Una joven prometedora | POPCOKEN

 Confieso que entraba a la sala de cine con un "bueno, algún día había que volver al cine". Con esa resignación triste, de ver lo que toque por la época que toca y... me he quedado a cuadros. No sólo no es cine para conformarse si no que me he dado de bruces con una de las películas con mayor presencia, descaro y buena mano para contar una historia en mucho tiempo. Esta película es muchísimo más de lo que parece y le da igual lo que pienses al respecto.

Uno podría pensar fácilmente que cree que sabe qué tipo de película se esta viendo durante su primera media hora. Carey Mulligan, la estética flashy, la absolutacompletaynecesaria ridiculización del ego del depredador masculino. Uno podría pensar qué tipo de historia va a ver, y eso está bien porque es completamente intencional por parte del filme que lo pensemos. Así, durante ese momento de autoconferido triunfo frente a lo desconocido 'Una joven prometedora' no irá colando los posos de lo que va a ser la verdadera joya de la corona.

'Una joven prometedora' no hace prisioneros. De verdad si eres de esos que proclama, mano en alto, que "pero no todos los hombres..." y después añade alguna absurdez, digna de la mejor small dick energy, está película te va a echar sal, limón y un par de ostias en la herida. Una herida que por cierto, no se saca lo bastante a que le de el sol. Para mi, 'Una joven prometedora' debería ser la punta del iceberg de un ejercicio de autocrítica que necesitamos, como hombres, como sociedad y como fans de cine. Si realmente not all men no haría falta decirlo y menos a la defensiva. Esta película no va a dejarse nada dentro, va a coger todo el espectro de mierda que hay dentro y le va a prender puto fuego. 

De verdad que no creo que todo el mundo esté preparado para valorar la acidez y la dureza con la que conecta sus golpes esta película. Aquí se expone, analiza y parodia, para sacar filo y ahí construir una historia. Una que se retroalimenta de todo el ácido que tira contra comportamientos que se asumen como lugares comunes, cuando se debería educar contra ellos y perseguirlos. Estoy seguro de que mucho del público que no va a venir a ver esta película antes de los óscar, la tacharía de woke y de responder agendas que no existen fuera de sus pequeños cerebros. Pero es que, 'Una joven prometedora' tiene la sartén por el mango en ambas direcciones. 

Puede repartir (y reparte) golpes hacia los que están a favor de su discurso y contra los que lo aborrecerán. Y puede porque está en la cresta del buen gusto cinematográfico. Tanto como para conducir esto con el trauma como eje central y sin ningún tipo de narración expositiva. Aquí cada dato lo aprendemos rascando en los diálogos, que nos irán dando el material para entender todo el conjunto en su momento justo. Es que es una gozada.

Lo que hace 'Una joven prometedora' es eso que todos sabemos a nivel teórico y que tan fácil parece de diseñar cuando se ha visto el truco. Pero hacer todo esto y hacerlo tan bien, no tiene nada de fácil. ¿Cómo logra esta película ser escuchada? Pues lo hace por las malas, porque a nivel estrictamente de cine, es "difícil" empatizar de una forma directamente vehicular con sus personajes. Porque todo esto, esta ridiculización para sacar filo y exponer estas taras, sumerge a la película en un tono de "surrealismo" que, nuevamente, es totalmente intencional. Esta no es una película que pretenda que sigas las aventuras coherentes de un personaje que va de A a B, pasando por un viaje. No.

 'Una joven prometedora' es un navajazo a casi todos los comportamientos tóxicos que se me ocurren. Porque no lo endulza, todo lo que ocurre a lo largo del filme deja claro que aquí no hay héroes. Esta no es una lección de moral desde un púlpito. Esta peli se tira al barro a pelearlo y le sale bien porque una vez superada la barrera de la necesidad de la empatía, solo quedaba el lenguaje audiovisual puramente subjetivo.

¿Qué quiere decir eso? Que la película, al saber tan bien qué quiere decir hace un trabajo de obra maestra de narración visual. Cuando quiere que sientas algo, sin que tengas que empatizar de forma directa con lo que, según la lógica debería desbordar el surrealismo (y no, porque somos una mierda), retrata a los personajes. Así, establece sus relaciones de poder de forma cristalina. 

Si un personaje tiene la razón o lleva las de ganar, la cámara lo posicionará con una forma prominente, dominante en el fotograma. En frente estará el rival a batir, retratado pequeño y con más espacio negativo por encima. O cuando un personaje esté cerca de perder el contacto con la realidad, la lente anamórfica deformará el bokeh del fondo, aislando al personaje al que veamos en esta situación. Incluso se permitirá deformar la percepción de la realidad de su protagonista, para resaltar más sus emociones. Si es que eso fuera posible.

Hay tantos planos absurdamente perfectos, que sólo queda levantarse a aplaudir y encima usa casi igual de bien los movimientos de cámara. 'Una joven prometedora' termina con una nota en alto y siendo el producto más ácido, pop y crítico que quiere ser y yo... joder no cabía en la butaca. Estaba literalmente flipando que todo lo que hace se pueda hacer tan bien, sin sacarte de la película. Estoy casi seguro de que casi nadie va a compartir esta opinión y tampoco creo realmente que importe. Así da gusto volver al cine. 

Jorge Tomillo Soto-Jove

Referencias:

-The Difference Between Anamorphic And Spherical Lenses Explained (Video) (ENG)

Biblioteca Popcoken

-La importancia de las líneas en el cine.

-Hill House, Bly Manor y el uso del espacio

-El hombre invisible

No hay comentarios:

Publicar un comentario