Visión y Wanda VS Endgame (Análisis) | POPCOKEN

"Thanos is coming....he's coming" con esta cita ya sabéis en qué punto de qué película empieza esta crítica. Lo primero que hace Infinity War es dejarnos claro que Thanos, a donde llega es sal en la tierra, erradica a quien y a cuantos sean. Ver a Hulk derrotado clean as a whistle es una imagen terrorífica, pero quizás ver morir a Loki tan fácilmente sea la verdadera definición de la magnitud del titán loco, al menos del de este universo. Pero para ensuciar esa afirmación, aún tenemos que llegar a Endgame.

Hoy he leído uno de estos titulares que trata de ser profético apostando por dudosos rumores: "La Bruja Escarlata y Visión pudieron haber tenido hijos". A mi esta afirmación me alegra el día, porque lo que yo más deseo es que Wanda se corone, por su trauma, como la nueva gran villana de los vengadores; ecos de House of M y esos hijos imaginarios que culminan el arco de locura de su personaje. Así que volví la vista atrás. No me detuve mucho en Endgame, pues no es que haya mucho que descubrir de una película tan baja. Pero seguí buscando y llegué a esa escena en la cocina; la de la paprika. Que con poco anunciaba que había rollete entre Visión y la Bruja Escarlata. Así que volví a Endgame y... Tenemos que hablar de Visión y Wanda como personajes.

En Civil War apenas tenemos un par de pinceladas de ambos. Visión está bien roto, por lo que no puede salir demasiado en pantalla haciendo, bueno, nada. Y para Wanda tres cuartas de lo mismo, sumando a que no tienen ni puta idea de hacia donde enfocar al personaje. Por ello siembran esas primeras dudas palpables sobre la fiabilidad de los poderes de la bruja, tema que no se vuelve a retomar en la vida. Luego llegamos a Infinity War, la mejor película de Marvel de lejos, hasta que salió Endgame para convertirla en una película inválida e inútil. Pero quedémonos aún un rato más en IW, que es donde está el meollo de todo el universo Marvel, pues es donde realmente están tanto Visión, como la Bruja escarlata. 

Ambos son, sin quererlo realmente la directiva, los personajes más importantes de todo el universo cinematográfico. ¿Por qué? Porque son el centro del conflicto a un nivel humano. Thanos viene y es imparable e inevitable y tiene su gran pUÑO morado para hacernos mierda a todos. ¿Y qué pasa si Thanos quiere hacernos mierda a todos? Que tiene que pasar por la tierra —como mínimo— y cagarse en todo el pecho de Visión, que lleva una de las gemas del infinito en la frente.

 Esto es lo que le da un motivo y un valor a los demás Vengadores, que de otra forma no tendrían nada que pinchar, ni cortar, en toda esta movida. Que Thanos quiera matar a Visión, y después a medio universo, les toca de cerca y les da una magnitud de la escala a la que pueden cagarla, si no dejan rienda suelta a su naturaleza heroica. Ya la cagaron con Ultrón, de modo que no pueden permitirse una segunda de esas. Qué irónico.

Lo primero que vemos de Wanda y Visión en IW es que ya son una pareja, lo cual toma como licencia el tiempo pasado entre películas, para acomodar al espectador en esta dulce —aunque algo forzada, sin dañar nada al final— elipsis narrativa. Pero tampoco vamos a acomodarnos nada, que luego la gente empieza a escribir fanfics y BAM, una lanza atraviesa el pecho de Visión en mitad de una charla romántica. 

Si Thanos anunció que se acababa el cuartelillo y los plot armor para los héroes, sus esbirros no hacen nada más que confirmar eso cuando dan caza a Visión. Sabíamos que el androide era muy poderoso y que quieren su gema, por ello escuchar sus gritos entre los edificios de la ciudad es un gesto terriblemente sombrío, dentro del registro PG del filme. Después, cuando parece llegar lo inevitable, entra en escena el Capitán América para asumir el puesto que le va tan bien, el de secundario que luce. Secundario porque, si se trata el personaje de forma realista, tanto él como Spiderman no pueden hacer una jodida mierda en un conflicto intergaláctico, a menos claro que fanservice titánico. Pero aquí estamos.

Gracias a este salvamento épico, los Vengadores descubren, no solo que pueden esconderse y reagruparse en Wakanda, si no que Shuri podría arreglar el problema de Visión y su gema de la frente. El problema, es que el conflicto es mayor que todos los personajes presentes. Por eso, que Visión ceda ante la presión y protección de Wakanda, define a los Vengadores como héroes de una forma definitiva. En primer lugar porque todos están sacrificándose a todos los niveles para darle tiempo a Shuri y que ésta pueda operar con final feliz a Visión.

 Y en segundo porque el lento acercamiento de Thanos, es una llamada a lo más profundo de Visión. Una que apela a su naturaleza heroica por ser incapaz de dejar que sus amigos se sacrifiquen por su integridad física. Esto es un gran trabajo de guion y puesta en escena. En IW, vemos cómo los héroes ganan algo de terreno, para irlo perdiendo todo lentamente ante la imparabilidad de Thanos, lo cual culmina la naturaleza trágicamente heroica del grupo. Que ante cualquier fuerza o desafío, hará lo correcto.

