mal gusto de seguir pensando que fuera de WWE no ocurre nada. O que Roman Reings es el mejor luchador de la industria. Ya que una marca de prestigio, no hace a un campeón con prestigio y mucho menos si es este campeón el que tiene que hacer lucir a un cinturón condenado por la propia lógica de mierda de su empresa. Pero ese, también es otro tema para otro artículo.