El mundo perdido: Jurassic Park | POPCOKEN




Spielberg y las secuelas

Continuamos con las críticas de la franquicia Jurassic Park, recordad que la crítica anterior la podéis leer aquí, en Popcoken. Para esta semana me he tenido que volver a tragar la píldora amarga de la saga. No os voy a mentir, no me gusta nada esta película. A mi modo de verla es una secuela nacida de la prepotencia, como la escena del videoclub al final, donde los posters de las pelis expuestas son chistes sobre películas o actores del momento. Oh, Jurassic Park ha sido un éxito sin precedentes ¿qué tal si aplicamos la clásica fórmula americana de bigger = better en cada esquema que hizo memorable a la primera? Pues tenía que salir mal, qué cojones. Además, cuando recuerdo que para grabar el sonido de la cría Rex, separaron a un bebé camello de su madre toda una noche y lo grabaron, uffff.


Si 'Jurassic Park' abría con una escena terrorífica, 'El mundo perdido' abre con una ridícula. Una familia sobreexageradamente aburguesada, deja a su hija adentrarse en una jungla desconocida con un puto sandwich de roast beef. Pues sale mal, otra gran sorpresa. Pero la cosa de la escena no es que esta familia de ricos idiotas esté acampada, con su legión de marineros serviles, frente a una marejada salvaje. Ni que la niña se vaya directa a la jungla con un sandwich de carne. Lo triste de la escena, es Spielberg; para quien esta película debía ser el equivalente a montarse en una montaña rusa puesto de ácido o alguna mierda así. 


El valor de la escena podía ser discutible, pero empalmar el grito de una madre desesperada con el sonido del metro con el bostezo de Malcom, pues oye, a mi me parece un poco de mal gusto —y bastante revelador. Luego, en vez de retomar toda la movida en la que han metido a todos los involucrados con el parque, nos meten a un loco en el metro vacilando a Ian para luego soltar la dosis de nostalgia en forma de los niños de 'Jurassic Park'. 


Que, la verdad, hasta tengo la sensación de que ellos no sabían qué narices pintaban en escena: saludan, se callan y se van discretamente fuera de plano, para no volver nunca jamás, mientras Malcom y el insoportable éste, se enzarzan en una discusión. Discusión que explica con buena exposición, lo que pasó socialmente tras 'Jurassic Park', cosa que a Spielberg no le apetece demasiado contar en detalle.


Luego, Hamond demuestra que está totalmente enajenado y senil, cuando admite haber sobornado a nuevos científicos para ir a otra isla —cuya existencia se contradice con lo de que veía nacer a todas las criaturas de la isla—y no sólo le sale bien, si no que Spielberg tiene los cojones de hacer sonar la BSO mientras Hamond se recochinea en su maldad.


 La película va un poco de este rollo de dar tumbos y cabezazos contra la pared, hasta que, enmascarada como escena menor, surge la primera escena importante e inteligente del filme; la de los stegosaurios. La clave de la escena es la primera frase de un chiste, donde uno de los personajes se niega a matar a los dinosaurios porque "solo están protegiendo a su bebé". Esta frase es tremendamente importante para no percibir a los T-Rex —de forma total— como personajes con catadura moral de villano


En la primera película la Rex se comporta como un animal, por eso no persigue luego a Lexie y a Grant; porque está investigando qué son esos aparatos de metal con ruedas. Sin embargo, en 'El mundo perdido' durante la escena de las caravanas, lo normal sería percibir a los dinosaurios como malvados, aunque en este primer encuentro no lo son. Realmente lo que están haciendo es proteger a su cría. por eso es importante ver que varios herbívoros se comporten de forma idénticamente violenta. Porque los herbívoros son percibidos por el espectador como buenos y los carnívoros como malos. 


Los herbívoros tiene escenas mayoritariamente de día y con la BSO bonita y los otros al revés: de noche y música siniestra. Lo divertido es que la primera vez funciona, e incluso la segunda. Pero la tercera ya me parece un despropósito. Ahí el guión tiene que interceder a su favor justificando que han cambiando la percepción de los animales sobre su terreno y que eso los hace así de violentos. O quizá se trata de bien y mal y ya.


Lo bueno es que esta parte de la película ya se ha acabado y lo malo, es que se ha acabado. De ahora en adelante seguiremos a trompicones con sinsentidos de cine B, pero con música grandilocuente. Se suceden las imbecilidades hasta que Spielberg no puede resistirse a hacer su propio homenaje de King Kong, llevando, innecesariamente al Rex a la ciudad. A estas alturas vuelve el Spielberg puesto de ácido; que por alguna razón quiere vender que esto es una comedia. Si ves el cómo se hizo, se parte la caja señalando que las víctimas son guionistas o miembros del equipo. Pero es que si lees estas escenas en ese tono, realmente responden a esa sensación de comedia negra ¡es todo un chiste!


Lo triste es que, se nota que la primera parte de la película es una excusa para llegar a la escena al borde del acantilado, que tiene verdadero poder y te agarra al sillón como pocas cosas en toda la franquicia. Pero también es una excusa el segundo tercio para que Spielberg se pueda partir la caja al contrastar a un dinosaurio con la ciudad o con la puta escena de que se coma a un perro. Mira tú qué gracioso todo. Pásame el ácido, a ver si así me hace gracia.


La primera parte tocaba temas humanistas, incluso rozaba el existencialismo y jugueteaba con temas de preservación de la naturaleza, todo en torno a la responsabilidad sobre los grandes poderes y, bueno, la unidad familiar, por alguna razón. Adaptaba todo esto al cine de aventuras, pero 'El mundo perdido' solo intenta recrear el hit que fue 'Jurassic Park' imitando todas sus estructuras para, o bien darles la vuelta, o lo que ellos creen que es ampliarlas. 


¿Y todo para qué? pues para abrazar por completo su verdadera naturaleza final de blockbuster, que sigue vigente a día de hoy. 'El mundo perdido' tanto en papel como en filme, es una excusa para sacar más partido al gran éxito de su predecesora. Llegando hasta el punto de pedir a Crichton que sacase la secuela en libro, pero los fans y el propio Spielberg. La novela salió al mercado en septiembre del 95 y la película comenzó su producción un año más tarde, respetando el libro el tiempo justo antes de sacar la secuela en los cines. 


De nuevo, lo bueno y lo malo es que el siguiente paso es 'Jurassic Park III', no sé muy bien cual, ni en qué cantidad, pero poned música bonita de fondo y hagamos como que todo este despropósito estaba completa y totalmente medido y calculado. Ya, claro.

Nota: 4,6

Jorge Tomillo Soto-Jove

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