 Y es precisamente por eso por lo que verlos caer de uno en uno tiene tanta fuerza, casi poética. Porque sabes perfectamente el conflicto interno y externo de cada personaje en cada momento del filme, y cómo todos lo están dando todo para que Visión pueda sobrevivir, y en segundo lugar que Thanos no se haga con la omnipresencia del guantelete del infinito al completo.

Así, como decía el Duende Verde vemos caer y morir a los héroes en el intento, hasta que Thanos llega hasta Visión y Wanda (momento cumbre de esta crítica). Como confirma Endgame más adelante, Wanda es superior a Thanos y a las gemas del infinito, pero por separado, no juntos.

 Su poder de echar cosa tocha por las manos —que es lo que hace en este universo— retiene a un Thanos al 90% de la omnipresencia y es capaz de destruir la gema de la frente de su amado. Así, tras confirmar que Visión no siente dolor, o rencor hacia ella por lo que la situación —de nuevo el conflicto superior a la naturaleza heroica— le obliga a hacerle, la gema estalla y Visión muere. Un Visión que aceptó como posibilidad este final suyo, con tal de que la causa superior triunfase. Pero Thanos sigue teniendo la gema del tiempo, para culminar su inevitabilidad. Así, ante un total e incompetente Thor surge el chasquido. 

Un chasquido que es una jugada tramposa, cuando vas a tirar de viaje del tiempo para arreglarlo. Y convenientemente sobreviven los Vengadores originales, qué casualidad.

Aquí llegamos a Endgame, la película que cede toda caracterización, conflicto y cualquier atisbo de estructura narrativa en favor de un absurdo último rodeo con los Vengadores originales. Que al parecer necesitaban la totalidad del tiempo en pantalla para poder despedirse con supuesta dignidad, cuando ni llegan a eso. Pero este no es el artículo para eso. Para eso ya estaba mi crítica de Endgame. Tras el gran y terrible lapso que es, volvemos a tener a Wanda en pantalla, casi derrotando a un Thanos protegido por el último plot armor, ah no, el penúltimo, que aún tiene que humillar a la lógica del universo Marvel y a los fans de la Capitana Marvel. Ambos dos mentidos por igual. 

Lo verdaderamente triste de ver cómo este Thanos no reconoce a Wanda, es que confirma que su personaje es un atajo y una deformación del magnético anterior Thanos. Según Feige y los Russo, no hicieron Infinity War parte I y parte II porque "Thanos se robaba demasiado protagonismo y las escenas acababan girando en torno a él" ¿Y en qué puto momento os pareció que eso era algo malo, escribiendo tan bien como estaba el primer Thanos? En fin. 

Que no la conoce, es todo el desprecio posible que la saga podía escupirle a Wanda, que ansía y casi obtiene su venganza, aunque... si lo pensamos un segundo... Vale, viajan a por las gemas y las consiguen, vale. Entonces Ultrón nunca pasó, vale. Si eso es así ¿dónde mierda está Quicksilver? Bueno, si Endgame no explica cómo viaja en el tiempo toda la armada de Thanos, no iban a dedicarle un sólo segundo a atar ese cabo suelto. Como tampoco se lo dedican a Visión, centro dramático de todo el anterior y magnífico conflicto, que ahora se queda en un segundo lugar para que los Russo se puedan hacer su buena paja con Steve Rogers.

 Que es la única y verdadera razón por la que sale menos en IW, porque aquí le iban a regalar todo, aunque eso significarse pasarse por la pierda la coherencia de medio universo. Aunque supongo que el efectismo y el fanservice reinarán de ahora en adelante en el UCM, con las cifras de Endgame.

Pero he ahí ante nosotros el dolor de Endgame. No que palme RDJr, ni mierdas de escenas extra con gente arrodillándose ante el fanservice más grande del cine. El dolor de Endgame, es preferir recompensar al espectador por su fidelidad, antes que respetar lo que le hizo llegar hasta aquí. Que era fidelidad, pero otra, la de la narración para y por sus personajes. A quienes traiciona finalmente con tal de poder cerrar de forma nefasta las historias de los Vengadores originales.

 Que me gustaría si fuese intencional; si su final como héroes fuese "un mal final" estaría encantado de ver lo que esa lectura le aporta al mito de la naturaleza heroica. Pero es todo lo contrario, porque este desastre, que va de deus ex machina en deus ex machina, sólo busca una sola cosa y es el espectáculo más puro y glorificante, de la forma más fácil y vaga posible. Que al final, no se siente una recompensa a esa entrega y fidelidad, si no lo contrario. Una burla por parte de unos creadores que venden a los personajes que les hicieron llegar hasta ahí, por aumentar todo lo posible la taquilla, explotando a una generación de espectadores extrañamente necesitada de la más temprana nostalgia posible.

Y ahora nos queda ¿qué? Porque yo si no veo a la Bruja Escarlata perder la cabeza con la absurda muerte de Visión, no la quiero para nada en este universo cinematográfico. En cambio si se coronase como la siguiente gran villana, entonces igual las atrocidades de Endgame podrían tener algún valor, y asi volverlo a tener Infinity War, que, hasta el día de hoy, se queda anulada por su secuela y convertida, tristemente, en una magnífica pérdida de tiempo.

Jorge Tomillo Soto-jove