Nocturne | POPCOKEN

 


No os voy a engañar, una y una sola cosa me ha llevado a ver 'Nocturne': Sidney Sweeney. Adoro a esta chica. Ya le tenía cariño cuando la vi en 'El cuento de la criada', pero desde que pude ver su trabajo en 'Euphoria' el enamoramiento se consolidó con fuerza. Al menos con la suficiente como para arriesgarme a ver una película que tenía toda la pinta de ser un telefilme de domingo y que, bueno, no era lo que parecía dicho rápidamente.

Muchas críticas ponían a 'Nocturne' como una mala revisión de 'Cisne negro', pero, sin ser mejor en factura, maneja sus temas con un núcleo muy distinto y sin ser presuntuosa. Sidney protagoniza una historia que da una versión agradablemente deforme del sueño americano. 'Nocturne' retrata con un acertado cinismo la carrera hacia el éxito y lo que eso supone para quienes se ven envueltos en ella en sus años de —casi— universidad. Además expone el relato a varios niveles que se contrastan, el de la expectativa exterior y el de la interior. 

Ahí es donde pone su base para construir encima, solo que lo adorna con una revisión del satanismo que bebe mucho más del realismo mágico que de lo que suele hacer el cine de terror basuriento, con este tipo de historias. Aunque puede que peque de teatral en algunos momentos, es una buena forma de representar su percepción mágica. 

Sí, en 'Nocturne' hay muchos lugares comunes de este tipo de cine "de segunda" —tan contento con su posición—, tiene sus profecías, su imaginería tópica y... lo termina relegando a un aspecto casi estético, su revisión del cine de terror es bastante más romántica que lo que uno pudiera esperar. Donde esperaríamos sangre, machos cabríos, sombras y curas poco sexys hablando en latín, tenemos un satanismo dulce y que idealiza las necesidades y defectos de su protagonista para amplificar el significado de la historia. Y deja para el último de los instantes la decisión de saber qué es realidad y qué es percepción o sugestión. Para esto usa con buena mano el uso de la fotografía, que siempre va a exponer a la protagonista a una percepción dual por parte del público, dejando entrever siempre que lo que pasa divide al personaje y que la fuerza a posicionarse ante esta carrera delirante.

En 'Nocturne' nuestra protagonista parte en la posición de segundona en la que todo el mundo tiene la obsesiva necesidad de colocarla en todo momento. Más arriba, está siempre su hermana, acomodada en ese trono que lleva calentando tanto tiempo. De modo que esa presión enciende la mecha del conflicto que gobernará el resto de las acciones que hagan avanzar el filme. 

Sí, es cierto que la hermana tiene poco o ningún retrato en la trama, pero es un recorte que agiliza el peso de la psicología y del ritmo. Dejando lugar para que nos centremos de lleno en el personaje interpretado por Sidney. Así que acabamos por hacer justo lo que ella quiere, ahora nosotros también le vamos a prestar atención de forma unilateral. Todo esto parece claro como el agua ¿verdad? Hay una competición y la presión como condicionante termina por hacer que esto sea el dramón que es. No tan rápido.

'Nocturne' es el primer largometraje de la directora Zu Quirke y aquí pasa como con 'Whiplash' (que también toca este mismo tema, pero sin satanismo), ya que la directora debutante incorpora su experiencia como estudiante de música para construir un relato que analice ese tipo de experiencia, pero ubicado dentro del género de terror. Pero un terror mucho más actual, uno que se esfuerza por construir el peril psicológico de su personaje para que así su mundo tenga más sentido y podamos empatizar más con cómo se desarrolla la historia.

 La directora complica el cómo vamos a percibir la trama de formas bastante inteligentes, añadiendo por el camino elementos ambiguos. Drogas, ansiedad, ambición, gente muy hija de puta... Todos estos elementos se posicionan poco a poco para que creamos que tenemos el control de la realidad de la historia y así, al final, hacerte dudar un dulce segundo con su irónico final, tan crítico con la percepción actual del medio. Idea que ya expresa mediante el personaje del profesor elitista, que bueno, es otro hijo de puta. 

Es en este caos donde el realismo mágico consigue entremezclarse con las taras de la protagonista —y de cómo sus decisiones y las de otros la llevan a esas taras— para hacernos dudar de qué percepción es la real y qué vivencias condicionan realmente el último compás de la historia.

'Nocturne' trata de ser una película que, tras contar su historia, nos deje un sabor crítico hacia la percepción actual del arte y, sin faltarle razón, esa idea queda un poco desdibujada por el camino hasta que te vuelves a topar con ella de una forma... algo brusca justo en el maravilloso final. No os voy a engañar, 'Nocturne' no es una obra maestra. Pero sí que es mucho mejor de lo que parecía a un primer golpe de vista, y desde luego es mucho más que una peli de domingo. Es una de esas películas agradablemente refrescantes del cine de terror que más me gusta: el de 'It Follows', 'Midsommar' u otras. 

Además para ser un debut, hace con lo que tiene mucho más que otros con muchos más medios y encima se le nota entremedias la buena intención y las buenas ideas. No sabría a quien recomendarla y lo haría sin que tuviese unas grandes expectativas, pero si eres ese tipo de persona que puede ver más allá de "lo que se esperaría" adéntrate, usa Nocturne' como una puerta a un género injustamente maltratado.

Jorge Tomillo Soto-Jove

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